Como ya es costumbre los domingos, un pequeño grupo de ciclistas nos reunimos a la misma hora y el mismo lugar, 7 de la mañana en el parque del refugio, de donde partimos hacia el segundo punto de encuentro, entre 20 y 30 minutos y ya estábamos en el soriana de san Isidro, después de esperar a que se juntara el resto del grupo, partimos con rumbo hacia Rio Blanco.
Al iniciar el primer descenso paramos 30 minutos aproximadamente, ya que a uno de los ciclistas se le rompió una pieza de su desviador trasero, la cual fue motivo de su regreso, pendientes de ida y regreso sin unos buenos cambios, es muy complicado (quizás el no sabe, pero debería estar agradecido jaja) después de su partida continuamos el descenso entre terracería y calles empedradas, llegamos así a un entronque con la carretera a Colotlán, ruta que debíamos seguir ahora por esa misma carretera, para llegar a nuestro destino, el cañón de Huaxtla.
El recorrido fue aproximadamente de unos 8 kilómetros sobre la carretera, para llegar a la desviación, entre subidas y bajadas, continuamos otros kilómetros más, hasta llegar al mirador.
Impresionante vista la que descubrí, vaya agradable sorpresa, ya que era la primera vez que visitaba ese lugar, ahí descansamos unos minutos y algunos decidimos bajar hacia el poblado y conocer así el balneario de Huaxtla.
Como es regla en el ciclismo, todo lo que sube tiene que bajar y viceversa, debo admitir que esa fue una de las partes más pesadas y difíciles, el regreso, algunos que no habían hecho el descenso se adelantaron pensando en administrar la energía para el regreso, puesto que la mayoría del recorrido ya era subida, así los que bajamos al balneario subimos al mirador de vuelta y tomamos unos minutos para alcanzar al resto del grupo que estaba en la carretera, esperando y descansando.
Los alcanzamos y tras una breve pausa iniciamos el recorrido en la carretera, subida, subida, subida, el grupo se fue separando y dividiendo, mi inactividad física de más de mes y medio me cobraba la factura, de los punteros no sabemos mas, pues ellos con su ritmo se marcharon y terminaron el recorrido, los que quedamos atrás acordamos junto con Édgar que no podíamos continuar mas, llegamos así hasta la casa de Don Nicolas Vazquez, papá de Juan Pablo (al cual le agradecemos) quien tuvo a bien alojarnos mientras Edgar iba por la Camioneta para poder trasportar las bicis de los que quedamos varados.
EXCELENTE FOTOS, ¿CUANDO ME LLEVAN PR AQUELLOS LUGARES?
ResponderEliminarbuenas fotos edgar!!
ResponderEliminarexcelente cronica yo conozco el lugar he ido en auto es hermoso y en esta temporada seguro es mas bello me sorprende mucho el hecho de bajar al balneario en bici la bajada como se pero la subida es mortal!! hasta para los autos es dicil felicidades por el entusiasmo en verdad es de admirar tezon que le ponen en esas jornadass
ResponderEliminarla imagenes que compartes antojan integrarse a sus aventuras
saludos
Pues eres bienvenido Fernando, animate a rodar con nosotros.
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