6:30 am suena el despertador, abro los ojos, estiro los brazos y empiezo a vestirme, salgo por el pasillo y noto que está lloviendo entonces empiezo a preguntarme si se hará la rodada… sin esperar respuesta me monto a mi “ReBeKa” (nombre de mi bici) y me voy hacia Federalismo donde Carlos y Juan me darían ray para ir a la primavera. Cuando llego una de las primeras cosas que oigo de ambos es: LAS RODADAS NO SE CANCELAN NI POR LLUVIA, y eso me hace sentir bien, me hace sentir segura.
Llegamos a La Primavera, apenas bajo un pie de la camioneta y ya estoy congelada, el frio abruma todo el entorno, veo por todos lados ciclistas ya queriendo subir y yo, ya queriendo hacer ejercicio para disminuir el frio en mi cuerpo, esperamos a que llegaran todos, cuestión de unos 20 o 25 min.
Una pequeña introducción y presentación de nosotros y el recorrido… y tras el frio el chipi chipi de la lluvia entumeciéndonos las manos. Y empieza… nos quedamos de ver en el 8 ½… wuauuuu fueron la muerte! Son los más difíciles (en mi experiencia, al menos por ser la segunda vez que subía) entre bici senderismo y dándole realmente con mi RBK llego, apunto de tirar la toalla pero satisfecha de haber alcanzado hasta ahí. ALTO!!!! Apenas es el principio!!
Así que esperamos a que los demás que faltaban llegaran, mientras tanto los que estamos ahí empezamos a platicar e intercambiar algunos comentarios. Una vez todos juntos ahora si… si … ahora si empezaba el recorrido (y yo que quería darme por vencida en los primeros 3)
Empieza el trayecto las pequeñas subidas con agradecidas bajadas, donde podías disfrutar del aire entrando por el casco y los guantes, donde sentías la adrenalina de bajar a gran velocidad, obstáculos, frenos, caídas. Un trayecto muy fácil y divertido donde las curvas invitaban al “DALE MAS FUERTE”
Fue un trayecto corto hasta llegar al KINDER donde todos cuando llegamos descansamos un poco y desayunamos un poco o nos hidratamos estábamos contentos de haber llegado, entre fotos “pal face” disfrutábamos el momento.
El regreso costo un poco más que la ida, ya que era mayormente subidas , y regrese al bici senderismo y a darle por momento aun así estaba motivada, quedamos de vernos todos en el 8 ½ , y cuando llegamos ahí entre pequeñas vaquitas que parecían de 2mts cada una, agradecí la experiencia y el no haber desistido a la primera.
Llegamos al final, fue entonces la última bajada, pero la que tanto esperaba, como si fuera a cobrar venganza de la subida de los 8 1/2 , así es que lo único que pude hacer fue dar fuerte contra mis pedales y bajar, sentir esa adrenalina final al sentir que cada vez iba más y más rápido (obviamente con precaución) … el ultimo frenon que di fue al llegar a la caseta donde todo había terminado.
Al final todos llegaron, nos despedimos esperando la siguiente rodada … y así estoy … esperando la siguiente aventura.
Crónica de Claudia Herrera
Cámara Rodante
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