COLECTIVO

Guadalajara, Jalisco, Mexico
Somos un grupo de amigos amantes a la fotografía y a la bicicleta, de ahí el nombre de este blog. Cada domingo vamos a pedalear por diferentes rumbos de la ciudad y fuera de la misma. Hacemos tanto ciclismo de montaña, ciclismo urbano y biciturismo. Con esto queremos fomentar el uso de la bicicleta como una herramienta viable de movilidad, de salud y de diversión. ¡¡¡Animate a rodar con nosotros, saca tu bici a pasear!!! Escríbenos a camararodante@hotmail.com

martes, 6 de febrero de 2024

UNA RODADA CON BUENA VIBRA



Es de todos sabido que no vale la pena preguntarle a un ciclista como estará la rodada, todos conocemos la respuesta, he salido al menos quince veces con Cámara y hace mucho deje atrás esa idea de conocer la ruta, las condiciones o la meta, me concentro en el momento porque el destino es el camino, y así fue esta rodada a Patios, punto que no conocía, aunque si había transitado la zona por lo que sabía que el camino sería muy soleado, con escasos árboles y con bellos paisajes. 

El momento de la salida frío, algunos buscaban el sol otros calentaban haciendo calistenia, todos con ropa ligera porque sabíamos que esa sensación es pasajera, que pronto entraremos en calor y tendremos que abandonar las chamarras. 

El momento del inicio siempre me parece curioso, hay personas con las que ya tengo mucha confianza, otras que reconozco, pero no identifico de dónde y otras tantas que nunca he visto antes, aun así, el ambiente es cómodo y fraterno.


Las indicaciones iniciaron con la amenaza de que solo se haría la ruta ‘’larga’’, no valía la pena preocuparse, tomamos camino con ánimo, de la farmacia al Santuario de Jesús de la divina misericordia y de la Virgen de Guadalupe, nombre a mi parecer exageradamente largo pero quien es uno para juzgar la fe, para enseguida tomar el antiguo camino a San Sebastián, nos detuvimos para admirar la postal que se nos presenta en frente, un paisaje semidesértico arenoso con formaciones de rocas pintado de dorado con el sol de la mañana. Héctor nos invita a tomar la fotografía del recuerdo, nos acomodamos para ser capturados en una imagen que muestre el optimismo con el que partimos. 


Enseguida se nos presenta un largo descenso, hay que disfrutar el máximo esos momentos porque ya sea antes o después habrás de devolver con esfuerza cada metro bajado, continuamos el andar entre sendas polvosas subiendo y bajando alegremente, para quienes tenemos esto como un pasatiempo para desconectar de la rutina esta ruta me parece de lo más gratificante, cambiante a cada momento, subiendo, bajando, terrenos y paisajes mixtos.


Pasa el camino y llegamos a un poblado, he estado ahí un par de veces y desconozco su nombre, quizás San Esteban no lo sé, uno de tantos de la zona que me recuerdan cuán grande y diversa es la ciudad, nos detenemos y como decía mi abuela, en alguien cupo la cordura, dos chicas tienen a bien sugerir que quien desee tome la vía corta ellas conocen el camino y lo indicarían, algunos quince tomamos la decisión de aceptarles el ofrecimiento.



El grupo se divide y por supuesto nos acompañan parte del Staff de cámara, es aquí donde entra lo más importante del relato, he de confesar que si algo conozco bien es ser el último de la fila, siempre he estado ahí y esta no fue la excepción, como en cada ocasión que estoy como cabús de tren siempre hay alguien acompañando y guiando, alguien que por alguna razón decidió pasar su domingo para devolverle al mundo lo que le ha dado a través de ayudar a un desconocido a superar un reto, un agradecimiento enorme a todos ellos, en esta ocasión le toco a Héctor tan altruista tarea, un Héctor que por cosas del azar le han tocado mis horas más bajas en un par de salidas, en esta ocasión ese momento difícil fue una larga subida pavimentada que parecía interminable, pero como nada es eterno llegamos a la meta un lugar que entendí era el ingreso a un especie de fraccionamiento llamado ‘’Los Patios’’ con un ingreso coronado con la cabeza de un águila un tanto Kitsch.


Un momento de respiro y continuamos hacia la tiendita, algo que sucede en estas salidas es que después del esfuerzo todo se vuelve más intenso, la comida y bebida adquiere una dimensión distinta, sientes como eso que ingieres tiene un impacto inmediato en tu cuerpo, eso es muy bello ya que te hace sentir vivo, mucho más vivo, la charla con los compañeros que, aunque sea simple es profunda porque hablas de tus deseos y aspiraciones, a donde deseas ir o lo que quieres lograr, si lo piensas no es común que compartir eso, aun con personas de confianza.


De ahí el regreso, una larga subida pedregosa y polvosa con una pendiente moderada, el sol quemaba, todos avanzábamos con ánimos aun paso moderado, llegamos a un poblado donde nos encontramos una subida corta de pendiente intensa, vieja conocida de algunos compañeros los cuales se portaron muy determinados a conquistarla, las chicas se esforzaron al máximo y lanzaban arengas lo que ánimo a todos para lograr subirla, todo un éxito, éxito que en mi cobró una pequeña factura de unos calambres más adelante, otra vez la ayuda del staff para sortearlos y  a continuar, el final estaba cerca.

Volvimos al punto de partida cansados y sabiendo que a pesar todo el dolor volveremos a hacerlo, si tu no lo has hecho aún y tienes el deseo o curiosidad te invito a que lo intentes, únete a un grupo y pedalea, a pesar de que se cree que es una actividad costosa es tambien muy democrática y es que de manera recreativa puede ser practicado casi por cualquiera.  

Espero el mundo les regrese de alguna manera la buena vibra que todos han compartido conmigo en la rodada, al staff, a quien compartió una cerveza, un agua, un taco, un comentario o palabra de aliento, a todos gracias por hacer este viaje más bello e intenso, recordando claro que el destino es el camino.

Por Ramón Arévalo

             



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