Todo parecía indicar que iba a ser un día esplendoroso, pero al arribar al soriana de Chapala, comienzan unas nubes grises a obstruir el sol radiante que hasta ese momento fulguraba, un aire gélido eriza nuestra piel, tomamos la foto de inicio en el malecón de Chapala y que comienza así la travesía por la ribera hacia San Juan Cosala.
Por camino franco plano a un buen ritmo que los que chanelan de este asunto denominan cadencia, observando el bello panorama, el frío empieza a desaparecer y el sudor emerge de nuestros dilatados poros por la movilidad motriz generada al pedalear.
Así pues, llegamos al nuevo y bello malecón de San Juan Cosala, como es tradicional la foto del recuerdo y comentarios de lo hasta el momento recorrido.
Continuamos nuestra agradable travesía, no sin antes hacer el primer coraje del día al percatarnos que la ciclovía que corresponde a Jocotepec desaparece para darle entrada a dos carriles más para los automotores, me imagino por los centenares de fraccionamientos que se están desarrollando por la zona para los retirados vecinos del norte.
Llegamos al hermoso malecón de Jocotepec, otra foto del recuerdo y que se empieza a gestar una negociación para darnos un paseo por el lago en el yate “Fiesta Chapala”. Ok $ 20.00 Veinte pesos por persona por un recorrido de 45 minutos, gran idea ¡¡¡
Guardamos nuestras rilas en la azotea de los baños del malecón que regentea el mismo dueño del yate que para no variar es extranjero creo que francés, muy amable hasta eso.
Abordamos por estribor, nos acomodamos por toda la eslora y a navegar se a dicho.
Por camino franco plano a un buen ritmo que los que chanelan de este asunto denominan cadencia, observando el bello panorama, el frío empieza a desaparecer y el sudor emerge de nuestros dilatados poros por la movilidad motriz generada al pedalear.
Así pues, llegamos al nuevo y bello malecón de San Juan Cosala, como es tradicional la foto del recuerdo y comentarios de lo hasta el momento recorrido.
Continuamos nuestra agradable travesía, no sin antes hacer el primer coraje del día al percatarnos que la ciclovía que corresponde a Jocotepec desaparece para darle entrada a dos carriles más para los automotores, me imagino por los centenares de fraccionamientos que se están desarrollando por la zona para los retirados vecinos del norte.
Llegamos al hermoso malecón de Jocotepec, otra foto del recuerdo y que se empieza a gestar una negociación para darnos un paseo por el lago en el yate “Fiesta Chapala”. Ok $ 20.00 Veinte pesos por persona por un recorrido de 45 minutos, gran idea ¡¡¡
Guardamos nuestras rilas en la azotea de los baños del malecón que regentea el mismo dueño del yate que para no variar es extranjero creo que francés, muy amable hasta eso.
Abordamos por estribor, nos acomodamos por toda la eslora y a navegar se a dicho.
Ya a bordo charales, cervezas, baile, risas, algunos compañeros tomaron el timón de la embarcación y otros más a sentir el aire en la proa. Con decirles que hasta se pensó en realizar la posada navideña ahí mismo… de lo que se perdieron los que no vinieron, lo único malo que no hicieron válida la credencial del INSEN a algunos compañeros para este recorrido y que llegó la hora de anclar.
Con la panza llena y el corazón contento a retornar, que pesadez… pero teníamos que hacerlo. Solo una nueva camarada rodante aborto la operación. Saludos Ivonne ¡¡¡
Al volver a Chapala nos pareció interesante tomarnos una foto en un mural que expresa la diversión familiar que encuentras en la rivera, estábamos en eso, cuando el segundo coraje del día; Un policía inconsciente haciendo gala de ostentar su poderosa retrocarga nos recrimino de forma por demás prepotente que dañábamos el mural cuando ni siquiera lo estábamos tocando.
Voy de acuerdo en cuidar nuestros atractivos turísticos y arquitectura pero no era la forma, créanme. Esto hizo que nos en crispáramos y respondimos al unísono su grosería por lo que no tuvo más remedio de dar media vuelta y emprender retirada.
Voy de acuerdo en cuidar nuestros atractivos turísticos y arquitectura pero no era la forma, créanme. Esto hizo que nos en crispáramos y respondimos al unísono su grosería por lo que no tuvo más remedio de dar media vuelta y emprender retirada.
Para finalizar con broche de oro llegamos a un restaurant a orillas del lago a comer, cocktails, filete relleno, molcajetes, etc.
Hasta la próxima y les deseamos buena travesía a los compañeros de la ruta del Tequila, con alforjas.
Por Eduardo Vargas
Fotografía: Carlos Ibarra
Quien hizo la crónica!!??? tocayo hay que darle crédito al autor! que muy cervantino (de Cervantes) en rima escribió
ResponderEliminarsalud!!
P.d. que chingona foto (perdón por mi francés)!! la del mural! se podría hacer una pequeña historia de la cara de cada uno, sobre todo la de Eduardo que casi golpea al cuico!
ResponderEliminarfelicidades
Interesant paseo, haber cuando van para el otro lado del lago? o sea para el rumbo de Mezcala tiene vistas de primera algunas subidas.
ResponderEliminarSaludos a todos