Hace ya un par de semanas que mi amigo Carlos Paredes me había invitado a las salidas con Cámara Rodante, pero no había sido posible hasta el pasado fin de semana que me pude apuntar. La idea original era que Carlos me prestara una de sus bicicletas para salir a rodar el domingo y una vez que viviera esta experiencia, me decidiera si comprar mi propia bici o no… así que en ese momento, lo único que yo necesitaba era un casco. Camino a la tienda, mi camarada me iba platicando sobre lo entusiasmado que estaba sobre adquirir una 29er y que ya tenía apartada una de ellas.
El sábado fuimos a comprar mi casco y una vez estando dentro de la tienda, me llamó la atención una bicicleta, cuando la sacamos para revisarla era una 29er, que terminé comprando junto con el resto del equipo: el casco por el que iba, lentes, guantes y hasta ropa!
El domingo nos reunimos a las 7 de la mañana en El Castillo, de donde partimos aproximadamente 80 ciclistas hacia El Diente, tomando Federalismo y haciendo una pequeña escala al cruzar Periférico, para continuar hasta llegar a un camino empedrado, por el que ingresamos a un predio de terracería en donde se encuentra este lugar, alrededor de las 11 de la mañana.
En El Diente algunos aprovechamos para subir las rocas, tomar fotografías y admirar el paisaje, para posteriormente regresar de vuelta al Castillo, parando nuevamente antes de Periférico en nuestro camino a Federalismo para comprar bebidas y hacer algunas escalas técnicas y poder continuar nuestro descenso por Avenida Américas. Las bajadas en terracería fueron lo más divertido en el que fue mi primer paseo de este tipo, y que hicieron que se me olvidara la desmañanada del domingo que no tenía desde hace ya un largo rato.
A lo largo de todo el paseo se sintió la camaradería del equipo, al esperar unos compañeros al resto que nos íbamos quedando atrás, así como el constante monitoreo de que el grupo se mantuviera completo en todo momento y la vigilancia de los motivos por los cuales algún camarada se detuviera a la orilla del camino. 
Finalmente en El Castillo, nos quedamos a un pequeño con-bebio con pollos, tortas y uno que otro deshidratante con alcohol y se entregaron los premios del Primer Concurso de Fotografia Rodante patrocinados por Beercleta y Biohe
La rodada fue una experiencia padrísima y ahora con el pretexto de tener que desquitar lo invertido en el equipo y en la nueva bici, que eran gastos no programados, es buen motivo para salir a rodar en los tiempos libres, cuando lo pueda.
Saludos a todas las Cámaras Rodantes, en especial a la Banda del Sur!Angel Aguilar “Mamba”
Camara Rodante
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