CHIDA RODADA EN LA HERMOSISIMA DEL BOSQUE DE LA PRIMAVERA

La cámara que sí es rodante

¡Qué sensación! Bajar en mi bicicleta de Montaña por los túneles de La Primavera es una de las mejores experiencias que he tenido en los últimos años. Ahí voy, por el cauce natural de un río, a toda velocidad, experimentando en el estómago, en la cabeza, en el corazón ¡eso que muchos llaman libertad!

Antes encontré a la Cámara Rodante, un grupo de amigos que se reúnen cotidianamente para sacar a pasear su bicicleta: Carlos Ibarra me invitó en una ocasión y desde entonces los he perseguido por brechas, por caminos sinuosos, por montañas…

Pero este domingo al fin los alcancé: son un grupo multicolor, donde son uno para todos y todos para uno. Lo mismo señores que jovencitos, mujeres que padres de familia que roban un espacio del domingo para darle a la pedaleada.

Los correteé pensando que todos eran fotógrafos, pero en realidad lo de Cámara Rodante tiene varias acepciones. Sí, hay fotógrafos, pero en realidad son una cámara rodante, una cámara que sí es rodante.

Y van a donde la oportunidad los lleva: a Villa Corona desde El Refugio; a cazar Pitayas a Techaluta; a paraísos místicos como Michoacán. No necesitan GPS, pues son un grupo bien orientado que sabe a dónde se dirige.

El domingo al fin los alcancé en la entrada de la Primavera y ahí empezó la travesía. Darle y darle a la bicicleta hasta llegar allá a la Colina, acompañado de casi 25 ciclistas que compartieron los alimentos para dar energía, el líquido para hidratar, pero sobre todo, eso que ellos ya construyeron: un compañerismo a toda prueba.

Cámara Rodante es un grupo singular pero tiene un poco de los muchos grupos de ciclistas que han encontrado en la bicicleta una forma de hacer ejercicio, un escape a la vida ordinaria de la oficina; una forma de crear conciencia sobre la necesidad de cuidar las reservas fósiles.
Sean las razones que sean, no se puede escribir sobre los domingos de Cámara Rodante sin emoción, como no pude contener los gritos de júbilo al bajar por los toboganes naturales a toda velocidad, con esa sensación de libertad.

Gracias a los amigos de la Cámara que sí es Rodante…


POR BRUNO LÓPEZ