La Salida.
A las seis y media de la mañana me desperté, observe que amaneció muy fresco y me puse mi sudadera y toda la indumentaria del ciclista.
Por fin se me hizo rodar rumbo a la Torre 1, siempre guardaba dicha distancia a esa torre, no se porque, será porque siempre me ha dado flojera las subidas, pero bueno decidi romper con esa desidia y salí rumbo al parque del Refugio, donde ya me estaban esperando un grupo de compañeros para logra nuestro objetivo.
Agarramos camino hacia La Primavera, tomamos la avenida Federalismo, doblamos por Juárez y en Chapultepec nos subimos a lo que es el nuevo camellón, ya que están arreglando la cinta asfáltica.
A las seis y media de la mañana me desperté, observe que amaneció muy fresco y me puse mi sudadera y toda la indumentaria del ciclista.
Por fin se me hizo rodar rumbo a la Torre 1, siempre guardaba dicha distancia a esa torre, no se porque, será porque siempre me ha dado flojera las subidas, pero bueno decidi romper con esa desidia y salí rumbo al parque del Refugio, donde ya me estaban esperando un grupo de compañeros para logra nuestro objetivo.
Agarramos camino hacia La Primavera, tomamos la avenida Federalismo, doblamos por Juárez y en Chapultepec nos subimos a lo que es el nuevo camellón, ya que están arreglando la cinta asfáltica.
Posteriormente nos fuimos por todo Mariano Otero y de ahí hasta Los Postes, que es la entrada principal del Bosque, (que por cierto la están arreglando y no estaría mal que hiciera una ciclovía ) pero antes en una tienda famosa que hay por toda la extensión de dicha avenida nos surtimos de agua así como de galletas entre otras chucherías para aguantar la rodada.
La subida
Ya en la entrada a La Primavera nos estaban esperando otro grupo, nos tomamos la tradicional foto y nos dispusimos a rodar y rodar.
Para algunos, como en mi caso, era nuestra primera vez, íbamos a lo desconocido, a la aventura, pero con mucho animo de logra la hazaña, de llegar hasta el final.
Cada quien iba a su paso, unos adelantes, otros atrás y uno que otro se regresaba, al ver que en realidad no tenia la condición para subir, buena decisión.
Mas avanzábamos mas fresco era, pero entre más subíamos más hermosa veíamos a La Primavera. Entre un verde muy colorido, entre unas hojas húmedas sobre la extensión del suelo, como si fuera una alfombra a nuestro paso y eso era un aliciente para conquistar la torre.
La Conquista.
Durante el trayecto ya sentíamos algunos el peso de la subida, pero no nos desanimábamos, pero ahí paso a pasito ibamos, subíamos y subíamos.
A lo largo de la subida, veíamos gente que ya regresaba de dicha torre y nos animaban de que ya estábamos cerca de nuestra conquista.
El grupo que se adelantó ya estaba en un paraje, ahí los encontramos, ya habían llegado a la Torre pero bajaron porque ser morían de frío, nos animaron a continuar nuestra subida que ya estaba muy cerca.
La neblina nos atrapó, nos envolvió en los últimos tramos y contentos vimos la dichosa Torre, dejamos nuestras bicicletas y nos subimos a la estructura de la torre y en la altura, a pesar de la neblina disfrutamos nuestro triunfo.
El regreso.
Ya que todo lo que sube tiende a bajar…decidimos retornar, después de admirar en las alturas el bosque, entre neblina.
Nos regresamos por el mentado Espinazo del Diablo, que fue un regreso impresionante, la bajada estupenda y el paisaje maravilloso. No nos importó algunas caídas que sufrimos, lo disfrutamos al máximo.
La despedida.
Ya en Los Postes, llegamos todos contentos de haber logrado nuestra conquista y animosos nos despedimos y deseándonos suerte en la próxima rodada: Sierra del Tigre.
Que por cierto ya quedan pocos lugares para dicha rodada, no se queden sin conocer la ruta Mazamitla-Ciudad Guzmán..
Se las recomendamos.
Carlos Ibarra.
Cámara Rodante.
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