Vi la publicación en Facebook y al momento pensé: “¡tengo que ir!” Lo curioso es que nunca tuve la certeza de asistir, de hecho tengo que confesar que supe que iría hasta el momento que todos estaban arrancando del punto de partida, que esta vez fue en la colonia Las Fuentes de Guadalajara.
Quiero agradecer enormemente a Antonio Pinedo y Pedro Castellanos, quienes prácticamente arrancando, se detuvieron y amablemente aceptaron llevarme con todo y mi bicicleta.
¡Y así comenzó la aventura! Tanto para mis nuevos compañeros de viaje como para mi, era la primera vez asistiendo a un viaje de “Cámara Rodante”.
Al llegar al pueblo de Concepción de Buenos Aires, me sentí un poco nervioso de poder causar un contratiempo al grupo, ya que no soy un ciclista de nivel avanzado.
Al momento de comenzar con el viaje me tranquilicé y empecé a disfrutar de los paisajes y la compañía de todos en el grupo.
Me sentí muy agusto y conocí lugares preciosos como la laguna por la que pasamos.
Continuamos nuestro camino hacia el mirador, y todo muy agradable; cuando llegamos a la última subida, tengo que admitir que esa subida se me hizo muy pesada y me dio una doble satisfacción, pues al llegar a la terraza que está un poco antes, pensé que ya había llegado ¡Pero no era así!
Ahí estaba alguien que me comentó: “no es aquí, ya falta poco…” tomé aire y retomé el camino, caminando en momentos por el cansancio y al fin llegue al final.
Lo mejor es que fue un viaje sin contratiempos, los únicos detalles de los que me percaté fueron dos ponchaduras que se solucionaron al momento; cuando estaban arreglando una me tocó conocer al “Mayester” (Eduardo), quien traía música muy de mi agrado.
Después un alto en el camino para la hidratación…
Para finalizar, fue una rodada excelente con paisajes muy bonitos y una compañía bastante agradable, muchas gracias al guía Pedro Ponce, Antonio Pinedo y a Cámara Rodante por hacer esto posible.
Mario A. López H.
Cámara Rodante
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