Está fue mi primera salida con Cámara Rodante, y la verdad, es interesante como llegas sin conocer a nadie y te vas conociendo a muchos, tal como fue mi caso. Camara rodante es más que solo un grupo de ciclismo, en el cual aunque tengas nervios o estrés, con tanta plática se te termina olvidando.
Salimos del punto inicial al rededor de las 7:30 am, y aunque muchos llevan un ritmo alto, siempre tienes alguien con quién ir pegado, si se te atora algo siempre hay alguien dispuesto a darte una mano o un aliento inspirador para seguir pedaleando.
Apenas llegando a Tesistán me lleno de alegría saber que había conseguido llegar ahí junto a personas que tienen la misma pasión por el deporte que yo.
Los buenos guías siempre al pendiente de cualquier cosa y siempre previendo que alguien se llegue a quedar atrás.
Y aunque el sol pegaba como si le debieras dinero, el buen ambiente y la tranquilidad de los guias y distintos compañeros hicieron mas ameno el día.
Ya en el cerro de la Botella descansamos un rato, hidratarnos y comer algo nos regreso el alma al cuerpo.
Posteriormente, ya de regreso y aunque cansados, la plática y las paradas a descansar cerraron la ruta con broche de oro.
En mi opinión es una experiencia que estaría encantado de repetir, sobre todo por los guías con su excelente actitud.
Por Ali Salim Vladimir Vazquez
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