CRÓNICA DE UNA RODADA POR EL SALTO DE NOGAL EN TAPALPA... POR CARLOS CALDERÓN

Llega el Domingo, mi despertador no suena, al levantarme media hora después de la prevista miro por la ventana veo como el sol ya había salido, dudando que llegaría a tiempo a donde acordamos reunirnos y partir hacia Tapalpa. Decidí no perder más tiempo e ir lo más pronto posible hasta el punto de reunión, sin duda que buena decisión. Al llegar a Las Fuentes veo que aún estaba a tiempo, me reciben con unos buenos días, alegres, conseguí quien me hiciera favor de transportar tanto mi bicicleta como a mí. Al llegar a nuestro destino el clima era fresco, agusto.

 
Nos vimos en la Plaza dónde habían más turistas y gente del mismo pueblo agradable. Empezó la rodada con una subida algo complicada, ya que para mi segunda vez rodando con Cámara Rodante no me es tan fácil aún esas subidas con puro payasito, pero nada que no se pueda resolver es cuestión de práctica y como dijo Isaac Newton "Todo lo que sube tiene que bajar" siguió una bajada, ya tenía buen rato sin sentir ese tipo de adrenalina, esa emoción de que saber que vas a una velocidad de 50-60 km/h, saber que con cualquier mal movimiento acabas en el suelo de una manera no muy agradable. Después de pasar alguna subida o alguna bajada tomamos un descanso, además para que se vuelva a reunir el grupo.

   
Tras varios kilómetros de ir rodando llegamos a donde es el inicio del camino hacia El Salto del Nogal donde acomodamos las bicicletas sobre unos árboles. Hery decidió no bajar a las cascadas, así cuidando las bicicletas para el bien común. De bajada hacia las cascadas no fue mucho problema, te entretienes viendo el paisaje, buscando cual roca es la más adecuada para pisar para no resbalar, siguiendo el sonido del agua finalmente llegas a la cascada pequeña que mide 7-10 metros que esta sigue activa gracias a la grande que después fuimos.

 
Ésta mide aproximadamente 105 metros, realmente estar frente a una de las reliquias de la naturaleza te hace relajarte, reflexionar que por culpa de nosotros los seres humanos áreas como esa han ido desapareciendo, ignorando que es necesario para nosotros. Tras una serie de fotos, apreciar el panorama vamos de regreso, a pesar de lo pesado que estuvo ahora subir hasta donde dejamos las bicicletas, vale la pena el esfuerzo y sudor.

 
Antes de ir de regreso a Tapalpa tomamos un descanso, el grupo muy unido, amable ofreciendo sus frutos del camión , no te deja atrás, la fiel barredora como apoyo en caso de accidentes o descomposición, tal como mi caso en una subida se rompe el manubrio, algo nada placentero. Teniendo que subir la bicicleta al rack me falto una parte por recorrer hasta después que Ismael otro compañero que ya había dado lo que pudo dar, me prestó su bici para continuar y finalizar con la última bajada, perfecta.

 
Al llegar a donde comenzamos la rodada, un grupo de niños del pueblo y Hery comenzaron una porra, la cual no me toco ya que llegue casi al final pero que gusto, que a los lugares que vamos visitando para rodar siempre nos reciban bien, bueno, al menos hasta ahora. En el camino de regreso hicimos una parada en un restaurante llamado “El Árbol de la Culebra” ya que recomendaron que el borrego era muy bueno y no mentían estuvo bueno. ¿Por qué El Árbol de la Culebra? En un lado del restaurante hay un árbol en forma de culebra, una curiosidad de la naturaleza. Tras un rato agradable platicando, tocando varios puntos importantes sobre las rodadas, experiencias, etc. Llego la hora de cada quien agarrar su rumbo hacia casa.

Como mencioné anteriormente es mi segunda rodada y sin pensarlo a seguir con las que vienen. Me da gusto haber encontrado a Cámara Rodante 100% recomendada.

Crónica de: Carlos Calderón 
Cámara Rodante.