COLECTIVO

Guadalajara, Jalisco, Mexico
Somos un grupo de amigos amantes a la fotografía y a la bicicleta, de ahí el nombre de este blog. Cada domingo vamos a pedalear por diferentes rumbos de la ciudad y fuera de la misma. Hacemos tanto ciclismo de montaña, ciclismo urbano y biciturismo. Con esto queremos fomentar el uso de la bicicleta como una herramienta viable de movilidad, de salud y de diversión. ¡¡¡Animate a rodar con nosotros, saca tu bici a pasear!!! Escríbenos a camararodante@hotmail.com

miércoles, 14 de septiembre de 2016

"NI UNA PIZCA DE ARREPENTIMIENTO". CRÓNICA DE ANTONIO VALDIVIA.


Mi crónica no inicia el día que Cámara Rodante publicó la rodada hacia Atequiza. Comienza desde el pasado diciembre, cuando decidí comprar mi bicicleta por fin; fue ahí donde comencé a buscar información sobre grupos, eventos, artículos, en fin, todo lo relacionado al ciclismo. Y así descubrí a Cámara Rodante, leía las publicaciones y me animaba y decía: “¿por qué no?”.

Aún recuerdo el primer día que salí a pasear en mi bicicleta nueva, todo un fracaso. No tenía idea de cómo utilizar los cambios (y eso que estaba parejo en su mayoría jaja). En fin, fueron 5 kms que casi me provocaron un infarto, carecía completamente de condición física. En fin, veía las rodadas de 40, 50 kms y decía: “no pos no”.

Por ahí de junio Cámara Rodante publicó una rodada para novatos en La Primavera, 25 kms, y dije: “esa es la indicada”. Jaja, ese famoso 8 ½ rompió mis esperanzas de continuar, no termine.

Pasaron los meses e iba aumentando mi resistencia, pero no me sentía con la capacidad de terminar una rodada formal; y así inicia la historia de esta fabulosa rodada hacia Atequiza.

Publican la rodada, y veo que dice que es: TODO PLANO, y empecé a pensar si sería capaz, porque los 35 kms marcados me ponían en duda. Total, que pensaba y pensaba, no tenía ni idea de donde era Atequiza para empezar. Le envié mensaje a Carlos Ibarra para preguntarle sobre las características de la rodada, quien muy amablemente me dijo que me animara. Y así seguí pensando si podría, porque cada vez que venía a mi mente los 35 km, creía que no podría terminar.


Así que llegó el sábado por la tarde y aun dudaba en ir. De un momento a otro tome la decisión y fui a comprar chocolates, barras energéticas, etc, para el siguiente día.

Domingo por la mañana, suena el despertador y por un instante volvió a pasar por mi mente la distancia de 35 km y la inquietud de no ir. Deje todo eso a un lado y empecé a acomodar las cosas, al tener casi todo listo, y ¡oh, sorpresa! no encuentro la cámara de repuesto, una vez más pasó por mi mente el no ir.

Encontré la cámara en un lugar remoto de la alacena, que muy amablemente me había guardado mi esposa ahí (jaja). Salí a carretera y encontré un grupo de ciclistas y me preguntaba si serían los Pies Negros.

Llegue a los Tres Potrillos 20 minutos antes de la hora, y ya habían camionetas con bicicletas en el punto. Salude a el Toro, quien yo creo que vio mi miedo en mi cara y muy amablemente trato de darme ánimos y me dijo que estaba leve la rodada. De repente llegan Pies Negros y Carlos grita: ¡Vámonos! y ahí vamos en caravana detrás de Pies Negros.

Llegamos a La Capilla, y a bajar las bicicletas y arreglar los detalles. Por fin llegó el momento, nos dieron indicaciones y señalaron el punto de partida. Pasamos por la calle principal de La Capilla, para después llegar a una terracería.


Poco a poco fuimos avanzando, todo muy bien. Seguimos por la terracería al lado de las vías del tren, donde pasamos unos charcos en los cuales los experimentados atravesaban y los que no nos queríamos arriesgar, pasábamos por un lado.


Llegamos a un crucero donde fue el primer punto de descanso; se acerca un compañero y me pregunta cómo iba, a lo cual le contesté que muy bien. Vi mi app y veo que llevamos 11 kms, fue en ese momento donde supe que si podría terminar. Continuamos por una carretera hasta Atequiza, donde desafortunadamente una compañera cayó de su bicicleta. Rápidamente entre los compañeros la atendieron y poco a poco se fue recuperando.


LLegamos al Teatro, muy bonito, y ahí estaban ensayando unas niñas danza, con violines y guitarras. Tomamos la foto de grupo y a continuar. En poco tiempo estábamos en la estación del tren, con muy buenos lugares para tomar las fotos correspondientes.


Había un chavito que hizo como 3 rodadas, porque de repente me rebasaba, luego se regresaba con el grupo de atrás y luego otra vez me rebasaba, jajaja, era como decir: “por Dios ¿que este niño no se cansa?”. Continuamos el camino y llegamos a otro pueblito que es Atotonilquillo y ahí conocimos un templo en ruinas con bellos lugares también para las fotos. Ahí pregunté si ya iríamos de vuelta, a lo que me comentaron que sí, y me alegré porque supe que terminaría la rodada bien.


Regresamos en su mayoría por el mismo camino, entre las milpas, las vías del tren y el compañero de la banderita que ponía buen ritmo a la rodada. Una vez que llegamos a La Capilla, para mi en lo personal, fue muy satisfactorio saber que sí pude hacerlo.


De los elotes, pues que decir, ¡una delicia!. Todo el choro mareador con el que inicie esta crónica, es con el afán de que si alguien tiene dudas en unirse a Cámara Rodante, vea que si se puede. El grupo es de lo mejor, llenos de paciencia, compañerismo y nunca te dejan caer los ánimos. Espero pronto volver a rodar con ellos.

Crónica por Antonio Valdivia López
Cámara Rodante

1 comentario:

  1. Dr Antonio Valdivia, mi sobrino del cual me siento súper orgulloso. Felicidades por tu logro y un saludo para ti y para todos tus compañeros de Camara Rodante desde Saint George Utah USA

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