COLECTIVO

Guadalajara, Jalisco, Mexico
Somos un grupo de amigos amantes a la fotografía y a la bicicleta, de ahí el nombre de este blog. Cada domingo vamos a pedalear por diferentes rumbos de la ciudad y fuera de la misma. Hacemos tanto ciclismo de montaña, ciclismo urbano y biciturismo. Con esto queremos fomentar el uso de la bicicleta como una herramienta viable de movilidad, de salud y de diversión. ¡¡¡Animate a rodar con nosotros, saca tu bici a pasear!!! Escríbenos a camararodante@hotmail.com

domingo, 7 de junio de 2009

EL PARQUE NOMADA SE INSTALO EN POLANCO

Por unas horas, los ciudadanos recuperaron espacios arrebatados por los autos, a causa de las malas políticas gubernamentales.

2009-06-07•Ciudad y Región


La visita a la calle Longinos Cadena incluyó juegos para niños y una cerca de plantas para recuperar un carril. Foto: Público

En algún momento de la historia, el auto se autoproclamó dueño y señor de la vía pública de ciudades como Guadalajara. De pronto, los gobiernos se dieron a la tarea de dar alojamiento a la creciente población de vehículos: inversiones millonarias en infraestructura vial donde el peatón o el ciclista no tienen cabida en la vía pública.

Allí reside el objetivo del Parque Nómada: una invitación expresa a la ciudadanía para que recupere el territorio que le fue arrebatado. El proyecto, organizado por el colectivo Ciudad para Todos, se instaló ayer en Polanco, en las calles de Longinos Cadena y Bruno Martínez, en su tercera y subversiva edición. Se trabaja de la siguiente manera: el parque se instala temprano, a las nueve de la mañana, en algún punto de la ciudad que se caracterice por la gran cantidad de invasores motorizados, pero antes de la hora pico para que no se den cuenta; colocan entonces plantas sobre el arroyo de la calle para delimitar el territorio a recuperar y comienzan a moverlas, imperceptiblemente, hacia el centro de la calle y, ¡zas!, antes de que sepan qué sucedió, los autos y camiones ya están confinados a un carril.
Y, así, el espacio ha sido ganado, o más bien, devuelto a los peatones y ciclistas que algún tiempo fueron despojados de su pedacito de calle.
Entonces se instalan pequeñas porterías, parabuses con sombrilla y banca para esperar el minibús, se marca sobre la calle el símbolo de la ciclovía y se invita a los vecinos a jugar bebeleche y a saltar la cuerda. Por unas cuantas horas, hasta las dos de la tarde, el parque que debió ser al menos se ve recreado. El fin del ejercicio es evocar los anhelos que se dispersaron entre el humo de los autos y el ruido de los motores, para que el deseo de cambio crezca y los mismos vecinos se apropien de la idea, expresó Andrea Soto Morfín, integrante del grupo.
El organizador es el hermano de Andrea, Jesús Carlos. Para él, a menos espacio para los autos, mayor dinámica social. Expuso el ejemplo del viaducto de López Mateos, el programa de “vía rápida” que se aplica los fines de semana: al favorecer el tráfico vehicular, dividió a la población de esa zona e impidió su capacidad de interacción.
Los vecinos inmediatos, como Lucio Meza, quedaron encantados; los visitantes, como Catalina Pelayo, se interesaron en que el parque fuera para su calle porque los coches “no respetan”; y los viajeros automovilistas quedaron furiosos con la idea.
Un conductor se acercó a uno de los organizadores y le preguntó: “¿Qué tontería es ésta? ¿Es otro disparate del gobierno?”. Después de que disiparon su duda y le dijeron que fue obra de un colectivo apartidista, se fue igual de molesto. Desde otro auto se escucharon improperios y otro coche aprovechó para ponchar el balón de los niños que jugaban una cascarita.
En el límite de la calle, entre el parque nómada y el carril, se percibía una frontera más profunda, entre los seres humanos que caminaban y los otros, que al subir a sus cuatro ruedas parecían convertirse a otra especie.
Pero el uso y abuso del vehículo es también consecuencia de las políticas de gobierno, señaló Jesús Carlos, pues la movilidad se ve mermada por un mal sistema de transporte que ha sido consentido por las autoridades. Además, al privilegiar la construcción de vialidades, fomentaron el uso del auto.
El colectivo CITA Com:plot fue el detonante de esta actividad. Ellos dividieron la ciudad en quince zonas donde un grupo aplicaría la dinámica que más le pareciera para la recuperación del espacio público. A Ciudad para Todos correspondió Polanco; habrá qué ver qué sorpresas se presentan en otros puntos.
El ejemplo está dado y, si a la gente le agradó, estará en ella continuarlo: “Una ciudad diferente es muy posible, si es lo que demandamos”, concluyó Jesús Carlos.

Información de Sergio Blanco, reportero del periódico Público Milenio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario