COLECTIVO

Guadalajara, Jalisco, Mexico
Somos un grupo de amigos amantes a la fotografía y a la bicicleta, de ahí el nombre de este blog. Cada domingo vamos a pedalear por diferentes rumbos de la ciudad y fuera de la misma. Hacemos tanto ciclismo de montaña, ciclismo urbano y biciturismo. Con esto queremos fomentar el uso de la bicicleta como una herramienta viable de movilidad, de salud y de diversión. ¡¡¡Animate a rodar con nosotros, saca tu bici a pasear!!! Escríbenos a camararodante@hotmail.com

jueves, 10 de septiembre de 2015

"MI REGREZOO CON CÁMARA RODANTE" CRÓNICA DE ARACELI ROBLES.


Hace siete años llegué a Cámara Rodante buscando lo que todos buscaron alguna vez, diversión y adrenalina en la montaña. Pero desgraciadamente tuve que cambiar la bicicleta por una carreola, pues me convertí en mamá.


Regresé a lo que fue mi primer rodada con Cámara Rodante después de siete años, y no lo hice sola, lo hice con mi hija que me acompañó a celebrar el regreso a mis andadas en bicicleta de montaña. Y que mejor, lo hicimos en una rodada bastante singular, dentro del Zoológico Guadalajara.


La cita como todas las rodadas fue a las 7:00 am, y cuando llegamos al zoo, ya había mucha gente esperando la entrada a las instalaciones. Todos animados por poder vivir de esta experiencia única. Todos listos, algunos preparaban sus bicis, entre esos yo, que muy amablemente un rodante me auxilió con herramienta y mano de obra -gracias a ese héroe anónimo-, y ya listos nos adentramos al recinto. Todos escuchando y poniendo atención a la dinámica y las instrucciones, que a pesar de ser bastante claros con las indicaciones, no faltó el “que no las escuchó”, pero aún así, el saldo fue blanco, a pesar de una que otra caída del segmento infantil.


Padres e hijos adelantaron filas para que ellos pudieran tener mejor vista, los futuros ciclistas estaban contentos, entre ellos mi hija, que disfruta pasear en bicicleta y ama a los animales, y es por eso que estos pequeños no podían perder el privilegio de rodar entre el animalario.


El recorrido comenzó, y el hecho de visitar el zoo a las 7:00 am, te da la ventaja de que la actividad de lo animales es muy distinta de cuando los visitas a la 1:00 pm. Ellos muy despiertos, como el hipopótamo, que fue el primero de la lista que vimos, estaban fuera del agua, desayunando.


Así seguimos, entre subidas pronunciadas y bajadas peligrosas, unos a pie, otros dando todo de si, los más pequeños mostraron su entusiasmo conduciendo su bicicleta sin cansancio y sin borrar su sonrisa; apretujados en algunos tramos, y ocasiones, los niños adultos no los dejaban admirar a las aves y mamíferos.


La barranca de Huentitán lucía su traje brumoso, con una vista maravillosa, Julieta, mi hija, no quería perder tiempo viendo el paisaje, desesperada estaba por llegar con uno de sus animales favoritos, la jirafa.


Y ahí estaban ellas, y todas, al parecer, son fanáticas de los selfies, posando y dejándose acariciar; y me atrevo a decirlo, uno de los mejores momentos de todos los ciclistas, chicos y grandes disfrutaron tomándose fotos y jugando con estos rumiantes.


Montamos de nuevo el corcel de dos ruedas y seguimos pedaleando viendo el resto de los animales, hasta llegar con otro animal muy curioso, el oso polar, a quién llamó su atención el centenar de ciclistas, que más que nosotros verlo con entusiasmo, su curiosidad se dejaba ver entre esas cosas raras que teníamos en la cabeza, como todo ese equipo e indumentaria que se suele cargar al lomo. Como bien había explicado Danae en el inicio, que es raro para los animales ver bicicletas y cascos, “van a llamar la atención de los animales”, mucha razón tuvo.


La rodada continuo, hasta llegar a donde comenzamos, para estacionar nuestros vehículos ecológicos, y de ahí caminar hasta la Antártida a visitar los pingüinos, unas aves marinas bastante juguetonas que nos mostraron sus habilidades en el agua, saliendo de ella de una manera muy especial. Y del mismo modo, las fotos no dejaron de hacer presencia como en todo el recorrido.


Al terminar con la parte helada del trayecto, nos agrupamos en la foto oficial de Cámara Rodante, despidiéndonos y dando las gracias por esta gran oportunidad que el Zoológico Guadalajara nos dio.


Muchos continuamos con el recorrido a pie, aprovechando del Safari, el Acuario, el Skyzoo y todo lo que en bicicleta no pudimos acceder.


Fue para mi una experiencia muy especial regresar a rodar con Cámara Rodante después de tantos años, en esta rodada tan especial, una combinación perfecta para mi, bici/animales, hija/novio, amigos/diversión.

Por Araceli Robles 
Cámara Rodante.

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