COLECTIVO

Guadalajara, Jalisco, Mexico
Somos un grupo de amigos amantes a la fotografía y a la bicicleta, de ahí el nombre de este blog. Cada domingo vamos a pedalear por diferentes rumbos de la ciudad y fuera de la misma. Hacemos tanto ciclismo de montaña, ciclismo urbano y biciturismo. Con esto queremos fomentar el uso de la bicicleta como una herramienta viable de movilidad, de salud y de diversión. ¡¡¡Animate a rodar con nosotros, saca tu bici a pasear!!! Escríbenos a camararodante@hotmail.com

miércoles, 30 de julio de 2008

DE REGRESO A TANGA!!!!

Una rodada más es la que hicimos este fin de semana hacia el pueblo de Santiago Tangamandapio, Michoacán.



Para empezar, como es costumbre y no es el fuerte de Cámara Rodante la “puntualidad” se hizo notar varias horas después de lo planeado, todo esto por cuestiones de que algunos todavía tenían unos compromisos de trabajo o familiar, pero este tiempo no fue tiempo perdido para todos, ya que unos aprovecharon para ir a desayunar, pasar por los ciclistas que hacen falta, ir al súper para comprar los víveres del viaje, etc.

Los rodantes de este fin de semana fueron: Carlos, Vero, Victor, Mónica, Tonatiuh, Bernardo, Erica, Alfredo, Araceli, Héctor y Robertillo.



Aproximadamente salimos a carretera a la 13:30 del día sábado, haciendo una larga espera de Héctor y Robertillo en la caseta de Zapotlanejo… Ya todos juntos de nuevo, continuamos el viaje, pero justo al salir de la caseta se soltó un tromba, teniendo que ir muy precavidos y baja velocidad, lo que alargo un poco el tiempo.

Llegamos a Santiago Tangamandapio alrededor de las 19:00, todos sanos y salvos. Al principio dimos un pequeño recorrido en los autos mientras llegábamos a la casa de Carlos. Nos llevamos muy buena sorpresa al ver que en este pueblo hay muchos aficionados al ciclismo, especialmente al de montaña, y no con simples bicicletas, sino con muy buenas bicicletas, algunos de nosotros envidiando las bicicletas que tienen los habitantes del pueblo, en el camino observamos también lo rustico del pueblo, en el que poco a poco ha ido modernizando las viviendas, pero manteniendo lo esencial del pueblo.

Por fin llegamos a la casa y procedimos a bajar las bicicletas y el equipaje, mientras organizábamos las cosas planeábamos que comer, mejor dicho cenar. Dejamos los carros en la casa de la tía de Carlos (tía Licha), ubicada a unas cuadras de ahí, y en cuanto los dejamos los carros salimos de ahí en bicicleta para ir a buscar algo de comer-cenar en el centro del pueblo. Para fortuna de todos había casi de todo, lonches, hamburguesas, quesadillas, papas a la francesa, biónicos, tamales, elotes, entre muchas más.

Al saciar el hambre decidimos ir a rodar por el pueblo. Ahí había una feria, que era por las fiestas patronales y como niños chiquitos nos subimos primero a los carritos chocones, fue un momento muy grato y divertido para todos.



Después nos subimos a un “tipo” de simulador espacial, costaba $20 p/p, solo algunos nos subimos, al terminar este simulador queríamos la devolución de estos $20, ya nos pareció una estafa, un simulador muy simple y casi sin chiste… jajaja, lo bueno fue que lo vivimos y no nos fuimos de ahí sin la tentación.



Ya para terminar, nos subimos a unos carritos-tazas que para la mayoría nos pareció un poco alocado el juego, pero teníamos que, los que se animaron fueron Héctor, Robertillo, Alfredo y Mónica. Al principio se sentía bien, pero ya después se hizo notar lo bien que habíamos cenado, no paso a mayores, solo mareos, hechos notar por Alfredo que tuvo que tomar una pastilla para lo mareado.

Nos agarró la lluvia un poco ya camino a la casa, pero antes llegamos con el Reinaldo, mejor conocido como el “Rey”, quien nos dirigiría la ruta del domingo, aprovechando nos mostró algunos trofeos que ha obtenido, nos despedimos y fuimos a descansar para estar listos.

El día de la rodada. Ruta Tangamandapio - Tarecuato.

Eran las 7:00 a.m. del domingo, sonaron algunas alarmas de los celulares y poco a poco nos preparamos para la salida. Mientras nos preparábamos preguntando que tal habíamos dormido, todos respondieron que muy a gusto, mientras que Héctor sufrió un poco con los ronquidos de Robertillo, aquí se hizo notar cámara roncante.

Todos listos, preparados con el armamento de las mochilas con agua, galletas y principalmente el equipo de herramienta para nuestras bicicletas. Fuimos por nuestras bicicletas que con ansias esperaban ser puestas a rodar, o, nosotros aún con más ganas de empezar a rodar en ellas. La tía de Carlos nos ofreció unos exquisitos panes de maíz azul y unas mini rosquitas, esto junto a un rico cafecito de olla, ¡¡mmm!! todavía puedo saborearlo.Además de nuestro guía “Rey” nos acompaño Juan, primo de Carlos, en total 12 bicicletas con sus respectivos jinetes, solo Tonatiuh nos espero en la casa de la tía de Carlos.

Eran aproximadamente las 9:00 a.m. cuando ya estábamos rodando por el pueblo para tomar la salida a la ruta. Ésta fue por pura carretera, poco transitada y en buenas condiciones, en camino de ida con algunas pendientes algo agresivas, pero subiéndolas con muchas ganas.



Nos detuvimos por un momento porque a Rey se le ponchó dos veces la llanta trasera, lo bueno es que donde esperamos había una tienda. Aprovechamos para comprar más provisiones y tomar un tentempié, para no ir con el estomago vacío.Con el cielo un poco nublado fueron los primeros minutos, luego se despejó y salió el Sol, iluminando con intensidad nuestro camino y los bellos paisajes que nos rodeaban, algunos querían que lloviera para hacer un poco más extrema la cosa, pero para mala suerte no llovió en ese momento.

Kilómetros antes de llegar al destino de Tarecuato, tuvimos la sorpresa de encontrarnos a Ismael Vega, campeón de los panamericanos en ciclismo de montaña, quien nos dirigió y motivó con algunas palabras.



Seguimos rodando y nos detuvimos donde hay un ojo de agua, en el que hicieron una enorme pila para juntar toda el agua y es ahí donde muchos habitantes cercanos a ella van a lavar sus prendas, otros aprovechan para darle una lavadita a su bicicleta y otros para refrescarse un poco.

Metros después queríamos tomarnos foto en una portería de una cancha de fútbol que había ahí, queriéndonos trepar como changos en ella, solo hubo oportunidad de un par de fotos, ya que si le seguíamos podríamos dañar la portería.



Había mucho lodo, más bien, eso ya era barro, todos teníamos los tenis con una suela extra de barro, al igual que las llantas, cosa que con la rodada que quitó ese barro.

20kms después de salir de Tangamandapio, por fin llegamos a Tarecuato, desde la entrada se hace notar lo típico de un pueblo purépecha; viviendas de adobe con techos de teja, la gente, los alimentos, varios tipos de atole, el habla purépecha, entre otras cosas.

Lo primero que hicimos es llegar a comer algo, esos 20kms de rodada, subidas y el Sol despertaron nuestro apetito. Tacos al vapor, atunes y fruta es lo que comimos por elmomento.

Fuimos al templo y/o ex convento de San Francisco, y nos dio la bienvenida Miguel Amescua, presidente municipal de Tarecuato. En el momento estaban ofreciendo una misa a un difunto, pero parecía una celebración, había cuetes, petardos y hasta una banda esperando para tocar.



Descansados, emprendimos el viaje de regreso, éste fue el mismo que el de ida, solo que ahora a la inversa, el regreso fue casi de puras bajadas, lo que nos hizo más fácil todo, aún con el calor y el sol a todo lo que daba.



Fueron otros 20kms los que pedaleamos de regreso a Tangamandapio a la casa de la tía Licha, donde nos recibieron con un banquetee de carnita con chile, sopa de arroz, frijolitos, quesadillas, nopales, guacamole, refrescos y cervezas. Todo un festín.

Seguimos con un poco de plática, planeando el regreso a Guadalajara y algunos próximos paseos de Cámara Rodante, lamentando que algunos no pudieron asistir a este paseo, esperemos que para el próximo puedan asistir y se unan más pedaleros de montaña… en esto salió la frase troyana “Siempre somos los mismos, pero siempre somos más” (por Héctor Guerrero, inspirador y chofer de Cámara Rodante. 2008)

Teníamos que partir, estábamos muy a gusto en casa de Licha, a quien le agradecemos por todo lo que nos ofreció. Unos querían quedarse en Tangamandapio, pero por cuestiones de trabajo no podían, solo Carlos y Vero pudieron quedarse a descansar y disfrutar un día más.

Ya organizados, subimos el equipaje y las bicicletas a los carros y tomamos el viaje de regreso a Guadalajara. Todos regresamos bien, con un poco más de condición y listos para la próxima rodada.

La palabra Tangamandapio es de origen chichimeca y significa “tronco podrido que se mantiene en pie”.

Tarecuato deriva de las palabras “Tarepeti” que significa viejo y “Juala” que quiere decir cerro

p.d. Muchos esperamos ver algo de acción, teníamos la duda del por qué el nombre de “Tanga”mandapio. Vimos que hay varios pueblos con el ante “Tanga”.
¡Nos vemos en la próxima!

Texto: Alfredo González. Mejor conocido como Gary Fisher.

2 comentarios:

  1. Chale, luego de leer la crónica de su viaje me dieron un montón de ganas de subirme a los juegos electrónicos. Por un momento extrañé las sillitas voladoras, jajajaja.

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  2. No hay duda, en Gdl el tráfico con los carros y en Tanga con las vacas, jajajaja excelente video!
    Y qué tal con las celebridades del ciclismo de montaña, eh!!!
    Ustedes si andan gruesos!!!
    jajajaja
    Un saludote desde acá mushashillos, síganle pedaleando duro, pa q nos motiven a los anti-deportivos! jajaja

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