Hace un año acababa de llegar por primera vez a la ciudad de Guadalajara, desde Stuttgart, Alemania y una vez por la noche decidí caminar por las calles céntricas para conocer la ciudad y en una esquina y afuera de una cafetería llamada Santuario de la Bicicleta, vía a un grupo de gente con bicicletas a punto de arrancar. Me acerqué a ellos y pregunté de que se trataba el evento y unos me explicaron que eran del colectivo Cámara Rodante y que hacían rodadas nocturnas en la ciudad y los domingos realizaban ciclismo de montaña y biciturismo. Desde entonces decidir seguir al grupo por facebook para saber si me podría unirme algún día a una de sus aventuras en la montaña.
Muchas veces no coincidiamos por varias razones: ya sea por el nivel avanzado, o porque estaba enferma, o porque alguna vez surgía una fiesta el sabado por la noche, o porque ya estaba apunto de regresar a Europa nuevamente!
Pero este miércoles, apenas regresaba a nuevamente a Guadalajara, y vi en el Facebook de Cámara Rodante que anunciabam una rodada para novatos y principiantes! No quería perdermela para ninguna razón. Pero tenía un problema.... ¡necesitaba una bici de montaña para la rodada! y no tengo, ya que solo me muevo en la ciudad con las bicicletas de "mi bici".
Unos pensamientos me llegaron luego, ya tenía en mente a un amigo que tiene una bici de montaña y que me la podría prestar. Pero llegó otro problema, mi novio (Johannes) también quería andar con el grupo ya que tambien se movía solamente con las de mi bici pública. Asi que preguntamos a varias personas que conocemos para ver quién nos podría prestar otra bicicleta de montaña, pero nadie podía y las tiendas de bicis parecen no rentar bicicletas de montaña y del grupo facebook marketplace, tampoco nadie contesto. Fue hasta el sabado por la tarde, cuando todos los otros talleres de bici ya habían cerrado, que Johannes encontró a un mecánico de bicicleta, del taller Squirt Bike Team del Barrio de Santa Tere, quien estuvo de acuerdo de montarle una bici, desde sus piezas de respuesto por la noche. Fue hasta las 11 de la noche, el sábado, que ya habían conseguido las dos bicis y mucho sueño!
Llegó el día tan esperado, confirmamos al Carlos, el organizador, nuestra asistencia, que llegábamos a 3 minutos. Y efectivamente, llegamos a las 7.30 y nos encontramos a un grupo de ¡60 ciclistas! muy motivados en la Plaza San Isidro, en Zapopan.
Nuestro guía, Héctor Esquivel, nos da las instruciones con mucho ánimo: "vamos hacer un grupo con mucha ganas y buena onda, vamos hacer uno solo y no dejaremos a nadie atrás".
Iniciamo la rodada y salimos de la cuidad. Nos fuimos a buen ritmo hacia El Diente por la pequeña calle Rio blanco. Ya sentiamos la naturaleza. Las vacas sustituyeron los carteles publicitarios de leche en botella de plastico.
Llegamos temprano, con el grupo entero, al Diente. La pequeñas montañas dispersas, el aire fresco, las rocas en el camino; la aventura empeza! Se vean algunos escaladores matutinos de sombra china a la cumbre de unos peñasco.
Nos tomamos a foto tradicional del grupo y continuamos hacia el siguiente punto de la rodada: el desayuno en la aldea de Copala, con su bella capilla y sus calles recientemente renovadas. Llegamos hasta la tienda de Doña Bety.
Sándwiches y lonches ya preparados en abundancia para la grande cantidad de ciclistas hambrientos. Por suerte mi compañera de platica del ultimo tramo de camino me hizo discubrir un puesto de tacos de birria, unos pedaleos más arriba de la tienda. Pude conocer este plato delicioso con explicaciones de las damas del pueblo y de Erika. Ya estaba contenta, con esto me puse más feliz!
El grupo empezo a partirse, unos al rancho de alguien con vista maravillosa y los otros al Quemado. Una pausa al pueblo, cerca de la capilla con los habitantes saliendo de la misa, usando quad para volver a casa!
Seguimos la subida, en regreso a Plaza San Isidro. Otra parada para esperar a todos. El grupo volvió a separarse. los que van a otro restaurant sobre una colina y bella vista y los que vuelven hacia el punto de inicio de la rodada. Nosotros queriamos ir hacia el restaurant pero no seguimos las personas que iban para allá. Nos distraimos en unas bajadas muy rápidas, fue muy placentero y viento nos pegaba en la cara, y que cuando la subida se hizo cada ves más fuerte y que parecia que llegáramos pronto a Zapopan, pregunté: "y cuándo llegamos a restaurante? - Ah, no, era con el otro grupo!" Ay caray! No pasa nada, las conversaciónes con laa otras personas estaban tambien muy interesantes!
Terminamos con un grupo todavia más pequeño en el tianguis de Zapopan, comiendo coco y charlando del dia. Algunos estaban todavía en la ruta, ocupado a arreglar una bici, otros que necesitaban más tiempo para regresar. El grupo grande del principio, que a un momento se volvio a ser 1, regresó al final contento pero separado! Pero con un buen vínculo se hizo entre 2 grupitos.
Casi al regreso al punto de inicio, me di cuenta que había olvidado mi mochila en el tianguis. Regresamos, mi novio y yo al punto por la mochila; el grupo del restaurante en la colina estaba aca, platicando. Asi que Johannes y yo nos hicimos amigos con ellos y nos quedamos en un karaoke en la misma noche!!
Encontré todo lo que buscaba en esta rodada, y mucho más! Nos mantuvimos activos, salimos de la cuidad para aprovechar la naturaleza, conocimos a nueva gente, comimos nuevas cosas ricas y tenemos una estrella en los ojos!
Por Coline Petit
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