En una mañana dominguera y fresca, con rico airecito, como niño emocionado, cuando lo llevan a una fiesta, así acudía yo, a la cita de las 7 a.m. en el estacionamiento de Chedraui Vallarta. Para ir a rodar, con los buenos amigos, de Cámara Rodante, a la población de Tala Jalisco, y realizar rodada hacia el muy bonito, valle de los gigantes. Con guía de súper lujo, Don Lino Valdez, hombre de gran calidad humana, por su sencillez y espíritu de servicio hacia los compañeros, en apuros. Y de barredora, nuestro buen amigo Carlos Ibarra.
Éramos un contingente muy numeroso, 48 amigos cletos montañeros, para ser exactos, que llegamos a las 8 a.m. A estacionarnos en las afueras, del poblado de Tala. Lugar debidamente seleccionado, por nuestro guía Don Lino, para cuando regresáramos, no tener problemas para salir de la población, ya que era domingo, día de mucho movimiento en el poblado. Rápidamente quedaron, debidamente estacionados los vehículos y preparamos bicis y equipo y siendo las 8:30 atendimos las indicaciones de nuestro guía y empezamos a rodar, con “Mucha Sabrosura y Vacilon” . Sin faltar la buena charla y convivencia, que caracteriza al grupo.
Atravesamos el poblado de Tala, y salimos al bosque de la primavera, encontrándonos bellos y verdes paisajes, de caña de azúcar, y clima benévolo, en gran parte de nuestra rodada; y dado que el sábado anterior, por la noche llovió de forma regular, la tierra del camino, estaba compactada, rodando así de forma más segura, eso sí, encontramos algunos charcos grandes, que por cierto, algunos amigos cletos dos o tres serian, los que aprovecharon, para echarse un clavado desde sus bicis y darse un chapuzón, unos dicen que se cayeron, que porque se atoraron, en algún hondo agujero.
Otros dicen, que así acostumbran ellos, los domingos se bañan, lo ocupen o no lo ocupen. Como buenos cletos montañeros, atravesamos en nuestro bonito recorrido, la cruz de Leo, el valle del halcón, el potrero de las ollas o comederos y parte de obsidianas.
Encontrando bonitas y entretenidas veredas, así como varias subiditas de grandes piedras, que nos hicieron sudar, la gota gorda, y de plano practicar el bici senderismo, Y entre esas piedrotas, al caminar, cargar bici y rodar, un compañero voló y una amiga resbalo, pero no piensen mal, resbalo la compañera en unas piedritas, cuando cargaba su bici.
El compañero, después de maromear, solo pensó que boxeaba, como si le conectaran golpe de jab en la nariz, no paso a mayores, solo el golpe y cortada, en la nariz griega, recibiendo la debida asistencia y poder seguir rodando; la compañerita solo sufrió raspadita, ya que cayo, muy acolchonadita.
Llegamos a un muy bonito cañoncito, con muchos ojos de agua muy limpia y cristalina; claro, claro, hasta que llegamos nosotros, y varios compañeros, metieron sus pies, para refrescarse y descansar, muy bonito lugar, donde se respira la tranquilidad, y se tiene oportunidad de convivir y compartir algún alimento, tanto para hidratar, como para cargar la pila y así practicar la buena camaradería, que en las vidas agitadas y robotizadas, de las grandes urbes, se olvidan.
Seguimos pedaleándole, ya con algo de calorcito, y llegamos al valle de los gigantes, de grandes piedras y grandes árboles, con su debida y fresca sombra.
En este lugar, no necesitas WIFI, para lograr una buena, conexión interna, así como dialogar con tus compañeros. También puede hacer uno, una muy buena carga de DALAY, para toda la semana.
Como a eso de las 13 horas, llegamos de regreso al poblado de Tala, nos reagrupamos y nos fuimos a degustar unos ricos y famosos, lonches planchados, que venden enfrente de la plaza, hay de panela, pierna y jamón, que solo cuestan los sencillos $ 24 pesitos y combinados $26. Muy recomendables, pero advierto, dado que cuando uno trae mucha hambre, todos los cocineros se le hacen a uno lentos, tienen que hacerse acompañar de mucha paciencia.
Padrísima y relajante rodada, les agradezco la invitación y organización, a nuestro Guía de Lujo Lino Valdez y al buen amigo Carlos Ibarra. Me dio gusto, saludar y convivir en este paseo, a buenos amigos cletos, como el Mayester Eduardo Fernández, Oswaldo Valdez y Adolfo Camarena. Espero que coincidan, pronto las ruedas, para rodar con “Mucha Sabrosura y Vacilon “ Azucaaarrr
Y que tengan, una excelente semana.
Crónica de Ernesto Franco Loza
Cámara Rodante
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