COLECTIVO

Guadalajara, Jalisco, Mexico
Somos un grupo de amigos amantes a la fotografía y a la bicicleta, de ahí el nombre de este blog. Cada domingo vamos a pedalear por diferentes rumbos de la ciudad y fuera de la misma. Hacemos tanto ciclismo de montaña, ciclismo urbano y biciturismo. Con esto queremos fomentar el uso de la bicicleta como una herramienta viable de movilidad, de salud y de diversión. ¡¡¡Animate a rodar con nosotros, saca tu bici a pasear!!! Escríbenos a camararodante@hotmail.com

sábado, 30 de noviembre de 2019

¿ACEPTAS EL RETO?


Los primeros comentarios que escuché, fuero: “Es muchísimo; esta pesado; no está tan fácil…”
Me animé por los 60 km, pero 60 los haces fácil, y me decían: “Anímate a los 10, kml verás que si puedes; es un reto, ve por aquello que te cueste mucho trabajo”. Después vi un video de Yokoi Kenji diciendo: “Ponle a tu juego en modo difícil, porque el fácil sabes que lo puedes hacer”, así que... EL RETO ERAN LOS 100 KM.

Meses de preparación para un inexperto que empezó en las rodadas de novatos con Cámara Rodante, buscando la técnica, la cadencia, el ritmo, altura del asiento, pedales automaticos o normales, hidratación ideal, que si el gel, que si la barra etc, etc…



Días antes al evento, me vieron entrenando y los comentarios fueron: “Con esa bici te va a costar trabajo subir; a puro corazón y pierna;, pero traes buena condición”.



Me di cuenta de lo que es entrenar por un objetivo, de la disciplina que se necesita para tener buena alimentación, logré bajar 10 kilos y mejorar mi colesterol y triglicéridos sin necesidad de medicamentos, es el mayor logro para mi, tener buena salud que se pierde con los malos hábitos.

LLEGÓ EL DÍA



A las 6:30 am estaba en Postes pedaleando rumbo al Pic Nic, a la meta de salida con los nervios de ya empezar. Salimos a las 7:15 am, yo en los primeros puestos con los élite, bien seguro los primeros metros adelante y de repente la fuerza experta se dejó ver, pasaban rebasando de subida rumbo a Torre 2.

A los 46 min alcancé mi primer objetivo, Torre 2; “pista, pista, que vienen bajando”, se escucha. 9:22 am, estaba subiendo rumbo a Torre 1, me sentí bien al ver que tenia buen tiempo, “ahorita llego con el Chester”, pensé, que estaba en el primer punto de control.



Bajando Torre 1 bien hasta llegar al Down Hill, a caminar un poquito porque está cañón y no quería tener una lesión.



Llegué al primer punto con 20 minutos de ventaja, que chido me recibieron Chester y Sofía  Pía. Ches diciéndome “come jitomate, toma agua, etc, etc.” Pía me pregunta ¿quieres un gu?,  -sí a todo lo que me decían, y lléname la bolsa de powerade.

Salgo con buenos ánimos a Torre 3, pero el camino a Cornisas se me hizo eterno, empecé a perder fuerza en las piernas. Llegué al Árbol y empecé a subir para Torre 3. Ya de bajada estaba en el Árbol hidratandome y comiendo unas tostadas, seguía, bajada ya me la sabía, pura diversión  bajando.

Compañeros quedaban pocos, fuimos de los últimos, me preguntaban cuánto falta, ni modo de mentir, aún no llegamos al Aeropuerto y al Vivero, falta mucho, les dije “¡vamos, vamos!” trataba de dar ánimos, pero todos estábamos ya cansados.

Llegando a un abastecimiento, nos desviaron para hacer más kilómetros, como 20 minutos más para llegar al camino a Tala; pues a correr, porque ya eran las 2:15.

Los compañeros ciclistas: “Oye, ¿falta mucho?” me preguntan, -sí muchachos, falta Obsidianas-, contesté, todos casi al mismo ritmo pero ya muy cansados ¡MUY!. OBSIDIANAS era pura subida, por lo que las llantas rechinaron al rozar las piedras, solo pensaba que no se me fuera a reventar una llanta; también me comenzaron a faltar, los 12 no eran suficientes, por lo que rode a paso lento, muy lento. Comencé a desesperarme y a sufrir y sufrir, ya que mis tiempos ya no me cuadraban, mis cálculos me fallaron, por lo que casi no me detuve. Empecé a perder con mis pensamientos, error, ya no era hora de pensar en eso. Llegando al final de Obsidianas respiré, ya la veía cerca, solo pensaba “Ya llegué, ya llegué”, con pocas fuerzas a darle por el Sal Si Puedes, ya casi llegamos les dije a los compañeros, todo derecho, “¡vamos, vamos!”, agarré fuerza y a darle. Llegué sin fuerzas y feliz de terminar. Ver que nos esperaron hasta el último.



¡¡¡Gracias a todos!!!
A mi mamá que me enseñó a nunca rendirme, a luchar por mis sueños y que en todo momento estuvo presente.

A Martín Sandoval, que a pesar de las circunstancias me llevó a conocer la ruta.

¡Chester Camacho, Pía García, Ada Luna! gracias por todas las porras, me ayudaron a llegar a la Torre 3, pero las Obsidianas me terminaron de tronar. Mi Strava se apagó a los 74 km.



Y a todos los que en el camino nos encontramos para darnos ánimos,  y a Francisco Casillas y a Jorge Ruvalcaba por los consejos, ¡gracias!.
Nos vemos en el 2020

Crónica por: Daniel Lomelí



1 comentario:

  1. Genial crónica!!! me emocioné como si hubiera estado allí, bueno si estuve, en puerto obsidianas felicitándote por haber salido de esa subida infernal y dando ánimos para terminar con todo!!!

    Felicidades!!!

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