COLECTIVO

Guadalajara, Jalisco, Mexico
Somos un grupo de amigos amantes a la fotografía y a la bicicleta, de ahí el nombre de este blog. Cada domingo vamos a pedalear por diferentes rumbos de la ciudad y fuera de la misma. Hacemos tanto ciclismo de montaña, ciclismo urbano y biciturismo. Con esto queremos fomentar el uso de la bicicleta como una herramienta viable de movilidad, de salud y de diversión. ¡¡¡Animate a rodar con nosotros, saca tu bici a pasear!!! Escríbenos a camararodante@hotmail.com

viernes, 22 de febrero de 2019

RODANDO A TORRE 3, EN EL ANIVERSARIO 11 DE CÁMARA RODANTE



Esta vez me toca dar mi crónica personal, como cada domingo, ya tengo en mi agenda una rodada a la cual asistir, pero esta vez con un final diferente, aniversario 11 de Cámara Rodante. Pero esto comienza al amanecer con una cita puntual en el punto de salida, la tiendita de Virreyes, a unos metros de la entrada al bosque, el destino era Torre 3; el grupo ya estaba ahí, todos muy pro y ahí fue cuando dije: “creo esta rodada no es para mí”, y los nervios me invadieron hasta el punto en el que dije: “me quedo, no voy a subir”, pregunté a los compañeros como era subir, y sus recomendaciones no eran tan favorables para mí, por mi mente pasó, “creo debería comenzar por subir a Torre 1”, que tampoco nunca había subido, o iniciar rodando al kínder, pero ya estaba ahí y con el ánimo de una chica que también iba en el grupo y los ánimos de mi novio que también iba en el grupo, tomé valor para iniciar el recorrido, aunque los nervios seguían.

Nos reunimos todo el grupo en las plumas de la entrada al bosque, en donde los guías Edgar y Paulo César, nos dieron las indicaciones de inicio, y también nos informaron que no se podía llegara a Torre 3 porque el camino se había derrumbado, a lo cual los guías le comentaron al guardabosque que solo llegaríamos allí y regresábamos y así comenzó mi travesía.



Comenzó el ascenso con la indicación de los guías, nos reunimos para reagrupar en el 8 y ½, al llegar ahí aún tenía el pensamiento de no iba a poder, “yo aquí me regreso”, de nuevo los ánimos de mi novio George, de: “no pienses eso, mejor di que SI podrás” y así, ahí vamos por caminos secos de tierra muy suelta y algunos baches y rocas también muy sueltas en caminos muy anchos, con algunas bajadas pero nunca dejamos de pedalear, lo cual me decía, “esto es una subida, aunque no lo parezca, y la cual lo parecerá más cuando regresemos”, fue después de varios kilómetros cuando llegamos a el entronque en donde estaba una puerta verde la cual cruzamos para continuar, ahora sí, por algunas pendientes algo pronunciadas, las cuales con un poco de precaución y técnica, bajas sin problema, esto no duró mucho y nuevamente comenzamos a subir por caminos mucho más accidentados, con bastante piedra suelta y pendientes muy pronunciadas en las cuales varios del grupo incluyéndome, no pudimos subir montando la bici, por lo que subimos caminando y empujando las bicis, y fue entonces que llegamos a la parte del camino donde estaba el derrumbe, no se podía continuar, por lo que era hora de regresar.



Al llegar de nuevo a la puerta verde, reagrupamos y ahí los guías nos dieron dos opciones, continuar subiendo y conocer un lugar al que le llaman Vampiros o Camino Mágico, o tomar el camino de regreso el cual me enteré en ese momento que era lo más difícil del recorrido por lo que le llaman “Sal si puedes” :0, por lo que yo dije, “pues mejor tomo camino de regreso porque no quiero retrasarlos ni quedarme muy atrás”, a lo que nuevamente uno de los compañeros y guías de Cámara Rodante me escuchó y dijo: “inténtalo, porque si no vas a Vampiros te lo vas a perder y es uno de los lugares más bonitos del camino”, porque de nuevo dije, “ya estoy aquí, me voy a esforzar” y vámonos.



Subimos unos cuantos metros y llegamos a una brecha con una pendiente muy inclinada, que al verla me asustó; Paulo, el guía me dio instrucciones y me dijo “vas”, y bajé siguiendo un sendero que solito te guiaba por caminos estrechos y muy lindos con algunos tramos accidentados, donde tuvimos que cargar las bicis, pero tan geniales y tan bonitos y nunca pensé estar ahí pero ahí estaba.

Camino muy divertido y muy diferente a lo que había visitado, era momento perfecto de darle el uso a mi bici de montaña, que estuvo genial. Saliendo de ahí comenzaba el verdadero esfuerzo y concentración, Sal si puedes, el camino ancho y un poco tedioso del cual me comentaron los compañeros, que ahí estaba la verdadera prueba, para mí más que nada, que era mi primera vez y tampoco tengo la mejor condición. Nos detuvimos nuevamente a reagrupar y esperar algunos ponchados, lo que me dio unos cuantos minutos más para descansar. De nuevo habló el guía con nosotros y nos dio sus recomendaciones, las cuales fueron: tomar nuestro propio ritmo en el pedaleo, y sobre todo y más importante, no desesperar, aunque pareciera que nunca, nunca se acabaría el camino, a nuestro tiempo llegaríamos.



Y así fue como seguir y seguir pedaleando ERA EN LO ÚNICO QUE PENSABA, sí, fui de las que se quedaron atrás en ciertos momentos, pero nunca paré, porque en este grupo me tocó el síndrome del principiante. Al llegar al punto de descanso yo no podía descansar, era de, ya estamos completos hay que seguir, y así varias veces, pero seguí, y seguí. El cansancio ya se veía en mí y ya anhelaba llegar. Cuando llegamos a un entronque veo al grupo reunido y el guía Paulo explicando que por ahí era el camino a Vaca Muerta, que si queríamos conocer, tomáramos ese camino, yo ya cansada le dije no, no, no moviendo la cabeza, y cuando menos pensé ya estaba ahí siguiendo el camino Vaca Muerta, un sendero super divertido con saltos y curvas, estuvo genial, fue saliendo de ahí cuando pensé “que bueno que no me dejé vencer por el cansancio”, y sali con otra cara, y feliz para continuar ya con los últimos kilómetros para terminar el recorrido, el descenso hacia la entrada. Al cruzar las plumas de acceso fue cuando dije: “lo logré, subí (casi) a Torre 3”, rodé en Vampiros, y crucé por Vaca Muerta, todo esto en mi primera vez en el bosque de La Primavera, ESTABA FELIZ, LA DI TODA Y VI EL RESULTADO, ME ARRIESGUÉ Y GANÉ ESTA VEZ.

Al rodar con este grupo puede ver los dos lados de la moneda, que sé que puedo hacerlo, y que tengo puntos en los que trabajar, técnica y condición física, en las que tengo que enfocarme, y así poder disfrutar más de las rodadas con Cámara Rodante.

Crónica por: Gaby Ramirez




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