MI PRIMERA VEZ CON CÁMARA RODANTE... UNA RODADA POR EL KINDER, POR CLAUDIA CORNEJO...

Nuestra rodada inicio en los postes del bosque de la primavera, cuando llegamos por la mañana ya había un grupo de personas esperando iniciar el recorrido, que por cierto a mí ya me estaban dando ganas de regresarme porque todos se veían muy atléticos y yo no estaba muy segura de aguantar pues era la primera vez que salía con CAMARA RODANTE.

Antes de decidir ir, ya me habían dicho que eran un grupo con mucho compañerismo y lo comprobé en muchas ocasiones. Pues antes de iniciar nos comentaron que había una subida de tres kilómetros y definitivamente me asuste. Nos pidieron que nos adelantáramos los novatos ó los que íbamos por primera vez y así lo hicimos. Aunque la adelantada no fue muy clara después de unos metros cuando ya solo veía pasar bicis y nos íbamos rezagando poco a poco mi hermana Alma, un amigo Carlos y Yo.

Tras nosotros venía Lino, un compañero que durante el recorrido en lo personal me apoyo muchísimo, dándome tips para andar más a gusto en la bici, me subió el asiento de la bici que lo traía muy abajo, me acomodo las velocidades, y aparte me dio un grandioso empujoncito en la subida. Gracias a Dios siempre tuvimos apoyo mecánico y motivacional entre Lino, Carlos Ibarra, Roberto y no faltaba otro compañero que nos echará porras y se preocupaba por si todo estaba bien.

Cuando por fin llegamos a la primera parada nos acomodamos para nuestra primera foto grupal. Wooow esa subida realmente había sido un gran logro, con la ayuda y apoyo de todos, que a mi hermana y a mí nunca nos presionaron por tomarles el ritmo, al contrario nos insistían en ir a nuestro paso.
Más adelante tomamos una pequeña desviación solo parte del grupo y de repente nos encontramos a dos compañeros mas que ya venían del Kínder y habían dicho que no había nadie ahí, Carlos Ibarra ya decidido a regresarse pensando que el grupo había tomado otro camino, pronto se notificaron que no era necesario y que el resto del grupo ya nos estaba esperando.

No tenía idea de donde era el kínder, pero cuando llegamos había muchos paisajes hermosos, entre ellos una vista increíble de un árbol caído, excelente para la foto. Nos estuvimos un rato en ese punto y retornamos
Nos dimos un pequeño descanso en la estación Bicicleta donde nos tomamos unos deliciosos jugos, y vimos algunas frases motivadoras para nuestro cansancio.

Además un rato más estuvimos ahí esperando que llegara otro compañero al que se le había descompuesto la bici y venia a pie. Ahí mismo en la estación había un pequeño taller para que se la arreglaran (y por cierto GRACIAS A LA ESTACIÓN BICICLETA y a Don Lino que apoyaron en todo momento) y un pequeño recinto tipo museo con alusión a las bicis que pudimos disfrutar.

 

Me dio gusto porque todos fueron muy atentos y amables con nosotros durante el recorrido.

Después de recargarnos de pilas decidimos nuevamente adelantarnos en el regreso, para no retrasar demasiado al grupo, y quien sabe cuánto tiempo más se esperaron pero al final casi todos me rebasaron.

Durante el regreso tuve más oportunidad de observar los paisajes que de subida no había visto, ni puesto atención pues apenas podía con mi alma y mi bici.

Me di cuenta de la buena subida que habíamos hecho al empezar y el porqué de mi cansancio, que en ese momento podía disfrutar como bajada. Aunque en el empedrado si sentía que en cualquier momento iba a azotar, jajaja. Pero recordé las instrucciones de bajar la velocidad y tomar mi ritmo.

Me dio gusto como varios se despedían al final de mí en la bajada y me motivaban a seguir. Tanto de CAMARA RODANTE como otros chicos que no eran del grupo. Me sentí en un ambiente muy cómodo, independientemente del brincoteo de la bici que me destanteaba un poco.

Gracias a CAMARA RODANTE por crear este ambiente, y por la invitación, aunque ahorita ya me siento molida, me gusto mucho esta experiencia y no me doy por vencida, lento pero seguro, “LO LOGRAMOS” y vamos por más.

Crónica por Claudia Ivette Cornejo Anguiano. 
Cámara Rodante