COLECTIVO

Guadalajara, Jalisco, Mexico
Somos un grupo de amigos amantes a la fotografía y a la bicicleta, de ahí el nombre de este blog. Cada domingo vamos a pedalear por diferentes rumbos de la ciudad y fuera de la misma. Hacemos tanto ciclismo de montaña, ciclismo urbano y biciturismo. Con esto queremos fomentar el uso de la bicicleta como una herramienta viable de movilidad, de salud y de diversión. ¡¡¡Animate a rodar con nosotros, saca tu bici a pasear!!! Escríbenos a camararodante@hotmail.com

jueves, 2 de febrero de 2017

"SALIMOS JUNTOS Y REGRESAMOS JUNTOS" CRÓNICA DE ALEJANDRO MUÑOZ.


Mi nombre es Alejandro y soy padre de una integrante de Cámara Rodante; comento esto porque a pesar de muchas invitaciones por parte de mi hija para rodar con el grupo, siempre encontró negativas de mi parte para ir a rodar, ya saben, “está muy lejos”, “es muy temprano”, “hace frío”, “esa rodada no es para novatos”.

Pero se alinearon los astros y el día sábado 28 de enero me invitó a rodar en el Bosque de la Primavera (cerca de casa) y para NOVATOS. Obviamente no acepté, pero el domingo a las 7:00 de la mañana me levanté para ir a rodar.

Salimos de casa aproximadamente a las 7:40 am para recorrer dos kilómetros y estar un poco antes de las 8:00 en la entrada de la Primavera por Mariano Otero. A reserva de que no conocía a los integrantes de Cámara Rodante, creo que fuimos de los primeros en llegar.


Poco a poco se fue consolidando el grupo y fui presentado por mi hija con sus compañeros que se veían ansiosos por empezar el recorrido, un tanto motivados por el hecho de rodar y otro tanto por el frío. Nos tomamos la foto del grupo y arrancamos.


Después de saludar a James, recuerdo haber comentado, “donde me canse me regreso” creo que aquí fue donde falló mi estrategia. Porque James dio las indicaciones, nos advirtió que era una rodada contemplativa. Empezamos a rodar por un empedrado y posteriormente por una terracería ambos de subida. A partir de aquí tuve marca personal “salimos juntos y regresamos juntos” recuerdo todavía las palabras de James.


El primer punto de reunión fue el ocho y medio, lugar donde acaba la pendiente. Durante este trayecto conté con el apoyo de mi hija y de James que me ayudaron a administrar mi ritmo para el ascenso y uno que otro ajuste a mi bicicleta, como la altura del asiento o cómo manejar los cambios de mi bicicleta, siempre me animaron hasta llegar al punto denominado el ocho y medio, donde los más experimentados ya nos esperaban.


A partir de aquí empecé a disfrutar el recorrido, ya que a pesar de haber recorrido este tramo en otras ocasiones, en esta rodada llegue hasta el ocho y medio en menor tiempo, con un menor número de descansos, por lo que concluyo que los consejos y las palabras de ánimo surtieron efecto, además sabía que a partir de aquí el camino no sería tan sinuoso.

Después de un breve descanso, proseguimos por una terracería rodeada de encinos y una que otra granja; conforme rodábamos por ese camino con pocas pendientes y una que otra subida el paisaje boscoso fue más eminente.


El siguiente punto de encuentro fue en la Estación Bicicleta, para no variar, el que hace este relato con su sobrepeso y 50 años de edad, llegó al último. En este punto rompí mi record personal, nunca había llegado tan lejos, estaba tentado a regresar pero recordé la frase: “Salimos juntos y regresamos juntos”, además no me sentía tan cansado y sabía que tenía que seguir rodando, tal cual lo manda “José Alfredo Jiménez” en su canción de El Rey.


Proseguimos por una bajada al paraje la Hermosísima, rodeado de pinos y de encinos hasta llegar a una brecha un poco más técnica, al menos para mí, por ser una bajada empinada para llegar a “El Kinder”, por fin, dije el final del recorrido, pero en realidad fue la mitad del recorrido, pues faltaba el regreso; ahí descansamos un momento disfrutando el paisaje, un pequeño valle dedicado al cultivo del maíz rodeado de montículos con pinos y encinos.


Al poco tiempo, el regreso comenzó y lo que fue bajada se convirtió en subida, ni hablar, sabía que tenía que regresar, así que me relaje y pedalee, ya que en ese momento ya tenía idea del camino que se debía de recorrer, no quedó más que rodar siempre con el apoyo y marca personal de Vicky Victoria y James.


El resto del grupo, se desvió para tomar la ruta de la Vaca Muerta, tramo que según entiendo tiene su dificultad técnica, por lo que yo me conformé por seguir por el camino principal, ya con huellas de cansancio,

James me animaba diciendo que llegando a la civilización me tomaría unas cervezas frías, hasta que por fin llegamos de regreso al ocho y medio, donde todo fue cuesta abajo, devuelta después de los consejos de James bajamos hasta llegar a la entrada principal, donde se reagruparon algunos de los miembros de Cámara Rodante para posteriormente reunimos en una tienda, donde me despedí para poder irme a casa.


El cansancio no me dejó despedirme de todos y de agradecer a los organizadores de Cámara Rodante esta experiencia que sin duda tendré que repetir, con un poco más de condición y en otra rodada para novatos para combinar mi gusto por la naturaleza y la oportunidad de hacer algo de ejercicio.

Por Alejandro Muñoz
Cámara Rodante.

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