Llegamos a tiempo al estacionamiento de soriana Chapala, sin conocer a ninguno de los miembros de Cámara Rodante, lo único que sabíamos es que el guía encargado era Edgar. Esperábamos pocos participantes ya que solo habían confirmado aproximadamente 40 en Facebook, y nuestra sorpresa fue que éramos muchísimos más!!! Al iniciar nuestra ruta nos mencionaron que eran 20 Km de ida y otros 20 Km de regreso y no sabía si lo iba a lograr, pero conforme íbamos avanzando la ruta se sintió muy confortable ya que el apoyo de todos los integrantes del grupo me animaban a seguir adelante y el ver los paisajes tan maravillosos y al mismo tiempo convivir con la naturaleza me dio fuerzas para llegar.
En el camino nos cruzamos con manadas de vacas el cual no esperábamos ver que se hicieran a un lado sin que nadie les dijera nada, en el recorrido nos topamos con unas subidas y bajadas muy pronunciadas las cuales nos costaron un poco de trabajo ya que nunca habíamos transitado este tipo de caminos. En el trayecto del camino nos encontramos con varios compañeros que sufrieron ponchaduras y el apoyo del grupo fue muy notorio y eso nos dio la confianza de que si nos sucedía algún percance obtendríamos la ayuda y el apoyo necesario para seguir rodando, ya que mi hijo Diego iba con los punteros del grupo y yo iba en la parte de atrás del grupo.
Cuando llegamos a Mezcala no esperábamos ver un malecón tan bonito y sobre todo el dar un paseo en lancha hacia la isla en donde hay construcciones antiguas y saber la historia de la prisión y el fuerte que ahí se encuentran fue muy agradable para nosotros ya que no conocíamos esa parte tan bonita del Lago de Chapala.
Muchos de los compañeros le decían a mi hijo que iba en la bici con una caja montada, que la llenara de hielos y bebidas refrescantes, para el calor que estaba haciendo a la hora de regresar, el regreso no fue por la terracería sino por la carretera y fue una experiencia muy bonita, que mi hijo disfruto mucho por las velocidades que podía alcanzar y el ir en la punta con los compañeros rápidos del grupo. Y una de las cosas que me gusto del recorrido es que cada quien va al ritmo que puede rodar y siempre hay alguien de apoyo. Listos para la siguiente rodada!
Crónica de Arcelia Blanco
Cámara Rodante
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