Luego de saber el destino de la rodada dominical, la verdad no me entusiasmé, pues se decía que iba a estar muy pesada ya que iniciaríamos con un descenso prolongado y al regresar pues obviamente el ascenso sería demandante. Pablo, mi marido, se encargó de convencerme diciéndome que no me preocupara que cuando me "cansara" me subiera a la barredora. Al fín me decidí, me levanté temprano, y allá vamos. Llegamos al punto de reunión puntualmente, ya que uno de los propósitos de Cámara Rodante para este año es salir a tiempo, y hasta ahora se ha cumplido, felicidades !
Ya estaban algunos compañeros,esperamos a los que faltaban, bajamos nuestras bicis, nos terminamos de disfrazar y nos dispusimos a escuchar con atención los avisos parroquiales dirigidos por Edgar donde nos hizo ver la necesidad de ir atentos durante el descenso así como una serie de precauciones que nunca están demás. Nos presentó al personal que tuvo a bien resguardarnos durante el trayecto, policías del estado asi como seguridad privada y la camioneta de barredora.
Al iniciar se sentía el aire muy frío, no sé si sería el clima o mis nervios ya que me aterran los descensos pero poco a poco lo voy superando, el primer reagrupamiento lo hicimos en una caseta de vigilancia desde donde se podía ver una buena parte del camino que nos faltaba por recorrer.
Dejé pasar a los más audaces digo, para no estorbar y continué el descenso ya sin frío y disfrutando de los paisajes, todo estaba perfecto a no ser por los aromas que salían a recibirnos, tomamos unas fotos ya que el paisaje lo ameritaba, seguimos hasta llegar a un lugar llamado "las pilitas" donde había gente bañándose (no lo podía creer) luego llegamos a unas instalaciones abandonadas de la CFE solo había personal de vigilancia, aqui terminó el descenso, inició un camino semiplano donde íbamos siendo observados por una buena cantidad de zopilotes, ni cómo caernos !!!!!!!!! ante semejantes custodios.
Al fin, llegamos a nuestro destino, el famoso Nuevo Puente de Arcediano, mismo que, solo conocía por las noticias pero para sorpresa de más de alguno, nos pareció precioso !! y por supuesto que no podia faltar la foto grupal.
Nos preparamos física y mentalmente para el tan esperado regreso, tome mi bici y cual seria mi sorpresa al ver a Pablo mi marido arriba de la barredora, me quede de a seis!! insistimos a que se bajara, sin lograrlo, alegando que él se encargaria de la logística de naranjas, plátanos asi como el apoyo moral a quien lo necesitara.
Inicia nuestro peregrinar, mi compañera Lina y yo comentamos, vamos a terminar esta rodada a como dé lugar. Después de un par de Kms el calor empezó a hacer estragos, pero el ánimo no decaía. Continué admirando el paisaje que la naturaleza nos ofrecía, con todo y sus aromas, pues como alguien lo dijo, lo que tiene de hermoso, lo tiene de apestoso.
En el camino me iba encontrando con varios compañeros, algunos, igual de cansados que yo, en ese momento ya no sentía nada, literalmente, ni los brazos, ni las piernas. Pasé la caseta de vigilancia, pensé que ya había terminado el ascenso pero oh ! sorpresa faltaba todavía otro tanto. Al llegar a la tienda de abarrotes me hidraté (no como acostumbra mi marido) para seguir con los últimos 3 Kms. (solo de acordarme ya me volví a cansar).
Agotada.............. al fín llegué a nuestro punto de partida, cabe señalar que durante el trayecto siempre fuimos acompañados por los elementos de la Policía a quienes agradecemos su valiosa ayuda.
Para finalizar les digo que me gustó mucho haber conocido un lugar lleno de historia, me la pasé muy bien, valió la pena el esfuerzo.
Gracias a todos !
Crónica de Angélica Zamora.
Cámara Rodante
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