PEDALEA AMERICA EN BICI

Graham sintió por primera vez el calor cuando cruzó los desiertos mexicanos y las playas de BC

Graham inició su travesía el 15 de mayo y en diciembre espera regresar a Inglaterra, para estar presente en la boda de su hermana. Foto: Maricarmen Galindo

Cielo Mejía

Guadalajara, México (21 junio 2009).- La bicicleta se convirtió en la mejor amiga de Graham cuando inició su aventura: recorrer América, desde Los Ángeles, Estados Unidos, hasta Buenos Aires, Argentina.


Una sonrisa se le escapa al viajero de 26 años, quien dejó atrás las lluvias de su natal Inglaterra para internarse en los desiertos mexicanos, lugares en los que experimentó el clima caluroso por primera vez.


"Estoy en una aventura, para hacer algo diferente, creo, mientras soy lo suficientemente joven", considera Graham Rush, "Desde que empecé mi viaje encuentro siempre una bienvenida por parte de gente amistosa, México es un gran País".


Después de ser futbolista por alrededor de cinco años y antes de encontrarse un trabajo formal, Graham tomó su bicicleta, voló desde Cambridge a Los Ángeles para iniciar su travesía.


"Escogí el Continente Americano porque quería visitar tierras donde pudiera practicar mi español", admite con un suspiro, "a veces se me ha hecho difícil comunicarme".


Graham no está seguro de cuál ha sido su mejor experiencia, porque el simple hecho de andar en la bicicleta lo hace sentir bien y le ha enseñado cosas que, normalmente no hacía, como sudar.


La siguiente parada es la Ciudad de México, luego atravesará el resto del País y Centroamérica, hasta llegar a Panamá, donde planea tomar un vuelo a Quito, en Ecuador, y seguir pedaleando hasta Buenos Aires, Argentina.


El recorrido —que empezó el 15 de mayo— piensa finalizarlo en seis meses, porque en diciembre quiere regresar a su País para estar presente en la boda de su hermana.


Aunque sólo estuvo tres días en Guadalajara, Graham se dijo contento de haberla elegido para tomar un descanso.


"Son muy amables, es un lugar genial, aunque con mucho tráfico, pero todos son amigables, como me ha sucedido en todos los lugares de México que he visitado", enfatiza.


A veces extraña la comida, a su familia y amigos, pero para Graham vale la pena.


Las seis horas que pedalea al menos cinco días a la semana son una enseñanza nueva para el joven, de lo único que se arrepiente es de no haber tomado en cuenta la situación climática del continente, porque no está impuesto al calor.


"La gente en México siempre te sonríe, te dice hola, es más amigable", insiste, "hay mucha diversidad aquí, hay muchas cosas que puedes ver en un día, estás en el desierto un día, en las montañas en al otro, es increíble".


La adrenalina fluye por su cuerpo. Todos los días se hace la pregunta de qué pasará al día siguiente en su viaje.


"Es un buen sentimiento", considera mientras prepara sus cosas para decirle adiós a Guadalajara y hola al resto de México.

Información tomada del periódico Mural.