COLECTIVO

Guadalajara, Jalisco, Mexico
Somos un grupo de amigos amantes a la fotografía y a la bicicleta, de ahí el nombre de este blog. Cada domingo vamos a pedalear por diferentes rumbos de la ciudad y fuera de la misma. Hacemos tanto ciclismo de montaña, ciclismo urbano y biciturismo. Con esto queremos fomentar el uso de la bicicleta como una herramienta viable de movilidad, de salud y de diversión. ¡¡¡Animate a rodar con nosotros, saca tu bici a pasear!!! Escríbenos a camararodante@hotmail.com

jueves, 15 de julio de 2021

QUE LA MENTE NO VENZA TUS RETO


 



Mi primera rodada con Cámara Rodante comenzó el 11 de julio, me desperté 5:30 am y lo primero que pensé fue que todo estaría tranquilo y que sería una rodada para turistear. Llegamos a las 8:00 am al poblado de Ahualulco del Mercado y  todo empezó muy tranquilo, las Vías Verdes estuvieron perfectas, algo de inclinación sin problema que pude realizar, y sin mayor problema llegamos al poblado de Etzatlán. 


Después de un pequeño descanso iniciamos de nuevo la rodada y en mi mente pensé “qué más podría pasar”, pero como dice el buen amigo Juan, “ya pasamos lo difícil, ahora viene lo más cabrón” y dicho y hecho, venía lo más cabrón; aún pensando positivo otra vez por mi mente pensé “todo estará tranquilo, no pasa nada”, empezamos a subir la Sierra del Águila y por cierto que los paisajes son increíbles, los cerros, los pequeños ríos que cruzaban el camino por la lluvia de un día anterior, y no se diga los sonidos de las aves, todo eso hacen una rodada relajante. 





Algo que se aprende en este tipo de actividades, es que eres parte de un equipo y cómo todo equipo, hay que apoyarse, sin distinguir  marca de bici, experiencia en rodadas o que rutas has recorrido y eso te hace sentir parte de algo. 


Al paso que íbamos subiendo mis piernas no respondian pero tenía la motivación de seguir viendo mejores paisajes. Ya bajando la Sierra del Águila, llegamos al poblado o ranchería de Amparo, un lugar muy agradable. Una vez más, cansado, volví a pensar “ya falta poco ¿qué más podría pasar?”, pero aún era la mitad del camino, mi cuerpo no podía más pero mi mente sabía que podía seguir sin problema. Después de varias horas de recorrido, empezamos a descender y sin ningún problema íbamos recorriendo el camino y disfrutando de la vista y más por lo verde que se encontraba todo; fue una excelente experiencia, para mí, muy difícil pero no imposible y en especial, gratitud hacia las personas que sin conocerlas te motivan a seguir y te brindan el apoyo como un equipo. 





A pesar de las dificultades de mi mente, llegamos a nuestro punto de inicio, donde empecé con mi energía al 100 pero al final terminé con 0 potencia, ¡ah! pero con la mejor experiencia y contacto con la naturaleza y eso vale mucho más la pena. 


PD: Mi suegro me invitó a realizar este recorrido y me quería tirar en algún barranco, lo bueno es que no estuvimos solos.


Crónica por: Jorge García








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