COLECTIVO

Guadalajara, Jalisco, Mexico
Somos un grupo de amigos amantes a la fotografía y a la bicicleta, de ahí el nombre de este blog. Cada domingo vamos a pedalear por diferentes rumbos de la ciudad y fuera de la misma. Hacemos tanto ciclismo de montaña, ciclismo urbano y biciturismo. Con esto queremos fomentar el uso de la bicicleta como una herramienta viable de movilidad, de salud y de diversión. ¡¡¡Animate a rodar con nosotros, saca tu bici a pasear!!! Escríbenos a camararodante@hotmail.com

miércoles, 24 de mayo de 2017

TLACOTÁN, UNA AVENTURA ESCÉNICA. POR ALEX DUARTE


“Cuando veo a un adulto en una bicicleta, no pierdo las esperanzas por el futuro de la raza humana”: H.G. Wells.

La más reciente rodada de "Cámara" como le llamamos con respeto y admiración, sucedió a lo largo de 30 km el pasado 21 de Mayo 2017 por diferentes poblaciones rurales como indicaba la invitación publicada: "A rodar por Tlacotán, las raíces de Guadalajara”.

Esta aventura se vivió como en el teatro o cine por ser escénica en ambos sentidos, por sus características panorámicas así como los eventos sucedidos y que pudieran delimitar alguna puesta en escena.

 Acto 1: El encuentro.


Como cualquier rodada, en este grupo la puntualidad es respetada y justo al amanecer, ciclistas y caballos de acero (o aluminio) se hacen presente en el punto indicado en la invitación hecha; el montaje de las bicicletas en los vehículos termina 20 minutos después para partir hacia un restaurante en las inmediaciones del municipio de Ixtlahuacan del Río (no confundir con el De los Membrillos). 

En el camino tuvimos la agradable incorporación en movimiento de una camioneta mas que se animó a rodar y alcanzarnos con 6 ciclistas más.

Hicimos una breve parada para compactar la caravana y cargar líquidos y carbos en una tienda justo a la salida de la ZMG. Después de una hora de conducir, llegamos al popular "Restaurante Mesón Real" donde coches esperarían el regreso del grupo de decenas de ciclistas.


Desmontar y armar bicis, da a todos la sensación de tener 8 años de edad y abrir regalos en navidad, aunque nos acompañaba gente desde los 12 años hasta ciclistas con suficientes primaveras vistas como para escribir libros y libros acerca de rodadas en Jalisco .

Se da entonces una rápida introducción por parte de quien organiza para tocar temas de seguridad y platicar acerca de los poblados que estábamos por conocer. La fotografía grupal es tomada y para no variar es la señal de subirte a tu bici y dejarte llevar por el pelotón.

Acto 2: De ponchadas y desponchadas.


La parte inicial la transitamos por 8 km de carretera, segmento que nuestro guía y su apoyo organizaron con radios para mantener a todos tan compactos como fuera posible y nosotros replicar los avisos de seguridad como: bache! carro por izquierda! perro por derecha! etcétera.


El primer poblado que atravesamos fue Las Trancas, que solo cruzamos para llegar a hacer una parada en Mascuala, donde descansamos en la placita del pueblo y recargamos la hidratación consumida hasta entonces.


Seguimos adelante para recorrer el circuito programado y entrar en terreno de terracería, aquí nos volvieron a sorprender mas rodantes que aparecieron de entre los caminos; sí, se nos integró un par de ciclistas, "¿Es cámara?" preguntó uno de ellos, "vámonos, bienvenidos!" contestó nuestro anfitrión para cruzar algunas rancherías incluida Santiago, que nos mostró lo atractivo que son las poblaciones jaliscienses rurales y sus campos arados.


Minutos más tarde y habiendo recorrido senderos donde probablemente cosan ladrillos por el color que el polvo rojizo pinto nuestras bicis y ropa, llegamos a Trejos, visitamos el templo en ruinas, tomamos un par de fotos.


Continuamos la travesía luego de unos minutos de descanso, nos dirigimos a el último punto de visita, Tlacotán. La parada fue en un cementerio donde un compañero se percató que la llanta trasera de alguien más venía ponchada; el ciclista propietario apareció y con mínima asistencia, reparo efectivamente el inconveniente mientras el resto tomaba fotografías del lugar.


Afortunadamente esto sucedió bajo un tejaban del panteón; hacer reparaciones después de 20 km y a las 11 am en el campo abierto, no hubiera sido del todo agradable.


Seguimos la rodada al cabo de unos breves momentos. 4 km adelante y bajo el sol de medio día, en un descenso, el grupo se separó en 2 partes, la punta esperamos en la siguiente intersección; se nos informó entonces de un par de pinchaduras más que había retrasado la otra parte del grupo.

Aguardamos en la sombra de unos árboles mientras nos alcanzaba el resto del grupo. Desponchadas las bicis como decimos los oriundos del norte, nos dieron rápido alcance y reagrupados salimos rumbo al restaurante de donde habíamos partido horas atrás.


Acto 3: Cables de corriente o Camarón empanizado.

Nos esperaba una mesa, un pescado, un refresco y una agradable platica, todo lo anterior en el apacible restaurante/granja donde nos recibieron con jarras frescas de agua. Cómicos y carcajeantes malos entendidos entre los comensales y el personal acerca de las comandas, dieron paso a goce del banquete de frescos mariscos.


El desenlace también lo protagonizaron algunos coches que decidieron que la aventura debía ser más larga: primero a nuestras ciclistas que nos acompañaron desde el centro del país, el sistema de su alarma les ocasionó retrasos desde no poder abrir la puerta de su camioneta hasta lo que con la ayuda de varios compañeros se diagnosticó una falla batería-configuración de alarma lo que imoedía al motor arrancar; decidieron llamar a asistencia en el camino por parte de su seguro automovilístico.


Esto desde las premisas del restaurante; luego que el seguro estaba al tanto de la situación decidimos partir hacia la ciudad, en el camino nos percatamos que a un kilómetro del letrero "Bienvenidos a Guadalajara", descansaba el coche de otra aventurera del pedal que pasaba los minutos esperando también a su seguro pues la temperatura de su motor fue tan alta que no le fue posible terminar el trayecto.

La acompañamos con unos refrescos mientras la asistencia llegaba y después a terminar de atravesar el límite de la ciudad. Sin duda ninguno ni las suma de todos los incidentes mencionados hará que ni uno solo de los involucrados continúe en su práctica dominguera y siga atendiendo el llamado de Cámara Rodante: "

¡Saca tu bici a pasear!"

Por Alex Duarte
Cámara Rodante


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