COLECTIVO

Guadalajara, Jalisco, Mexico
Somos un grupo de amigos amantes a la fotografía y a la bicicleta, de ahí el nombre de este blog. Cada domingo vamos a pedalear por diferentes rumbos de la ciudad y fuera de la misma. Hacemos tanto ciclismo de montaña, ciclismo urbano y biciturismo. Con esto queremos fomentar el uso de la bicicleta como una herramienta viable de movilidad, de salud y de diversión. ¡¡¡Animate a rodar con nosotros, saca tu bici a pasear!!! Escríbenos a camararodante@hotmail.com

miércoles, 30 de noviembre de 2016

¿QUIÉNES SON ESOS LOCOS EN LICRAS MULTICOLORES QUE VAN A LA PRIMAVERA A LAS 8:00 A.M? CRÓNICA DE GUSTAVO LOZANO,


¡Pista, pista! Se escucha a lo lejos eufóricamente, no estorben dice uno de los líderes a los miembros de su equipos, ¿todo bien?, interrogan gritando al ver a otro ciclista detenido, ¡carro al frente!, ¡carro atrás!, se advierten a gritos en el camino, ¡ponchado! exclaman para alertar, ¡A NADIE DEJAMOS ATRÁS!, dice un líder a alguien que indica se empieza a cansar.

¿Quiénes son y de dónde vinieron estos raros sujetos que andan en dos ruedas, vestidos con mallas y atuendos multicolores y que se reunieron un domingo 27 de Noviembre del 2016 a las 8:00 A.M, en una de las entradas del Bosque llamada “Postes” con el objetivo de subir una montaña en bicicleta? 

Despertar a las 6:30 de la mañana, en domingo “no es de dios”, dirían algunos, crudos estarían otros, debajo de una caliente cobija probablemente estaría la mayoría de los jaliscienses a esa hora, ¿un menudito? pensarían finalmente unos más.

¡Después de todo es domingo, día de descanso! Entonces la pregunta se vuelve un tanto compleja en esta contemporánea sociedad: ¿Por qué un grupo de ciclistas llamado Cámara Rodante tiene la osadía de convocar a la sociedad a rodar al Bosque de la Primavera, ¡a esas horas! ¿y en domingo?, y la mayor incógnita: ¿cómo pude levantarme?

A pesar de que tenía inicios de gripe, quise poner la alarma a las 6:30 am, pensé que podía hacer la prueba de despertar y analizar si mi organismo había mejorado, afortunadamente así fue y decidí arriesgarme a la aventura, bajo la siguiente conclusión: o mejoraba con el ejercicio o el lunes estaría peor, no sin antes titubear un poco en la decisión por el frió o por la hueva, sin embargo determinándome a hacer algo por mi persona y salir a rodar en mi bicicleta.

Bebí mí indispensable droga matutina “café negro sin azúcar”, avena sin leche para la energía, disfraz ciclista, y mi hermosa bicicleta en mi auto, tomando rumbo al santuario ciclista con el frió y el tiempo pisándome los talones; al ingresar a Mariano Otero, la emoción se multiplicó en mi ser, empiezo a darme cuenta que no soy el único loco que se levantó a esa hora el domingo, unos ciclistas aventurados van desde el inicio de la Avenida por allá, muchos autos con bicicletas colgadas por acá, pareciera que algún tipo de hechizo u ojo de Sauron nos está llamando al final de esta avenida.


Al llegar a “Postes” se pueden apreciar ciclistas por todos lados, con sus mallas multicolores, equipados fuertemente para la aventura, preparándose para viajar a algún destino que el Bosque ofrece. Identifico a miembros del clan con el que hoy vengo a compartir este ritual “Cámara Rodante”, hoy es numeroso.


Después de agruparnos conforme al orden asignado, arrancamos en punta de lanza, somos el equipo “1”, tenemos que ir hasta adelante del numeroso contingente, como si a la guerra nos dirigiéramos.



El objetivo era subir al 8 ½, lo cual logramos exitosamente con sudor bajo la ropa abrigadora.


Después nos dirigimos a la Estación Bicicleta, peculiar oasis en medio del bosque, donde todo el mobiliario tiene alguna pieza de bicicletas, y venden un delicioso café de olla que me cayó como un elixir traído del cielo; algo pasa, los ciclistas empiezan a reagruparse pero de manera más organizada y empiezan a indicar que ingresaremos a una zona rápida y con terreno muy irregular, debemos tener mucho cuidado y salir con el pelotón al que cada uno pertenece, con una distancia considerable por si alguien caía, lo cual no pude lograr por estar bebiendo café, al final salgo con el grupo 3.


No era exageración, empezamos a bajar a una velocidad alta pero maniobrable, debemos ir metiendo freno ya que la velocidad nos podría convertir en un kamikaze jalisciense, me empiezo a preguntar dónde estará mi grupo. Llegamos a una loma alta que tenía una bajada pronunciada, la cual tomo con precaución, veo dos grupos adelante, es un ponchado y mi equipo, ETAN, el pequeño niño ciclista de mi grupo está en el suelo llorando y desconsolado, todos están alrededor de él, unos gritan: oríllense, otros pista, pista, todos al pasar empiezan a interrogar si está bien el pequeño ETAN.


ETAN es un pequeño niño con una gran determinación, mi percepción es que será un gran ciclista; esta vez cayó por frenar demasiado y encontrarse encima de arena o piedras muy pequeñas, no parece estar tan mal, tiene despellejado un costado, pero no es nada grave, puede seguir, su molestia es haber caído, a lo que el grupo fraternalmente le indica que existen dos tipos de ciclistas los que se caen y los que se van a caer,

ETAN empezó a titubear un poco en si debía seguir, alentándolo todos en que es algo natural caer de una bicicleta, pararse y seguir, posiblemente comparable con otros aspectos de la vida cotidiana.


Llegamos a un punto de encuentro grande, con colinas empinadas que tenían aspecto peligroso, iniciamos el descanso y convivencia, algunos padrinos empezaron a enseñar a sus ahijados a desarmar una llanta, otros a parchar, otros más algo de mecánica básica para el corazón (chismear y cotorrear), a lo lejos se escucha un ruido y al voltear nos percatamos de la presencia de un ciclista clase kamikaze, aquellos que practican de la mano de la muerte o del hospital, los “Downhilleros o Endureros”, uno va cuesta abajo y se encontró con ETAN al fin de la bajada, si no hubiese sido por su maestría en el uso de la bicicleta posiblemente lo hubiese atropellado, al final cayó en una maroma planificada como si un doble de película se tratase.


Todos iniciamos una porra de aliento para que el ciclista kamikaze, repitiera su maniobra, quedamos callados, esperamos un tiempo con los celulares en la mano listos para grabar, cuando de repente lo vemos salir y quedamos en total silencio, esperando pudiera bajar sin ningún percance, ya que la caída seguramente ocasionaría múltiples fracturas, sin embargo, el ciclista lo logró, y todos aplaudimos la proeza, algunos del grupo de Cámara Rodante propusieron como examen final bajar por esa colina, lo cual yo reprobé.


Finalmente regresamos por la conocida Hermosísima, ruta de grandes montañas, en la que el disco “payasito”, apareció por un largo rato, finalmente logramos salir sin incidente alguno, nos agrupamos y llegamos al punto de inicio, con saldo de un ciclista herido ETAN.


¿Quiénes son esos locos en licras multicolores que van a la primavera a las 8:00 a.m?, son un grupo de seres humanos, que integran una comunidad que gira en torno a un vehículo que usa como combustible cerveza, comida, café, snacks, llamado bicicleta; son unos locos que se reúnen con el pretexto de rodar, admirar bicicletas y disfrutar de un lugar donde pueden rodar libres, que tejen una comunidad la cual tiene como slogan: “A NADIE DEJAMOS ATRÁS”


En la que se cuidan unos a otros, donde se conocen personas, que se logran organizar como si un pelotón del ejército se tratara para evitar tener bajas, un grupo de locos que prefiere despertar el domingo a las 6:30 am a quedarse en el confort de su casa, un grupo de locos del que podemos aprender mucho si nos lo proponemos, como mínimo, la determinación y a la rehidratación final con una deliciosa cerveza en el bar ciclista, esto es ¡CÁMARA RODANTE SEÑORES!, hermandad de ciclistas multicolores QUE A NADIE DEJA ATRÁS.

Por Gustavo Lozano
Cámara Rodante

2 comentarios:

  1. Gustavo.
    Tu crónica el la más detallada y novelesca que he leído de este deporte.
    Te felicito porque describes lo que la mayoría de los ciclistas sentimos pero no sabemos expresar.
    Atte Marco Morales

    ResponderEliminar
  2. Excelente crónica Gustavo, ¡¡¡Felicidades!!! Comparto la opinión de Marco Morales que es la mejor que he leído, es muy motivadora para seguir adelante con este deporte tan apasionante.

    Atte. Caro Cruz

    ResponderEliminar