COLECTIVO

Guadalajara, Jalisco, Mexico
Somos un grupo de amigos amantes a la fotografía y a la bicicleta, de ahí el nombre de este blog. Cada domingo vamos a pedalear por diferentes rumbos de la ciudad y fuera de la misma. Hacemos tanto ciclismo de montaña, ciclismo urbano y biciturismo. Con esto queremos fomentar el uso de la bicicleta como una herramienta viable de movilidad, de salud y de diversión. ¡¡¡Animate a rodar con nosotros, saca tu bici a pasear!!! Escríbenos a camararodante@hotmail.com

lunes, 20 de junio de 2011

PADRE CRONICA DE LA RODADA POR LA RUTA FRANCISCANA. POR CECILIA PRINCE...

Me uní al grupo de Cámara Rodante por primera vez en el paseo de la semana pasada. Me divertí muchísimo, lo disfruté, conocí a varios de los compañeros y terminé agotada pero feliz. La verdad pensé: “Pues esto está chido como para hacerlo una vez al mes”. Pero bien dicen que más rápido cae un hablador de un cojo, y en cuanto salió la invitación para la rodada de la ruta franciscana me prendí… inevitablemente! Ya de por sí eso de pueblear es la onda… pero en bici??? No juegues, más folklórico todavía!!!

Así que preparé mis cosas el sábado en la noche e invoqué a Morfeo para que se apiadara de mí y estar bien descansada para la rodada. El momento más terrible fue cuando sonó el despertador (a las 5:45 am en domingo), pero la motivación estaba durísima!



En fin, llegué al punto de reunión y ya de entrada fue genial saludar a los conocidos de la semana anterior. Porque eso sí, es un grupo acogedor y solidario y desde el principio te hace sentir que perteneces. Nunca falta una frase de ánimo cuando ya andas medio tripeando y eso te motiva a seguir adelante.
Y después de los avisos habituales para ubicarnos un poco en la aventura del día, empezó la rodada. Empezamos por una carretera de 4 carriles bastante tranquila. De hecho todas las carreteras que tomamos lo fueron.



Nuestra primera parada turística fue en el templo de San Lucas Evangelista. El atrio era un cementerio y uno de los compañeros no dejó pasar la ocasión de que le tomaran fotos acostado sobre una de las tumbas y fue ahí también en donde se tomaron las fotos de las mujeres del grupo y otra de los hombres.



Nuestra segunda parada fue en San Juan Evangelista, otro templo muy lindo en donde el retablo estaba hecho de lámina de oro. Lo vimos desde la puerta ya que en ese momento estaban oficiando misa. Seguimos nuestro trayecto rodeando la laguna de Cajititlán hasta llegar a la carretera a Chapala.



En un letrero leí que faltaban 12 kms para dicha población. O sea que ya llevábamos un buen tramo! Con razón, mi cuerpo ya lo empezaba a sentir. De ahí cruzamos por un puente peatonal y es ahí en donde pude disfrutar de ese desfile de bicicletas cruzando en fila india. La verdad, todo un espectáculo! Seguimos un tramo por el acotamiento y más adelante volvimos a cruzar para dirigirnos a lo que mi cuerpo ya pedía… descanso y comida para recargar energía.



Llegamos a las famosas gorditas como una banda de vikingos hambrientos! De hecho arrasamos con las primeras y algunos compañeros se fueron a las siguientes porque de verdad ya no quedaba gran cosa. De hecho yo me comí 2 en el primer puesto y al alcanzar a los demás en el segundo no pude resistir la tentación de comerme otra. Cuando el hambre fue saciada seguimos hacia Santa Rosa, nuestra tercera y última parada turística. Eran 2 templos, uno enfrente del otro separados por un atrio, con esa arquitectura tan característica de nuestro México.

Total que emprendimos el camino de regreso y creo que faltaban unos 15 kilómetros para llegar a los coches cuando mi cuerpo dijo: Suficiente! Y es ahí en donde agradecí que estuviera esa maravillosísima barredora que fue para mí como un oasis. Gracias a Lina y al esposo de Lucero con el apoyo de la barredora.

Es cierto que también sentí un poco de frustración, pero se me quitó cuando subí a la caja de la pick up con otras 3 compañeras y una de ellas me compartió su bebida energetizante que me levantó el espíritu. Además la convivencia con ellas durante lo que faltaba del trayecto fue muy amena y divertida.

En fin, aquí les cuento un poco de lo que viví en esta increíble rodada. Pero es difícil explicar realmente lo que se percibe en esta experiencia… las sonrisas y saludos de los niños a los que les llama la atención vernos pasando por sus pueblos, los sonidos (del Ipod o del mujido de una vaca), los olores (agradables y desagradables también), el cansancio que te mata pero que a la vez te hace sentir más vivo que nunca, las bromas, los ánimos y el buen espíritu del grupo… Todo esto, hay que vivirlo!

Por Cecilia Prince
Cámara Rodante

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