COLECTIVO

Guadalajara, Jalisco, Mexico
Somos un grupo de amigos amantes a la fotografía y a la bicicleta, de ahí el nombre de este blog. Cada domingo vamos a pedalear por diferentes rumbos de la ciudad y fuera de la misma. Hacemos tanto ciclismo de montaña, ciclismo urbano y biciturismo. Con esto queremos fomentar el uso de la bicicleta como una herramienta viable de movilidad, de salud y de diversión. ¡¡¡Animate a rodar con nosotros, saca tu bici a pasear!!! Escríbenos a camararodante@hotmail.com

martes, 27 de septiembre de 2011

RODADA CON MIRADA DE NOVATO.... CRONICA DE RODOLFO MURRIETA...EN LA RODADA TRES RANCHITOS...

El miércoles por la mañana César Álvarez llega a la oficina y nos dice "muchachos, hay una salida con 'Cámara Rodante' el domingo a Tequila, ¿Se apuntan?" Yo ya tengo años andando en bici, pero nunca había tenido la oportunidad de salir de la ciudad con ella, así que de inmediato mi respuesta fue "Por supuesto!"

El día domingo comenzó my temprano, a las 6:20 nos encontramos en casa de César 'Cheech' González y tras montar las bicis en el Honda de César Álvarez partimos primero al Oxxo de Concentro y de ahí a Tequila. Tras encontrar una farmacia donde pudiera comprar bloqueador solar (indispensable!), nos reunimos a eso de las 8:15 en la Plaza.

Me dio mucho gusto ver tanta gente, todos preparados y de buen ánimo. Luego de las indicaciones de rigor, iniciamos el pedaleo. Todo se veía bien organizado, con personas dando indicaciones de por donde girar y dándonos paso a través de la carretera. La primera parada fue en un mirador muy cercano. "Hasta aquí, todo perfecto" pensé.

El segundo tramo fue más exigente, pero incluía unos largos descensos con paisajes notables y sensaciones nuevas ( tercería, los paisajes, insectos). Las subidas fueron algo más pesadas, aunque dentro de mis expectativas. Tras algo así como una hora llegamos a un pequeño pueblo donde descansamos y esperamos a los rezagados. Ahí nos dieron dos opciones: Continuar con el recorrido previsto (léase largo, con "una bajada y una subida un poco fuerte") o, para quienes estuvieran cansados, la opción de un camino más corto y plano. En este punto vale aclarar que soy ciclista 'de domingo', es decir, no la uso muy seguido, de vez en cuando al trabajo (10kms), al Centinela y lo más que había recorrido en una jornada eran unos 20 kms dentro de ciudad.

Como los 3 que formábamos mi grupo nos sentíamos bien, decidimos tomar el camino largo, que tras un abrupto descenso nos llevó a un arroyo - realmente con paisajes inmejorables. Y de ahí empezó la subida. La parte de 'un poco fuerte' no le hacía justicia y se refería a tener que bajarte de la bici en múltiples ocasiones a empujarla por kilómetros en una resbaladiza brecha de piedras. El esfuerzo, tenaz, sudando a mares, pero con el ánimo en alto. Unos metros antes de llegar a la cima del recorrido empecé a sentir una extraña sensación en un muslo 'como que me quiere dar un calambre'. No había pasado un minuto desde que me senté (mi error) cuando el guía nos anuncia que era hora de continuar.

Ya bastante adolorido continué pedaleando a ritmo lento, con César González acompañándome y echándome porras, con las piernas cada vez más cansadas y entumecidas hasta que finalmente el calambre me ganó y tuve que acostarme en el piso. Benditos sean los celulares, llamé a César Álvarez que estaba más adelante. Unos minutos después llegó y me indicó qué hacer en estos casos (tomar agua, levantarte sin dejar de moverte, unos golpes con la mano abierta sobre los músculos). Con esto pude volver a montarme en la bici, aunque con mucho dolor. Pero mis piernas ya no eran las mismas, y estaba a punto de darme por vencido, cuando aparece la cuatrimoto que ayudaba en la organización del evento, y se ofrecen a darme aventón hasta el siguiente pueblo, cosa que acepté sin chistar.

Media hora después, tras habernos encontrado con parte de los ciclistas que habían tomado la ruta corta, vimos a un costado del camino a Dora, quien ya no podía continuar. Así que hicimos un trato: ella tomó mi lugar en la cuatrimoto y yo continué en su bici (la mía había perdido una tuerca del 'quick release' de la llanta delantera durante el recorrido en la cuatrimoto) hasta Tequila, ya que sólo faltaba un descenso de unos 5kms. En el camino me encontré a más compañeros y juntos llegamos al centro, luego de lo cual nos fuimos a una cantinita donde probé la Corona más deliciosa del mundo - o al menos así me pareció.

Aún con todo el cansancio, hambre y dolor (aún tengo un morete en la pierna del calambre), y no haber completado todo el recorrido por mis propios medios, tenía una extraña sensación de triunfo, de haber probado mis límites, de haber logrado algo más allá de lo cotidiano. Así que pregunté "¿Y cuándo es la próxima salida?"

Por Rodolfo Murrieta Vásquez

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