COLECTIVO

Guadalajara, Jalisco, Mexico
Somos un grupo de amigos amantes a la fotografía y a la bicicleta, de ahí el nombre de este blog. Cada domingo vamos a pedalear por diferentes rumbos de la ciudad y fuera de la misma. Hacemos tanto ciclismo de montaña, ciclismo urbano y biciturismo. Con esto queremos fomentar el uso de la bicicleta como una herramienta viable de movilidad, de salud y de diversión. ¡¡¡Animate a rodar con nosotros, saca tu bici a pasear!!! Escríbenos a camararodante@hotmail.com

sábado, 10 de febrero de 2018

"UNA RODADA CON MUCHA ADRENALINA Y COMPAÑERISMO: SAN BLAS" CRÓNICA DE PAULINA ROSALI



“Ah, ¡cómo quisiera ir!... Pero, ¿con quién? Sólo un par de personas de mi círculo social tienen bicicleta de montaña, les voy a decir”. Fue lo primero que pensé cuando vi el post del evento en Facebook. En ese mismo momento compartí a estas dos personas la publicación para saber si querían ir conmigo. Ninguna podría hacer el viaje.

Yo creo que todos los que nos subimos a una bicicleta por primera vez, descubrimos una inquietud que siempre había estado ahí, latente, esperando la primera oportunidad para sobresalir. Me refiero a la inquietud de desprenderte por fin de factores externos que te habían estado impidiendo todo este tiempo tener control de tu movilidad, de tu curiosidad por el entorno, vaya, ¡de control sobre ti mismo!

 

Las personas más independientes, sentipensantes, empáticas y generosas que he conocido no están en una iglesia, ni en el trabajo, ni en mi coto (con sus extraordinarias excepciones, claro). Están en los grupos ciclistas (y los que no pertenecen a uno, también). Me he movido en bici por casi 3 años ya dentro de la ciudad. Uno y medio en mi natal Tuxtla, Gutiérrez y uno y medio más en Guadalajara-Zapopan.

 

Cicloturismo como se dice cicloturismo, sólo una vez en Chiapas y otra ahora, a San Blas, con Cámara Rodante.

El temor de ser la nueva siempre me pone de nervios, pero con el historial de una comunidad de ciclistas como Cámara Rodante, me sentí aliviada desde un inicio porque sabía que encontraría personas muy, muy humanas.

 

Y ni modos, tuve que ir sola sin conocer más que por teléfono a Edgar a este paseo a San Blas. Salimos a las 8:00 pm del punto de encuentro en Guadalajara (que por cierto, Toño no dejó pasar la oportunidad para recordarme que llegué al último y que por eso salimos más tarde jajaja! Aunque en realidad él se fue a cenar).

Llegamos al hotel en Tepic para pasar la noche, y a pesar de tener mucho sueño, la emoción por la rodada del día siguiente no me dejó descansar al 100. Pero no importaba, porque sabía que al llegar podría relajarme todo lo que quisiera.

 

La mañana del sábado 3 comenzamos atravesando Tepic por la Av. Insurgentes para salir a la carretera que nos llevaría a San Blas. La primera parte, de unos 10 km, era pura autopista, y la parte más empinada la sentí demasiado pesada, así que me senté porque me estaba faltando el aire. Chava “Cheves” me acompañó todo ese tiempo hasta que Lucy fue la primera en aparecer donde estábamos y seguimos a pie hasta alcanzar la barredora para subirnos. Naturalmente, fui la última en llegar y casi todos ya habían desayunado en La Noria.

Lo bueno es que después de esta parada, el resto fue bajar, bajar y bajar por terracería. Hubo unas cuantas paradas en poblados, pero la parte más divertida fue después del pueblo que tenía su calle principal toda empedrada (no recuerdo el nombre).

Coincidí en esto con Edgar, era ya más montañosa pero no tan extrema para “newbies” como yo.

 

Conforme vamos bajando, se nota más y más el cambio en la vegetación, y el calor es ya bochornoso, húmedo. Me recordó mucho al clima de Tuxtla, y aunque a muchos les irrita este tipo de calor, yo me sentí un poquito en casa.

 
Preferimos ir a la ciclovía de San Blas y a la playa en vez de ir directamente al hotel, tanta era la emoción y todos estábamos en buena forma para seguir rodando unos kilómetros más.

Llegamos al atardecer a la playa, sacamos unas fotos, rodamos por la playa hasta el muelle y sólo entonces dimos la vuelta para regresar al hotel.

 

Luego de bañarnos y cenar, pedimos taxis para ir al pueblo, pues era el mero día de su santo patrono. ¡Y menudo taxista que nos llevó! Nooo bueno, ¡parecía salido de una caricatura!

 

Y los que ya saben cómo es Toño (que iba de copiloto junto a Chava Cheves), se encargó de darle cuerda al “Guapo”. Sí, así se hace llamar el don. “¿Y cómo se llama?”, preguntó Toño: “A mí me dicen El Guapo mijo”, respondió el tío. Obviamente todos en el taxi estallamos en carcajadas, porque si conocieras a este personaje, te darías cuenta de la paradoja de su apodo.

A partir de ahí, no paró el chacoteo, el albur, ni la cantadera (ah, porque “El Guapo” trae un abanico de música, desde Taylor Swift hasta Gente de Zona). Llegamos al pueblo y de El Guapo nunca me enteré su nombre verdadero.

El pueblito de San Blas es básico, había mucha gente reunida en el quiosco y música en vivo, pero les recomiendo mejor que visiten Chiapas (pequeño comercial). Total que yo ya estaba muy cansada y como no soy tan amable cuando tengo sueño y no puedo dormir inmediatamente, preferí irme buscando mi taxi para volver al hotel.

Nos regresamos cinco de nosotros y se me hizo larguísimo el trayecto de vuelta, ya nadie ni hablaba de lo zombies que estábamos.

En fin, creí que podría dormir de lo lindo, pero no. Tuve problemas para conciliar el sueño por causas de fuerza mayor (ejem, ejem, alguien roncaba).


Así que al día siguiente cuando todo mundo tenía planes de salir a visitar otros lugares, yo decidí quedarme todo el santo día en el hotel y en la playa.


Ese domingo ha sido el mejor autoregalo de lo que va del 2018. Dormir plácidamente, caminar por la playa, comer, dormir más, comer, ver el canal alemán en la tv donde tenían buen rock, y aunque parezca un poco huraña, sin tener que andar lidiando con mucha gente a mi alrededor a cada segundo.
En la noche, ya de regreso los demás, estuvimos “viendo” el superbowl (pero la verdad estaba mejor el chacoteo con Gis, Toño y Chava Cheves).

Quiero agradecer a Edgar por su grandísima amabilidad y atención hacia una novata como yo, y a todos en general por su apertura y compañerismo. Como ya dije al inicio, la comunidad ciclista es de las más humanas con las que me he topado, y te hacen sentir a salvo a pesar de ser una foránea y de mal carácter cuando está cansada y quiere dormir.

San Blas con Cámara Rodante es un paseo altamente recomendable si quieres divertirte, subir la adrenalina, relajarte y conocer personas chulísimas.

Por Paulina Rosali
Cámara Rodante

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