COLECTIVO

Guadalajara, Jalisco, Mexico
Somos un grupo de amigos amantes a la fotografía y a la bicicleta, de ahí el nombre de este blog. Cada domingo vamos a pedalear por diferentes rumbos de la ciudad y fuera de la misma. Hacemos tanto ciclismo de montaña, ciclismo urbano y biciturismo. Con esto queremos fomentar el uso de la bicicleta como una herramienta viable de movilidad, de salud y de diversión. ¡¡¡Animate a rodar con nosotros, saca tu bici a pasear!!! Escríbenos a camararodante@hotmail.com

sábado, 9 de marzo de 2013

DE REGRESO A LA MONTAÑA, AÑO Y MEDIO DESPUÉS…CRÓNICA DE EBERT TOXQUI


Una mañana fria…mmm esperen un momento, la rodada no empieza por las mañanas, personalmente empieza desde una noche anterior, con la preparación del equipo y lo necesario para disfrutar de un excelente viaje al día siguiente. Dormir bien, evitar desvelos porque la madre montaña no es condescendiente con aquellos atrevidos que van ya sea desvelados o en estado etílico, pero bueno, para todos hay en la viña del señor dicen por ahí.

Me levanté temprano, hacía frío, me cambie y cuando salí de casa, una gran helada golpeo mi rostro y me obligó a regresarme a ponerme un pants y una sudadera mas gruesa. Ya en camino, el termómetro marcaba 5°C y cuando llegue a postes, marco 2°C, poco faltaba para estar a 0°C. Observe a los compañeros que atrevidamente estaban ya haciendo calistenia y preparándose, eso y el pensar en mis compañeros que venían ya rodando desde casa, me animo a unírmeles y mostrar solidaridad con ellos. El gran Ismael (nuestro fearless líder en esta rodada), llego ya con un camino recorrido aproximadamente desde el centro de GDL.

Había varios grupos de corredores, otros grupos de compañeros ciclistas que también se dieron cita a las 7 am en Domingo. Debo mencionar que como extrañaba esta logística que después de mas de año y medio sin ejercitarme en la madre montaña (ni siquiera en la Vía Recreativa), pero eso no elimino de mi mente el temor de que fuera una ruta muy pesada. Personalmente tuve opción de ir al zoológico pero elegí una transición más severa y animarme a tomar una prueba de inmersión rápida para mi regreso a los brazos de la montaña.

El primer reto fue el ascenso al km 3.5, OK entre en calor rápidamente y al ver pasar a mi lado a mis compañeros me percaté que yo tenía un paso más lento, pero recordé una regla de oro, cada persona tiene un ritmo personal para cierto nivel de resistencia. Yo apenas estaba redescubriendo el mío, el cual tengo que decir era malo por no decir deplorable. El ascenso posterior fue menos severo pero no menos prolongado. Aproveche para tomar un ritmo nuevamente lento pero con el enfoque de no desgastarme ante una ruta que tenia mucho tiempo que no recorría (ahora desconocida para mi).

Debo mencionar que lo maravilloso fue la majestuosidad de una fría mañana, con un paisaje único y hermoso y me dio muchísimo gusto reencontrar y ver el compañerismo único existente en el grupo de Cámara Rodante. Las bromas, las anécdotas así como reencontrar amistades me motivo mucho en mi trayecto. Dicen que recordar es vivir. Y recorrer este trayecto me revivió viejos recuerdos, todos gratos del grupo y los amigos, así como de conocer una diversidad de rutas que proponen diferentes niveles de diversión. El ascenso a lo largo de la prolongación de Mariano Otero fue paulatino y disfrute del clima, asi como la ruta hasta ese punto.

Los siguientes kilómetros pondrían a prueba mis engarrotadas habilidades y condición física. Eso fue algo para reaprender, no basta tener la condición sino además el temple y el espíritu de no ceder ante la persistente prueba física del ascenso. Este fue gradual en su aumento del nivel de dificultad. Requería condición, tenacidad y muuuucha paciencia para no frustrarme ante los constantes embates que evitaban agarrar y mantener un ritmo en el ascenso. Por si fuera poco además de mi falta de condición y la pérdida de tenacidad para nivelar el ritmo, mi asiento se incrustaba cada vez mas en mi coxis. Trataba de no poner atención a los embates y la falta de costumbre de mi asiento, disfrutando de tan hermosos paisajes, de las pláticas de mis compañeros y de animar a aquellos que osadamente peleaban a muerte con ese ascenso que tramo a tramo fue conquistado.

La constante guía de nuestro líder, el gran Isma, hizo el recorrido ameno y seguro ya que siempre estaba atento a que en los posibles entronques, nos esperaba para avisarnos que camino tomar. Finalmente después de unas horas de ascenso, los últimos 100 m a la torre nos guardaban una sorpresita…¡fue horrible!, ¡fue horrible!... un camino abrupto y sinuoso para el ascenso por no decir intransitable para los no letrados en ascensos técnicos. Así que después de avanzar los primeros 10 m, decidí cargar mi bicicleta para que no se cansara mi noble corcél. Hoy por ti mañana por mi. Así finalmente llegue por pie propio y detrás de muchos compañeros que ya disfrutaban del fruto de la victoria.

Llegar a torre 3 con una mañana así de hermosa y la camaradería, hicieron que el esfuerzo valiera la pena y que el premio fuera un deleite. Fotos aquí, fotos allá, platica aquí y más allá fueron el menú aquella mañana después de un ascenso muy interesante y personalmente intenso pero no imposible. En el descenso, afortunadamente el saldo fue blanco aun cuando varios grupos decidieron tomar la ruta de regreso con valentía y velocidad.

Hacia tiempo que no tenia oportunidad de disfrutar un descenso interesante y prolongado, pero mis experiencias en los descensos previos (uno casi me cuesta la vida) me hicieron ser un poco mas precavido y menos temerario, pero no por ello menos disfrutables. Recordé que las rutas con tendencia positiva son las que te demandan al principio (como el ascenso) y te premian en la recta final (con un descenso que te permite acortar el esfuerzo en la ruta). Asi fue este regreso. Muy disfrutable, sentir la adrenalina correr a través de ti, agudizar los sentidos y volverte uno con la bika. Eso es libertad y un excelente ejercicio antiestrés.

El trayecto final trajo un nuevo reto para mi.. consumí todo mi liquido de mi Camel. Pero no por ello, sintiéndome sediento, cedí a continuar y concluir como pudiera dicha ruta. Gracias a Héctor, un ángel guardián que tenía un excedente de liquido de hidratación y que compartió generosamente conmigo, fue que logre recuperarme de mi catatónico estado y dar el esfuerzo necesario para regresar y concluir la ruta sin incidente.

Nuevamente el compañerismo y la camaradería mostraron su benévolo rostro. Varios compañeros en el regreso se poncharon, más la pronta atención y apoyo se dejaron sentir y la solidaridad, esa positiva y fuerte energía de ayuda mutua, hicieron un regreso sin igual. Ismael continuaba ahí, atento al grupo y siempre con esa disposición para llevar a bien el cierre de la rodada y del grupo.

Una ruta hermosa, retadora y disfrutable, todo gracias a la unión y compañerismo mostrado. Cero incidentes mostraron que el espíritu de Cámara Rodante (un reconocimiento especial a Ismael y a Héctor), es lo que forma parte distintiva de magnifico grupo de amantes del ciclismo del contacto con la naturaleza. Y bueno, las piedras rodando se encuentran..

p.d. Debo mencionar que después de esta ruta, ya le puse departamento a mi asiento, después de lo vivido y lo entrañable que nos conocimos esta vez, como él no hay dos…es insoportable y yo insufrible… uno para el otro….para todo lo demás existe mastercard…


Crónica de Ebert Toxqui 
Cámara Rodante.

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