COLECTIVO

Guadalajara, Jalisco, Mexico
Somos un grupo de amigos amantes a la fotografía y a la bicicleta, de ahí el nombre de este blog. Cada domingo vamos a pedalear por diferentes rumbos de la ciudad y fuera de la misma. Hacemos tanto ciclismo de montaña, ciclismo urbano y biciturismo. Con esto queremos fomentar el uso de la bicicleta como una herramienta viable de movilidad, de salud y de diversión. ¡¡¡Animate a rodar con nosotros, saca tu bici a pasear!!! Escríbenos a camararodante@hotmail.com

viernes, 29 de mayo de 2015

Y RODÉ, RODÉ POR PRIMERA VEZ CON CÁMARA RODANTE...CRÓNICA DE ANA AVALOS


Domingo 24 de mayo 6:30am de un brinco salgo de mi cama con los ojos mas hinchados que un sapo y con la cara de asustada. Iba tarde para ir mi primer rodada y mi primer rodada con Cámara Rodante, y por fin conocería (un poquito más) a mi amigo Carlos Ibarra que por cierto festejaba su cumpleaños!

Preparo mi licuado verde para agarrar mucha energía, meto víveres a mi mochila y bajo corriendo los tres pisos de mi edificio por las escaleras. –Ya voy para allá por si andabas con pendiente- le escribí a Carlos.

Pedaleo a toda máquina por la ciclo vía de Federalismo pero cuando llego veo caravana de camionetas yéndose sin mí. Confieso un gran alivio, pues mis piernas solo con esos 10 minutos de pedaleo ya se sentían cansadas. -Pásame tu número- me escribió Carlos y para mi sorpresa Carlos y Tania a quien le agradezco mucho su amabilidad y disposición, se regresaron por mí.


Todo comenzó por allá del 2012 cuando honestamente no sé cómo ni porque comencé amistad con Carlos Ibarra vía Facebook, supongo que tiene que ver con la fotografía, pues para esas fechas estaba abandonando ese oficio. El me platicaba de las rodadas y comentábamos a cerca de este blog, del que más tarde me hice lectora intermitente. Cada vez que iniciaba mi página de Facebook algún comentario, invitación o simple publicación a cerca de cámara rodante rondaba en mi inicio.

Mi motivación por participar llevaba 3 años hasta que finalmente logre equiparme de eso tan básico que es bicicleta, guantes y casco.

Llegamos al Soriana Chapala. -Ese que está ahí es Lino- dijo Tania – Cuando lo tengas cerca es porque eres la última.


Comenzó la rodada y yo súper emocionada junto con el grupo comencé la otra etapa de la aventura. 

Íbamos rodando por la ciclo vía de la carretera Chapala-Jocotepec, disfrute mucho el recorrido, como las subidas pero más las bajadas, me sentía bien porque llevaba buen ritmo, conocí varios malecones con unas vistas panorámicas que cualquier citadino en hora pico podría envidiar, nos deteníamos en cada malecón, aprovechábamos para tomar algunas fotos, hidratarnos y convivir con las personas del grupo.



Casi al término de la primer parte de la rodada comprendí los consejos que repetidamente me decían: cambiar las velocidades, porque casi todo lo rodé de la forma más dura –Vas a hacer pierna- me decían.



En un momento creí que ya no podía, pero supe que estábamos muy cerca y llegamos con un accidente leve, espero no haber dañado la bici de Carlos.


Llegamos a nuestro destino, Carlos y su palomilla pidieron cervezas y brindaron, yo brinde con un coco, cosa rara, no por el coco, sino porque moría por una cerveza helada, pero sabía que mi destino podría ser ingrato.


Conviví con gente muy alegre y agradable la cual me decía que les daba gusto que haya ido, sobre todo porque esa rodada era muy tranquila.

Agarramos camino de regreso a Chapala. Desde el comienzo supe que sería de subida así que me mentalice a fracasar.


Después de algunos minutos y en una pendiente honestamente no sabía si subía o bajaba, moría de risa y de nervios por dentro, lo intente una y otra vez. Vi a Lino y recordé lo que Tania me había dicho. Dije: ya no puedo! –Si puedes, y no te vamos a dejar, te voy a ayudar yo y si me canso sigo otro y si se cansa otro, pero no te vamos a dejar- me decían. La vergüenza y el orgullo me dieron energías para continuar, bromeaban diciéndole a Juan “Juan Remolques”.


Terminamos el recorrido entre porras de la/los barredoras(es), la verdad es que ya estaba desvariando con la bicicleta pero en verdad que moría de risa por lo torpe y orgullosa que me sentía de terminar la rodada.


Me despedí del resto de grupo de manera general y agradecí a quienes me ayudaron. A Carlitos le debo la festejada con una chela “bien fría” y a los que me ayudaron un par de caguamas.

Ana Avalos
Cámara Rodante

No hay comentarios:

Publicar un comentario