COLECTIVO

Guadalajara, Jalisco, Mexico
Somos un grupo de amigos amantes a la fotografía y a la bicicleta, de ahí el nombre de este blog. Cada domingo vamos a pedalear por diferentes rumbos de la ciudad y fuera de la misma. Hacemos tanto ciclismo de montaña, ciclismo urbano y biciturismo. Con esto queremos fomentar el uso de la bicicleta como una herramienta viable de movilidad, de salud y de diversión. ¡¡¡Animate a rodar con nosotros, saca tu bici a pasear!!! Escríbenos a camararodante@hotmail.com

miércoles, 13 de febrero de 2013

“UNA RODADA PARA FESTEJAR”, CRÓNICA DE DORA FIGUEROA...

Quería probar un fin de semana y así lo hice. Esta es la crónica de mi segundo intento de rodada en bicicleta con “Cámara Rodante”.

 
Después de un corto sueño, de unas 5 horas, todo a causa de los nervios e imágenes en mi mente del reto y la aventura que me esperaba el día siguiente, me desperté a las 6:20 de la mañana ya por costumbre de entre semana-, y me levanté con un cansancio acumulado que de buena gana hubiera seguido en cama. Ya desayunados y con las cosas preparadas desde la noche anterior (cascos, cámaras de repuesto, guantes, lentes, botellas con gatorade, protector solar, etc.) Subimos las mochilas y las bicicletas al coche (en realidad yo solo veía como lo asía mi Chuyo) y salimos camino a Jocotepec.


Siguiendo el plan, en el trayecto nos encontraríamos con las personas del punto de reunión de las fuentes, comandado por Edgar Fidelgo y así fue, ya que más o menos a la altura de las cuotas (entronque Tlajomulco) por el retrovisor se alcanzaban a ver bicicletas en los toldos de los coches (al ver esto, mi piel se puso chinita) y al cabo de un rato ya éramos parte del gran y numeroso contingente, cabe mencionar que así de grande eran también mis nervios y el hueco de mi estomago.


Llegamos a Jocotepec pasadas las nueve de la mañana, el día muy soleado y el clima templado, dejamos los carros y camionetas en el estacionamiento del malecón y nos dispusimos a bajar las bicicletas y prepararnos para nuestro recorrido, nos tomamos dos fotos del recuerdo con el numeroso grupo (doscientos ciclistas aprox.), creo que son las de rigor, todos estábamos alegres y dispuestos a la aventura. Agarramos parte del malecón y de ahí una calle entre empedrado y terracería muy pintoresca ya que en el trayecto podías ver la clásica tienda con los borrachitos afuera, al viejito sentado en su silla tomando el sol de la mañana, el establo con las vacas preparadas para la venta del pajarete, así hasta llegar a la carretera en donde rodaríamos un par de kilómetros hasta podernos incorporar a la ciclovia para pedalear rumbo al malecón de San Juan Cosala.

 
Ya a la entrada de San Juan Cosala, dejamos la carretera tomamos una calle un poquito empinada y empedrada que nos llevaría al malecón, hay francamente no tuve mucho tiempo de apreciar el paisaje urbano, ya que me preocupaba bastante caerme, atropellar a alguien o entorpecer alguno de mis compañeros que pedían Pista! Pista! y pasaban como flechas a mi costado. Me gusto mucho lo bonito y cuidado que tiene esta población su Malecón y su infraestructura, fue muy agradable ver sus jardineras con palmeras y buganvilias muy bien cuidadas y un foro libre de basura.


Paramos unos minutos a hidratarnos, esperamos a que llegaran la mayor parte del contingente nos tomamos la foto del recuerdo y montamos de nuevo las bicicletas y salimos camino a Ajijic, tomando una de las calles empedradas hasta dar vuelta en la entrada del Balneario de aguas termales de San Juan Cosala y de ahí retomar la carretera en grupos de 20 personas para incorporarnos de nuevo a la ciclovia. Seguimos pedaleando barios kilómetros entre subidas y bajadas, por nuestro andar pasamos la piedra barrenada, en donde tuvimos que subir por las faldas del cerro un tramo no muy pesado pero si algo angosto, cubierto de maleza, husaches y espinas, yo creo más de alguno nos dimos un buen arañón. Y así hasta llegar al malecón de Ajijic, un lugar muy pintoresco en donde los colores ocres de la mayoría de sus fachadas contrastan a la perfección con el lago, resaltando así su encanto.

 
Hay descansamos un rato, durante la espera me di cuenta que uno de los integrantes del grupo era un amigo, el cual tenía mucho tiempo sin ver. Su nombre es Gerardo y fue compañero de viaje de Jesus L. (mi Chuyo) en la Ruta a San Blas (no cabe duda que el mundo es muy pequeño), según nos platico ya tiene unas cuantas experiencias con Cámara Rodante

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 Al cabo de unos minutos retomamos nuestro camino ahora si rumbo al Malecón de Chapala por la ciclovia. Después de algunos kilómetros llegamos a la entrada del poblado de Chapala, pero jamás me imagine que llegar al centro de este me costaría tanto trabajo, ahora si como dicen sude la gota gorda. Por fin llegamos a la av. Principal y al fondo se podía ver el tan esperado Malecon.


Paramos un buen rato, cada quien premio su esfuerzo de distinta manera, algunos se refrescaron con cerveza, otros tantos degustaron sus ricas nieves, duros con chile, fruta, el lonche paseado desde Guadalajara (el cual fue nuestro caso), comida a la carta en alguno de los restaurantes,. Lo que es indudable es la enorme alegría y gusto que estabas experimentando todos y claro, recargando baterías para el regreso ya fuera sentados en el muro del malecón, en bancas, recostados en el pasto del jardín, viendo pasar al contingente del carnaval con múltiples colores y mucha algarabía.


Un poco después de las doce del medio día, llego la hora de regresar a Jocotepec, pero yo la verdad lo único que quería era llegar, pero a la barredora. Nos reunimos en el malecón y se nos comento que de regreso ya no abría paradas en los poblados y que todo el trayecto seria por la ciclovia hasta llegar a Jocotepec. Sin más montamos nuestras bicicletas y salimos del malecón para tomar la carretera y de ahí trasladarnos a la ciclovia de regreso.

 
Con muchos trabajos avance unos tres o cuatro kilómetros después del poblado de Chapala, y debajo de un tabachin nos detuvimos por que según yo, ya no podía ni con mi alma, esperando ahora si encontrarme con la barredora. Durante la espera, seguían pasando a su ritmo, integrantes de la rodada y no falto alguno que nos preguntara si todo estaba bien, les agradezco a todos su compañerismo y apoyo. Al cabo de un rato, uno de los organizadores se paro y muy amablemente nos asistió pidiendo el apoyo de la barredora, pero cuál fue mi sorpresa, resulto que la barredora estaba atorada en el tráfico del centro de Chapala y no tenía para cuando salir de ahí.

 
Le agradecimos la ayuda y no me quedo más remedio que subirme de nuevo a mi bicicleta, armarme de valor y buena actitud, y seguir pedaleando en compañía de la persona que durante todo el recorrido confió en mí, me apoyo, cuido y salvo de dos que tres caídas, no cabe duda que por eso y más es mi compañero de vida. Y tener siempre en la mente lo orgulloso que estarían él, mi hijo y mis papas al saber que terminaría todo el recorrido.

 
Y así entre subidas, bajadas (que para mi gusto eran más subidas), un ritmo más lento, unos paisajes muy bonitos y el vuelo de aves y un pequeño halcón, llegamos por fin al malecón de Jocotepec, en donde ya se encontraba un gran número de compañeros festejando su llegada, así como también los “5 Años de existencia de Cámara Rodante”. Al final todos llegamos a la meta, cada quién agarró su ritmo, sin presiones, eso fue lo importante. Algunos muy adelantes, algunos muy atrás, otros tantos en la barredora, pero todos unidos con el mismo objetivo.

 
No me queda más que agradecerles a los fundadores y organizadores de este gran proyecto “Cámara Rodante”, por su trabajo, tenacidad, esfuerzo y paciencia para todos nosotros y por permitir que personar como yo lleguemos a alcanzar una Meta, que aunque parezca pequeña para algunos para otros es muy grande.

 ¡Felicidades Cámara Rodante por tus 5 años y vamos por mas!

Crónica de Dora Figueroa
Cámara Rodante

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