COLECTIVO

Guadalajara, Jalisco, Mexico
Somos un grupo de amigos amantes a la fotografía y a la bicicleta, de ahí el nombre de este blog. Cada domingo vamos a pedalear por diferentes rumbos de la ciudad y fuera de la misma. Hacemos tanto ciclismo de montaña, ciclismo urbano y biciturismo. Con esto queremos fomentar el uso de la bicicleta como una herramienta viable de movilidad, de salud y de diversión. ¡¡¡Animate a rodar con nosotros, saca tu bici a pasear!!! Escríbenos a camararodante@hotmail.com

miércoles, 25 de enero de 2023

PERSEVERANCIA PARA LOGRAR CUALQUIER RETO / SEGUNDA RODADA DE NOVATOS - OBSIDIANAS



Como niñas emocionadas por su primer día de clases, mi hermana y yo preparamos nuestras bicis y mochilas desde un día antes, con todo el entusiasmo y compromiso nos levantamos muy temprano, ya que habíamos planeado llegar por la ciclopista de Mariano Otero. Ana me preguntó, ¿crees que sea muy pesado llegar?,  y yo con una sutil mentira le respondí, que sería un buen calentamiento jeje. 


Emprendimos nuestro camino justo en el momento en que el horizonte se pintaba de tonos rojizos. Íbamos pedaleando con música de fondo cuando, en la esquina de Patria con Mariano Otero vimos con sorpresa a dos ciclistas con el jersey de Cámara Rodante, que al intercambiar unas cuantas palabras, sabían que íbamos al mismo lugar y no dudaron en decirnos que nos integráramos, lo cual fue de gran ayuda ya que tomamos todo el carril derecho antes de cruzar el puente del periférico, para después incorporarnos a la ciclovía. 





En el momento en que comenzó la pendiente, se sentía un apoyo fraternal al encontrarnos a más ciclistas rumbo a la primavera. Al ver a muchos compañeros en Los Postes, creímos que ahí sería el punto de reunión, que ingenuas jaja, cómo evidentemente no era así, nos pusimos en marcha por el camino empedrado, subida, curva, otra curva, subida, curva, hasta que subimos después de muchas curvas.



Cuando llegamos al estacionamiento se separaron los Poncha Tenis de los Novatos y los Novatos en grupos, me dio gusto ver a compañeros que reconocía de una semana anterior, rumbo al Diente. Me despedí de mi hermana que era del grupo amarillo y yo me fui al rosado. Nos pusimos en marcha por el camino ancho y la emoción que tenía al adentrarnos al bosque era indescriptible. Los padrinos nos explicaron que serían tres bajadas y tres subidas y de regreso. Realmente no las conté, estaba ocupada manteniendo los pies firmes en los pedales y mirando enfrente como me lo sugirió Saúl, que sus consejos y el de los demás padrinos me ayudaron a no irme rodando por las piedras sin la bici jeje.  Me fascinó la bajadita antes de llegar al Kínder, pero me asustó pensar en cómo le iba a hacer para volver a subir. Nos encontramos con arena que derrapaba a nuestras bicis y más de una vez tuvimos que detenernos a ponernos en equilibrio en un terreno más firme.


Y entonces inició el reto, nunca me había empeñado tanto en no rendirme, la pendiente rocosa con arena y la subida prolongada era nuestro panorama. En ese momento aprendí a hacer los cambios delicadamente y poco a poco subimos.

Cuando vi las piedras de obsidiana en el sendero sospeché que nos faltaba poco para llegar y sólo tomé un aliento profundo para llegar a nuestro punto de encuentro. Fue ahí donde descansamos y esperamos a que se compactara todo el grupo (agradezco tanto que sea un grupo que se espera a que todos lleguemos con bien). Nos hidratamos mientras contemplamos una vista exquisita del bosque y respiramos tranquilidad. 



En el regreso fui consciente de cuánto habíamos avanzado y de lo que era la adrenalina pura. En los descensos encontramos a los demás grupos y entre todos nos motivamos a seguir.


“Sal si puedes”, fue una etapa de la rodada, que me explicaron que a muchos se les olvidaba lo que habían recorrido y por lo tanto, era cansado. Sin embargo me concentré en platicar con mis compañeros y disfrutar el camino, y no se me hizo abrumador el regreso. 


Cuando escuché que compañeros se iban a Vaca Muerta, mi espíritu aventurero me decía, que lo intentara pero creía que no era el momento y además sabía que iba a ver más oportunidades. Y no me equivocaba, ya que después de llegar al estacionamiento, y tomarme un strongbow que llevaba en mi mochilita, llegó Ana con amigos del equipo amarillo, no les costó nada para convencerme en bajar por las Arenosas. 



En mi justificación nunca vi el letrero que decía PRECAUCIÓN, y cuando vi a un niño lanzarse, dije, por qué no, y bueno ya se imaginarán mi sorpresa y emoción al ver los caminos estrechos, curvos y cambiantes. Quisiera decir que no me acobardé en ningún momento, pero no fue así, en tramos tuve que detenerme y respirar profundo. Bajamos sin inconvenientes y con toda una experiencia impresionante que contar. En ese momento comprendí algo muy importante: 


En la bicicleta demostramos la perseverancia para lograr cualquier reto, nuestra valentía ante cualquier adversidad y la serenidad para no rendirnos. Aunque se nos presenten pendientes agotadoras, vientos que nos frenan y muchos baches, rocas y arena que nos tumban, eso no es suficiente para detenernos. 


Nos pueden llamar necios, locos e imprudentes, pero sabemos que somos libres.

Gracias, Cámara Rodante  por una de las mejores experiencias en la bicicleta. 


Por Victoria Arista Herrera 




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1 comentario:

  1. Dicen que todos los Domingos a Rodar en donde y a qué horas .. y ese escrito de esa pedaleada de su experiencia .. Felicidades!

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