YA MERITO LLEGAMOS...

 

Es un gusto compartir mi experiencia a partir de que decidí unirme a las rodadas de principiantes con Cámara Rodante.

Por segundo año consecutivo decidí inscribirme en las rodadas para principiante, en 2024 no fui muy constante por lo que en esta ocasión me prometí mejorar en ese aspecto y estaba esperando con ansias que saliera la convocatoria este nuevo año para comenzar con toda la actitud y mejorar mi disciplina en esta actividad. Como ya me lo esperaba en este grupo de amigos me hicieron sentir bienvenido nuevamente y sobre todo me han animado a mejorar mi desempeño sobre la bicicleta.

El pasado 26 de enero se convocó para reunirnos en el Bosque La Primavera, lo que ya para mi es un reto entrar aquí por la exigencia de las rutas, pero esto es lo que me ha motivado a unirme en grupo ya que esto me ayuda a conocer los diferentes caminos y los niveles de dificultad que se presentan. Una vez que se llego la hora y los asistentes en el “8 y ½” se nos dieron las indicaciones generales por parte de los guías, resolviendo las dudas y comentando que nos iba a esperar durante el trayecto, así como algunas recomendaciones para disfrutar de la mejor manera el recorrido.

Y fue así como partimos con destino el mirador conocido con el nombre de Obsidianas, lo que ya estaba marcado como nuestra meta de este día. De tal manera que comenzamos por el camino ancho, conociendo el terreno y las principales características del camino. 

Para mi gusto el clima estaba bastante agradable, un poco de viento fresco, pero con bastante sol y cielo despejado que anunciaba que el día estaría con una temperatura templada para hacer que nuestra mañana se pudiera disfrutar aun mejor. Durante el trayecto nuestros guías no perdieron de vista a cada miembro de nuestro grupo y se aseguraban de que todo el contingente estuviera al mismo paso, de tal manera que si alguno se atrasaba por cualquier razón nos deteníamos para continuar unidos de principio a fin.

Así nos fuimos adentrando al bosque y comenzamos con los caminos mas complicados y emocionantes, unas bajadas algo extensas en camino ancho para después tomar una desviación con algo de subidas y caminos más estrechos, que nos demandan a poner mucha atención sobre cada detalle que podemos encontrar en el camino. En un instante ya estábamos llegando al punto conocido como el “kínder” y continuábamos por un espacio abierto admirando de nuevo el cielo y un camino largo para comenzar nuevamente el ascenso que nos llevaría hasta nuestro destino.

Fue aquí donde mi falta de condición física comenzó a cobrar factura y cada vez comencé a distribuir mi esfuerzo, sin embargo, llegue a mi limite y tuve que bajar de la bici para tomar aire y estirar mis piernas, cabe mencionar que fui el único que tomo un respiro, pero al parecer si me tomo mas tiempo que al resto recuperarme. 

Intenté hidratarme, caminar un poco y controlar mi respiración, pero definitivamente tuve que sentarme un momento ya que al parecer no podía ya esforzarme más. Aquí fue donde me quedo más claro el espíritu de camaradería que existe en Cámara Rodante ya que en ningún momento me dejaron solo, me animaban a continuar, pero sobre todo a tomar mi tiempo necesario para descansar, sin presiones y con un estimulo de confianza donde todos estaríamos unidos hasta el regreso.

Mientras estaba descansando preguntaba si aun faltaba mucho y realmente eran unos 200 metros aproximadamente lo que me faltaba para llegar a Obsidianas, por lo que en mi mente siempre estuvo la idea de que no me iba a quedar a unos metros de la meta. Le dije a mi guía que me dejara un momento descansar y que yo ahí los esperaría, pero en realidad solo me puse de pie, tome mis cosas y comencé lentamente a subir de nuevo montado en mi bicicleta hasta alcanzar al resto del grupo.

Sin duda estos son los retos personales que vale la pena vivir, superarse día a día apropiándote de metas que puedas lograr para sentir que eres capaz de lograr mucho mas de lo que te imaginas. Recomiendo totalmente hacer estos recorridos acompañado de personas que te animan con una palabra de ánimo, intercambiar consejos o experiencias y una compañía para salir adelante te llena de mucha confianza por eso no me arrepiento de unirme a Cámara Rodante por lo que ya estoy esperando la próxima rodada para divertirme junto y aprender de esta experiencia

Por Abel Vargas