COLECTIVO

Guadalajara, Jalisco, Mexico
Somos un grupo de amigos amantes a la fotografía y a la bicicleta, de ahí el nombre de este blog. Cada domingo vamos a pedalear por diferentes rumbos de la ciudad y fuera de la misma. Hacemos tanto ciclismo de montaña, ciclismo urbano y biciturismo. Con esto queremos fomentar el uso de la bicicleta como una herramienta viable de movilidad, de salud y de diversión. ¡¡¡Animate a rodar con nosotros, saca tu bici a pasear!!! Escríbenos a camararodante@hotmail.com
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miércoles, 9 de abril de 2025

LLORO DE EMOCIÓN AL REGRESAR CON CÁMARA RODANTE


Tenía varios años, que por cuestiones personales, no había podido rodar con mis grandes amigos de Cámara Rodante, pero afortunadamente y con mucho entusiasmo preparé mis cosas y mi bicicleta desde días antes, esperando llegara el dia y por fin este domingo pude hacerlo.

La Ruta Franciscana es una rodada que me gusta mucho, ya que es alrededor de la laguna de Cajititlán,  donde me dió mucho gusto ver a varios amigos que conozco de hace años y sobre todo ver muchas caras nuevas,  que siempre es agradable conocer y darme cuenta que se conserva el ambiente de camaradería y apoyo en este gran grupo de Cámara Rodante.

Chava Cheves de mis primeros amigos, en este grupo, pasó por mí a las 7:15 y nos fuimos directamente a San Miguel Cuyutlán. Ahí nos unimos con todo el grupo, y saludé a amigos y amigas, que tenía años sin ver. 

Diero  las indicaciones para el desarrollo de la rodada y de ahí nos fuimos a San Lucas Evangelista, donde a un compañero se le poncho la bici, pero gracias al apoyo, solidaridad y gran experiencia de mi estimado amigo El Mayester Pablo, que entre otros, le ayudaron a parchar la llanta. Lo de experiencia, lo digo en otras cosas, no en parchar llantas, ya que pusieron el parche al revés, y nos tuvimos que volver a detener para que la parcharan bien, Jeje. Lo bueno es que nadie va con prisas, y esos momentos sirven para conocer nuevos amigos.Rodamos por algunas brechas, y luego nos incorporamos a la carretera hasta llegar a San Juan Evangelista.

Tomamos algunas fotos junto a la laguna y la clásica foto del grupo, en el icónico letrero del pueblo.

Seguimos el recorrido todos juntos, y nos metimos por otra brecha hasta llegar a Cajititlán. Ahí pudimos dejar las bicicletas en un lugar y cada quien tuvo tiempo para comprar algo de tomar o algo de comer. Había carnitas muy ricas, gorditas, tacos, etc. La pasamos muy bien como 40 minutos volvimos a rodar.

Ahora sí, con un poco más de calor, pero a gusto, noté a algunas personas cansadas, pero también noté que como siempre hay alguien apoyando para no dejar a nadie atrás.

Llegando de regreso a San Miguel Cuyutlán, me fui directo a comprar una cerveza y una birria que tiene fama de ser muy buena en ese lugar Después me paré para despedirme del mayester Juan De Dios, que fue nuestro guía, además de Bochis, Carmen y demás amigos.

Muchas gracias a todos mis amigos y a los nuevos que me tocó conocer, que como siempre es un placer, casi dos, de rodar con este grupo de Cámara Rodante. Saludos y espero volvernos a ver muy pronto

Por Eduardo Fernández alias "el Mayester"

lunes, 7 de abril de 2025

DE REGRESO A LAS RODADAS DE CÁMARA RODANTE Y ESTRENANDO BICI

Todo inició cuando vi publicada la convocatoria y sentí una corazonada, "tengo que ir, esa ruta me gusta", y durante la semana estuve con la emoción de ir el domingo a la rodada de la ruta Franciscana. Aunque ya tenía un tiempo sin asistir a las rodadas de Cámara Rodante dije tengo "que ir" y le comenté a mi hermano que si iba a ir y me dijo que si y todavía me emocioné más, además ya traía la inquietud de cambiar de bicicleta.

Y el sábado que voy a visitar varias tiendas de bicicletas y con la emoción a mil también, me sentí como una niña al entrar a una tienda de juguetes y me dije: "si voy a la rodada de cámara ya será con la bici nueva para volar. Por la noche empecé a preparar la ropa que iba a llevar el domingo y estaba "este jersey si este no, bueno este", entonces dejé todo listo para madrugar el domingo con mi bici nueva.

Finalmente llegó el día tan esperado y cuando llegué el punto de reunión me dio mucho gusto ver como iban llegando diferentes ciclistas y ya me preguntaban por los guías y ya les decía que estaban al fondo del estacionamiento y me dice el chavo "es que es la primera vez que ruedo con Cámara Rodante"y le dije "que bien". Sentí bonito ver las nuevas generaciones que se integran al grupo.

Cuando nos concentran para dar las indicaciones de inicio veo a muchos de mis amigos ciclistas de tiempo atrás y me da mucho gusto coincidir y verlos nuevamente. 

Iniciamos la rodada todos muy emocionados saliendo de San Miguel Cuyutlán, donde pudimos apreciar diferentes templos históricos, después a San Juan Evangelista pudimos apreciar lo bonito de la laguna, ya que había diferentes tipos de aves y garzas que nos llamaron la atención y nos tomamos fotos y después seguimos pedaleando a Cajititlán.


Ya se sentía el calor a mil y en Cajititlán sentí bonito como la gente nos saludaba y deseándonos buen regreso, sintiéndome acogida por las personas del lugar, y llegamos a refrescarnos y a comer algo porque el regreso iba a estar bueno.

Disfrutamos de unas ricas carnitas y unas cervezas heladitas y lo mejor de todo la convivencia, y platicando anécdotas de rutas pasadas y de la que estábamos recorriendo, y el saber que los amigos de antaño están bien, fue de lo mejor.  


Continuamos con la ruta ya para finalizar la rodada y llegar al punto de reunión todos felices y contentos. 

Por mas rodadas así con lugares muy bonitos y el compañerismo y camaradería del grupo de Cámara Rodante.

Así mi experiencia de hoy, saquen su bici a pasear y sean felices disfrutando los paisajes.

Por Letty Salazar



lunes, 2 de septiembre de 2024

UNA LOCURA DE RODADA, ENTRE LODO, CHAPUZON Y NUEVOS AMIGOS


Rodar con “Camara Rodante” 🚲 fue una experiencia inolvidable, me enteré de ellos por el grupo al que pertenezco, que son los “indestructibles”, ellos dijeron de la ruta a La Cañada, de este fin de semana y decidimos unirnos.


Llevo dos meses haciendo ciclismo, aún que con anterioridad he practicado otros deporte pero esto sobre paso mis espectativas, ya que no me esperaba nada de lo visto y la verdad me sentí super acogida, es un ambiente padrisimo, ha sido mi primera vez rodando con ellos, me sentí muy cómoda ya que todos los guías fueron muy atentos con las necesidades de cada uno de los ciclistas que íbamos la ruta.



Desde el principio nos enfrentamos con los primeros retos desde la lluvia, hasta  las subidas, tras subidas.  En lo personal sabía que me enfrentaría a un reto difícil por qué llovió y entonces sabía que sería pesado por el barro. 




El llevar refacciones es súper necesario y más en este tipo de senderos sobre todo por la ruta. Las vistas la verdad superaron mis expectativas totalmente, fue emocionante pasar por todos los pueblitos y a la vez muy divertido como llenarnos de barro para después echarnos el famoso “chapuzón” desde la cascada, que fue nuesrto objetivo de la rodada.




Fue muy gratificante compartir esta rodada con personas que nunca había visto y que tuvieran un ambiente muy familiar y respetuso, porque en realidad me sentí en familia.



El hecho de hacer  nuevos amigos la verdad es genial, en mi experiencia esta ruta fue increíblemente divertida, me di una bañada estupenda, la experiencia fue inolvidable y reitero divertida por ahí dicen que los hechos hablan más que las palabras.



Agradecida infinitamente por la invitación y sobre todo la experiencia de ver la cantidad de personas con el mismo objetivo, con la misma disciplina “solo los locos madrugan en domingo a las 5 para trepar cerros en bici y darse un chapuzon” y pues si 👏🏼 totalmente la ruta fue una locura. 


Por Marlen GonzálezAguayo











 

lunes, 15 de abril de 2024

UNA RODADA BIEN COLORADA

Empece mi actividad desde las 4:30 am el domingo 14 de abril, tomando en cuenta que la cita era a las 7:00 am. Era necesario tomar tiempo para evitar contratiempos, la hora la verdad muy conveniente, dado que el clima se muestra caluroso y agobiante.

Partimos desde el malecón de Cajititlán 7 personas que de manera puntual ya estábamos junto al guía Jonathan Ruiz. Tomamos carretera Cajititlán, seguido por Tlajomulco Cuexcomatitlan, seguido por camino antiguo, dónde un empedrado nos recordó a lo que seguía. 

Llegamos a Tlajomulco de Zúñiga donde en las vías del ferrocarril ya nos estaban esperando otros compañeros del grupo ciclista Panzas Bike que se unieron, eran como 10 aproximadamente.

Jonathan nos condujo, entre terracería, cruzamos el macro libramiento sin contacto con vehículos, seguidos por una subida que se prolongó como unos 3 kilómetros.

Al fin las deseadas tierras coloradas ya estaban frente a nosotros, un área con una tierra, parecida a un hormiguero, como de otro planeta, propia para admirar. 

Estuvimos como 30 minutos, entre platicas, fotos y continuamos hasta Cajititlán de regreso.

Ya la sed y el hambre nos coqueteaban, nos detuvimos a admirar a lo lejos la laguna de Cajititlán y comenzamos a descender. La adrenalina, la sensación de libertad, el aire, y el llegar a Cajititlán nos motivo más.

Llegamos a San Miguel Cuyutlán, pasamos por San Lucas Evangelista, por San Juan Evangelista.


 

Los últimos kilómetros ya eran los más deseados, porque el guía nos dijo vamos a ir a una birria muy rica, entre terracería, polvo, vehículos, el adoquín ya lo pisaba nuestras bicicletas. Al fin llegamos a Cajititlán con casi 50 kilómetros de recorrido. Valió la pena?? Claro que sí!! La mejor manera de motivación es lograr objetivos.

Agradecido con Carlos Ibarra por su atención y apoyo, como con Jonathan Ruiz. Una aventura única con Camara Rodante gracias por su invitación.

Por Josue Bobadilla 

jueves, 26 de septiembre de 2019

DESPUÉS DE UNA BUENA RODADA, UNA ELOTADA



Era ya jueves 19 de septiembre por la mañana, cuando recibo un mensaje por Whatsapp de parte de Don Héctor Esquivel, invitándome a la rodada dominical de Cámara Rodante, misma que, en esta ocasión, sería a Cajititlán, Jalisco y para mi sorpresa, al ver en la publicación la hora de salida (08:00 hr), dije: ¡¡¡tengo que ir!!! Pues no es de esos horarios inhumanos y criminales de las 07:00 am (aunque debo admitir, que es lo mejor cuando se va a rodar) y al venir de una cuna ciclista tan peculiar como lo es WebonesGdl, es algo muy apreciado que hagan las rodadas tan asequibles.

Llegó el domingo 22 de septiembre, día de la Rodada y Elotiza en Cajititlán y en el punto de reunión me encuentro con la agradable sorpresa de ver varias caras conocidas, entre hermanos de WebonesGdl y compañeros ciclistas de Cámara Rodante y alguna que otra cara que no conocía y que, al final del día, ya no era tan desconocida. Llegado el momento, partimos hacia el otro punto de reunión donde ya nos estaba esperando otro contingente de ciclistas en una gasolinera ya en la carretera. Habiendo comprado agua, botanas y demás, nos pusimos camino a Cajititlán.



Entre cultivos de maíz, circulamos por brechas hasta llegar a la propiedad donde sería nuestro punto de inicio y meta final, una finca que, al parecer era casa habitación; cabe mencionar que estaba ya lista una olla con los elotes que más tarde serían devorados por los cansados deportistas tras una agotadora jornada de aproximadamente 50 kilómetros rodeando la laguna de Cajititlán y un poco más.



Iniciamos a pedalear bajando por una brecha en buen estado, pensando, al menos así lo hice, en que esa divertida bajada se convertiría en subida ya de regreso… ¡y vaya que así fue! Pero nada trágico, todo bien.

Recorriendo, como siempre, entre lugares desconocidos y lejanos, al menos hablando de la cotidianidad de nuestras vidas, se iban ponchando algunos, pero simplemente a parchar y adelante. Enseguida nos percatamos que había tenido lugar un maratón organizado, al parecer, por el gobierno municipal pocas horas antes de que nosotros anduviésemos por esas calles y brechas, incluso se podían encontrar las huellas del paso humano “civilizado” en los montones de vasos de “Electrolit” tirados a los lados de las calles en donde habían instalado los puntos de hidratación para los participantes… tema muy aparte y que prefiero no tocar.

Como en todos los paseos de este tipo, no faltan las tienditas a las cuales acudimos a comprar cervezas, papitas y montón de porquerías que nos encanta saborear, con la peculiaridad de que a la última que llegamos, conocían muy bien a “Don Gus”, mismo que recordaron y comentaron que alguien había ido con la intención de instalar una bicicleta en su honor. En general lo recordaron muy bien y hasta sabían muy bien lo que les pedía cada que iba… una caguama.



Bastante divertida, aunque muy asoleada transcurría la rodada, otra ponchadura, Don Héctor se hacía cargo de atenderla, mientras cubríamos la “barredora”, cabe mencionar que yo sólo le hacía al cuento acompañándolos.

Ya en el poblado de San Juan Evangelista, enseguida de Cajititlán, nos encontramos con otro contingente que había salido a rodar para aquel rumbo, igual que nosotros, con la diferencia que su diversión era andar por alguno de los varios muelles que allí se encontraban ¡y se lanzaban a la laguna! pedaleando derecho, cosa que ninguno de nosotros hizo, ganando la cordura y sensatez que nos caracteriza :P



Otra brecha que recorrer, ya se iba cansando el contingente, pero, a fin de cuentas, con los descansos y las paradas que aprovechábamos para botanear, nos alcanzábamos a recuperar para poder seguir nuestro camino.



Llegada la hora de continuar nuestro último tramo, tomamos la avenida Adolf Horn Jr., más ponchadas, algo cansados, pero la promesa de los elotes ¡en pie! Y así fue, al llegar a la finca, después de la “divertida” subida, llegamos a donde inicialmente habíamos aparcado los vehículos y nos aguardaba aquella gran olla repleta de elotes recién cocidos, en su punto; la comilona no se hizo esperar, pues hasta nos tenían preparados los accesorios, como crema, queso, limón, chile y sal.



Una vez repletos los estómagos, llegó la hora de partir: eran precisamente las 17:00 horas, increíble que había pasado alrededor de 9 horas pedaleando, comiendo, conociendo gente, tomando agua y demás…

En fin, una muy agradable experiencia con Cámara Rodante, mi agradecimiento a todos los participantes y al “Staff” que hizo posible senda rodada.

¡Hasta la próxima!


Crónica por: César Sánchez (Ces Ces)