Desde la noche del sábado me mentalice pensando en la rodada del día siguiente al Mirador de la Cruz de Volcancillos y Agua del Sauco con el grupo de ciclistas de Cámara Rodante por eso preparé y programé la alarma de mi celular para que sonará a las 5:40 am con una canción prendida de Rock & Roll alternativo de los 90´s de la banda: Bush. Entonces al llegarse la hora de sonar la alarma con la canción: Machinehead de la banda mencionada anteriormente me desperté inmediatamente dando un salto que me puso en dos pies, después de esto me persigne como siempre para iniciar el día bien y como una manera de agradecer a dios por un día más de vida. A continuación bajé a la cocina para calentar agua, en lo que hervía esta subí a mi cuarto para cambiarme y ponerme mi atuendo o vestimenta de ciclista, después bajé a tomar el cantarito que conseguí en la rodada a Tequila de hace un mes cuando llegamos a los cantaritos antes de emprender el regreso y le puse 10 cucharadas de avena, acto seguido vertí agua caliente y deje que reposara unos 10 minutos, después de esto le puse dos cucharadas de miel. Por último bajé la bicicleta de montaña y el casco para irme rodando al punto de encuentro, salí de casa y el cielo estaba en penumbras ya que aún el astro rey sol se encontraba ausente.
Ya en la bicicleta pedaleando en el ambiente se respiraba que podría llover por el viento que soplaba y algunos relámpagos aislados, ya cuando pasé la glorieta de Copérnico yendo por Av. Juan Palomar me di cuenta que por ahí ya había llovido por los rastros dejados en el pavimento. Al llegar al punto de reunión ya había bastantes carros estacionados alrededor de la glorieta y esto presagiaba una rodada con un grupo nutrido de ciclistas.
Cuenta Edgar Fidalgo que la primera vez que rodaron y pasaron por la comunidad de Agua del Sauco la señora Rosario los abordo preguntándoles que si los podía ver en su paso por ahí, entonces se detuvo y platicó con la señora naciendo de esto una amistad que los llevó a rodar más veces por este lugar y hasta ser invitados de honor con la parada obligatoria en la comunidad en la que la elotiza y la comida serían motivos para mostrar su generosidad, humildad y su amistad sincera.
Bueno antes de salir Edgar Fidalgo nos reunió a todos para explicarnos como llegar al lugar en donde dejaríamos los carros, dándonos la información clara y las referencias para llegar todos sin contratiempos, entonces a las 7:30 am. más o menos emprendimos el camino de ida en los carros con las bicicletas montadas en estos hacia Atemajac de Brizuela, de camino fue una hora en la que pudimos observar en el último tramo los paisajes que se nos presentarían en la rodada, con terreno montañoso, con subidas, bajadas, un clima gélido, nublado y húmedo.
Ya que llegamos a la gasolinera que esta de Atemajac de Brizuela a Tapalpa empezó el parqueadero, acto seguido bajar las bicicletas y montarles la llanta delantera, en mi caso me fui de ida en el carro de Tulio, mejor conocido como: “el Xolo”, entonces en el camino de ida íbamos platicando mientras en el estéreo se escuchaba buen rock en español con la banda argentina de los Enanitos Verdes. Aunque yo me fui en el carro de Tulio “el Xolo”, mi bicicleta la llevaba Jesús Vázquez alias “el Chavelón” que iba solo con su novia Paty, de hecho el Chavelón me dijo que me fuera con Tulio porque no quería que les hiciera mosca hahaha, mentira fue porque su carro está muy bajo y con mucho peso pues pega.
Antes de empezar a rodar dos vehículos fueron los designados para llevar las despensas, artículos como: una andadera, una televisión, una muñeca y ropa principalmente térmica por lo frío del lugar en donde está enclavada la comunidad en plena sierra, los autos fueron la camioneta de Lino Valdez que fue manejada por su señora esposa y un Jeep que traía una cabeza de ganado con cuernos incluidos en la que nos tomamos varios fotos, como Chavelón y su servidor. Ya que llegó Chavelón, su novia Paty y los carros que lo auxiliaron nos juntamos todos para recibir las últimas indicaciones de Edgar Fidalgo para empezar a rodar que es cuando uno se empieza a animar, a preparar mentalmente y físicamente para lo que vendrá.
Al principio tomamos un tramo corto de carretera antes de internarnos en la brecha que nos conduciría por los senderos y paisajes espectaculares propios de los lugares montañosos o de sierra, con amplios campos de verdes intensos en varios tonos, con densa vegetación en la que predominaban los pinos y los arboles propios de estos parajes.
El camino de ida fue más subida que bajada con un terreno en veces que se empinaba con una pendiente elevada y prolongada con muchas piedras sueltas y zanjas que hacían más duro y exigían un esfuerzo supremo y de las habilidades de todos los presentes que íbamos de valientes y dando guerra por conseguir avanzando y conquistando el terreno pensando en llegar al mirador como si fuera la conquista de la cumbre del Everest o el ascenso de los picos más elevados de la cordillera de los Andes. Muchos en las subidas prolongadas o con una pendiente elevada parábamos al fallarnos las piernas, la técnica o faltarnos el aire, aunado a la altitud que iba cada vez más en ascenso.
Más adelante nos paramos para compactar al grupo por los que venían detrás, también aprovechábamos para tomar un poco de descanso, aire, alimentos, agua y tomarnos unas fotos con los espectaculares paisajes, en una de esas paradas aproveche para tomarme fotos con el señor Miguel que muchas veces es un apoyo como barredora a los que llegamos alguna vez a ponchar o presentar alguna otra falla en la bicicleta, así como apoyar a los retrasados.
Cabe decir que Lino, el Maromas y Pablo también son un gran apoyo en las labores antes mencionadas, ahora Lino en esta rodada cumplió la labor de barredora y apoyo a los retrasados, que la cumple a la perfección, es una excelente persona, al igual que don Miguel, el Maromas, Pablo, Carlos y Edgar Fidalgo.
Ya que llegamos al “Mirador de la Cruz de Volcancillos” aprovechamos para tomar algunos alimentos, agua, descansar, esperar a que llegaran los más retrasados y admirar y tomarnos fotos en el desfiladero con el formidable espectáculo del danzar de las nubles y la neblina que estaban en un momento cubriendo todo el paisaje abajo y enfrente de la barranca.
Una vez que llegaron todos y disfrutaron del Mirador emprendimos el camino de regreso, en donde tuvimos que esperar a los que estaban aún en el mirador que llegaron al último, y estas fotos siguientes son del momento cuando estábamos a la espera para irnos todos juntos.
Una vez todos reunidos nos dirigimos hacia la población de Agua del Sauco que era el motivo principal de nuestra rodada, para llevar las despensas, ropa y demás artículos a los humildes pobladores de esta región,cuando llegamos ya estaban los elotes listos para ser devorados por los hambrientos ciclistas después de una rodada exigente, además de que nos sacaron dos caguamas misiles que nos chutamos en un abrir y cerrar de ojos al ser muchos los invitados, aparte había cazuelas con: rajas, papas con carne, frijolitos y tortillas hechas por las mujeres de la comunidad para hacernos tacos, y no podía faltar la salsa de tomate con chile, además agua de jamaica y por si fuera poco también quesadillas hechas con tortillas recién hechas en un metate.
Antes de emprender el camino de regreso descansamos un poco y al final descargamos los vehículos en donde traíamos las despensas y demás artículos haciendo una hilera que iba de los carros al interior de la finca para simular una banda transportadora con nuestras manos y hacer más fácil esta labor.
Para concluir nos tomamos unas fotos con los anfitriones, nos despedimos y agradecimos a todos la gente de la comunidad que nos atendió y nos recibió excelentemente y los mencionare: la Sra. Rosario, el esposo es Homero, el papa de la señora que estaba preparando los elotes se llama don Everardo.
El regreso fue muy extremo porque en su mayoría eran bajadas prolongadas y con un declive empinado, además por si fuera poco había muchas piedras sueltas, entonces demandaba de nosotros la máxima concentración y control de la bici, en un punto nos detuvimos el Chavelón, Paulo, Willy y yo para tomarnos unas fotos en las que el que acaparó y robo cámara fue Paulo haciendo gala de sus destrezas para hacer caballitos como se ve en la siguiente fotografía.
Más adelante yo me adelante y me emocione por las bajadas endemoniadas en las que ya no frenaba para nada, logrando una velocidad impresionante que podría asegurar rondaba entre los 70 y 80 Km por hora, entonces Paulo, Chavelón y su novia Paty, Manuel y su novia Mónica, Carlos y Willy aprovecharon una caída de agua entre dos paredes para tomarse unas fotos como se ve en la foto siguiente.
Como en su mayoría el terreno de regreso era de bajada el tiempo en que se recorrió se redujo en comparación con el de ida que era de subida, ya llegando a la tienda o deposito que estaba metros antes de donde dejamos los carros los ciclistas que estaban ya descansando y echándose una respectiva agua de piña (hahaha) y lavando sus bicis en un auto lavado improvisado, me llamaron para detenerme y pedir mi respectivo misil de piña para refrescarme y así bajar la temperatura, brindar y platicar relajadamente, ahí conocí a Alejandro Muro (abogado), a Julio Ascencio (Ingeniero), y a otros más que no recuerdo su nombre. De hecho Alejandro nos dio rait de regreso a mí y al Inge Julio.
Por último tengo que nombrar también a Pablo y su esposa, al Doc. Edgar, a Rene, Ernesto Silva, y quisiera saber los nombres de todos los que fueron parte de esta magnífica rodada para nombrarlos uno por uno sin omitir a ninguno(a) y también hay muchos otros (as) que no pudieron ir como Antonio Leñero, Mario, Mayester, etc. En fin está rodada será inolvidable por los paisajes, la comida, la elotiza, la gente nueva que se llegó a conocer y el reforzamiento de los lazos de amistad y afecto con los que ya conocía, por eso: Gracias Totales (a la memoria de Gustavo Cerati, vocalista de Soda Stereo, que acaba de morir hace poco, después de vivir varios años en coma).
Crónica de Juan Miguel Sanchez
Cámara Rodante
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