Información de Pablo Sepúlveda. Tomada de Mural.com
Son ciclopuertos el lugar preferido por delincuentes
Guadalajara, México (22 junio 2009).- La hostilidad de los conductores y la falta de infraestructura ya tienen un nuevo aliado para hacerle la vida imposible a los ciclistas tapatíos: el robo de sus transportes.
Desde hace unos meses, los ciclopuertos saqueados, las cadenas y candados violados, así como las quejas por bicicletas desaparecidas, son charlas frecuentes entre quienes prefieren este medio para trasladarse.
Yeriel Salcedo, de GDL en Bici y quien realiza todas sus actividades en bicicleta desde hace al menos 10 años, dice que en el último mes al menos 10 u 11 personas sufrieron el robo de sus vehículos que habían dejado encadenados en los ciclopuertos.
"Ya hay como un grupo organizado, como que ya saben de los ciclopuertos, para ellos es más fácil porque se las pones juntas", señaló Yeriel."
Ya ves que la gente empieza a dar las noticias, me estaban platicando que el otro día se robaron todo un ciclopuerto, las cuatro o cinco bicis que había. Se robaron todas la gente que vio dijo que llegó una camioneta, se bajó alguien y ¡pum! ¡pum! ¡pum!, cortó todo (las cadenas), las subieron a la camioneta y se fueron".
Camilo, otro joven que también se vale de su bicicleta para moverse, confirmó la versión de Yeriel sobre la existencia de una banda especializada, que después de darles una "manita de gato", las comercializan en algunos tianguis, entre ellos, El Baratillo.
Pero romper candados no es el único método del hampa, también el robo con violencia ya llegó a los ciclistas.
Jesús Carlos Soto Morfín, del organismo Ciudad para Todos, señaló que en las últimas semanas también han sabido de al menos tres casos en la zona de Chapultepec en que los ciclistas fueron asaltados y despojados de sus vehículos.
En la Policía de Guadalajara el problema no es alarmante aún, ya que ellos saben apenas de tres casos en lo que va del año, esto debido a que las víctimas no siempre hacen las denuncias.
Las páginas electrónicas de GDL en bici, Bici 10, así como perfiles de Facebook, ya lucen varias fotografías de bicicletas robadas, con el fin de poner al tanto a la comunidad ciclista de la situación.
En la página de Bici 10, un usuario que no se identifica señaló los lugares y tianguis a donde van parar las bicicletas robadas: los martes en Hacienda Santiago y Mochitiltic, en Oblatos; los jueves en la Calle 74, desde Pablo Valdés a Javier Mina, y los viernes en Hacienda de Tala en Loma del Tepeyac.
Para los ciclistas, los ciclopuertos en la Ciudad están dejando de cumplir con su objetivo. Incluso, entre los que se han identificado como los más inseguros y de donde se han robado más bicicletas son los de un costado y frente al Ayuntamiento de Guadalajara, donde siempre hay vigilancia.
Vuelve porque vuelve
Para Camilo no había otra opción, su bicicleta robada tenía que regresar a sus manos a como diera lugar.
La bicicleta fue hurtada mientras él y su novia entraron a un supermercado cerca del ex Convento del Carmen.
"Entramos al súper y cuando salimos, la de mi novia como es más viejita ahí la dejaron, pero la mía no estaba", recordó.
Recurrir a las autoridades no fue una opción útil, lamentó, ya que luego de llamar al 066 llegaron policías, quienes le preguntaron para dónde se había ido el ladrón, a pesar de que él no lo vio.
Después de dar una descripción de su bicicleta, los agentes se fueron y nunca se resolvió algo.
A los cinco días, Camilo recibió una llamada de un amigo que le dijo haber visto su bicicleta en el Mercado Bola, en la Colonia Constitución, que se pone los martes.
Al otro día, fue a buscarla, pero no fue sólo ni desarmado.
"Fui con mi jefe y mi carnal, llevaban un tubo y un cuete (pistola) para que nos la devolvieran y llegué para decirles que era mía y me la habían robado y que qué onda", relató.
Camilo salió con su bicicleta rodando sin pagar por ella, luego de haber amedrentado a quienes la revendían.
Regresa bici solita
Para los "Charlies", quienes tienen un taller de bicicletas en Santa Teresita, recuperar una bicicleta robada sólo fue cosa de esperar y guardar la factura.
Hace tiempo, Carlos Alberto Herrera León compró una bicicleta que hoy costaría cerca de 6 mil pesos, la cual vendió a un tío suyo al poco tiempo de adquirirla.
Ya en propiedad de su pariente, la bici fue robada y se dio por perdida, recordó Herrera León.
Luego de unas semanas, familiares de Herrera León le dijeron que habían visto una bicicleta parecida en el Baratillo, aunque de otro color.
Pese a la información, nunca fue a corroborar, pero aún así, la bicicleta regresó tres meses después.
Herrera León relató que un día llegó al taller un nuevo cliente para que le arreglaran la bicicleta que acababa de comprar en el Baratillo. La sorpresa fue que al revisarla, resultó ser la que habían robado.
"Le dije 'pues la bici de aquí no sale, te digo en buena onda. Si quieres entonces paramos un patrulla, que nos lleve a la Procu y ahí que me la lleven (la factura), así yo salgo y tu quedas'", detalló Herrera León.
Aunque el cliente se mostró renuente porque la había cambiado por una motocicleta y dinero, después de ver que la factura coincidía con el número de serie, la dejó.
A punta de pistola
Ser víctima de un robo de bicicleta para Carlos Mosqueda no sólo significó perderla, también fue la pesadilla de ser amenazado con un arma de fuego.
Un sábado después de visitar a su novia, Mosqueda pedaleaba por la Calle Colonias a unas cuadras de la Glorieta de los Niños Héroes, alrededor de las 15:00 horas, cuando dos personas lo despojaron de la bici de su hermano.
"Se me puso un tipo enfrente y otro chavo detuvo mi llanta por atrás, cuando volteo para ver qué estaba pasando, veo al de atrás, regreso la mirada adelante y ya tenía la pistola en mi estómago y me dijo 'túmbate, ándale'", recordó.
En un principio retó a los asaltantes y se hicieron de palabras, pero después de unos minutos, dejó de encararlos temiendo algún disparo.
Cuando les entregó la bicicleta, los sujetos corrieron para subirla a una camioneta en la que se la llevaron.
Pero Mosqueda todavía intentó pelear por su vehículo.
"Todavía corrí atrás de la camioneta, no pude ver el modelo que era (...) seguí corriendo y le dije a una patrulla", añadió.
A pesar de los esfuerzos y la pericia de Mosqueda, la bicicleta de su hermano quedó en manos de los delincuentes.
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