Hace algunos meses mi novia Lisbett decidió comprarse una bicicleta como alternativa para realizar un deporte al aire libre, motivado por su decisión me decidí a comprar la mía para de ese modo como se dice popularmente matar dos pájaros de un tiro, compartir tiempo juntos y realizar ejercicio.
Buscando grupos que realizaran rodadas fue que por medio de Facebook encontré a Cámara Rodante y trás varias semanas de estar revisando sus publicaciones al mismo tiempo que nos armábamos de nuestro equipo se publicó una rodada en el bosque de La Primavera, lo consulté con mi novia si estaba interesada en que fuéramos a lo cual dijo inmediatamente adelante.
Para ser sinceros íbamos un poco nerviosos ya que íbamos a lo desconocido, un lugar al cual no habíamos siquiera visitado antes y por otro lado con un grupo de personas extrañas, no sabíamos exactamente qué nos deparaba el destino.
Un día antes nos preparamos, nos pusimos de acuerdo, se preparó el equipo, un refrigerio y nos mentalizamos a que disfrutaríamos de esta nueva experiencia, así fue como al día siguiente muy temprano salimos rumbo al lugar del encuentro con el equipo.
Al llegar nos quedamos sorprendidos de ver a tantos y tantos ciclistas que a tan temprana hora ya estaban bajando sus bicicletas y ya comenzaban a adentrarse en el bosque. Mientras bajábamos nuestros equipos nos preguntamos ¿Quienes serán los de Cámara Rodante? ¿Si iremos a "armarla"?.
Esas preguntas nos pasaban por la cabeza mientras discutimos quien seria quien preguntaría a las personas presentes acerca de cuál era el grupo de Cámara Rodante. Me toco perder el volado y con pena y todo pregunte afortunadamente le atine a la primera.
Después de una bienvenida, se comenzó la rodada a un paso tranquilo, a través de la ruta se contemplaron paisajes hermosos adornados con gran vegetación y perfumado con la brisa fresca de la mañana. Como todo camino hubo lapsos de esfuerzo, cansancio, relajamiento etc.
Fue una muy grata experiencia y estamos totalmente agradecidos con las atenciones de guías James y Juan de Dios, los cuales fueron en todo momento amables, cuidaron y cobijaron al grupo en todo momento.
Un gran sabor de boca nos llevamos de Cámara Rodante. No queda más que agradecer la oportunidad de poder acompañarlos y compartir esta gran experiencia juntos.
Esperamos poder acompañarlos en proximas rodadas ya que nos encanta visitar pueblos o nuevas localidades.
Crónica de Alberto Ornelas
Cámara Rodante
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