COLECTIVO

Guadalajara, Jalisco, Mexico
Somos un grupo de amigos amantes a la fotografía y a la bicicleta, de ahí el nombre de este blog. Cada domingo vamos a pedalear por diferentes rumbos de la ciudad y fuera de la misma. Hacemos tanto ciclismo de montaña, ciclismo urbano y biciturismo. Con esto queremos fomentar el uso de la bicicleta como una herramienta viable de movilidad, de salud y de diversión. ¡¡¡Animate a rodar con nosotros, saca tu bici a pasear!!! Escríbenos a camararodante@hotmail.com
Mostrando entradas con la etiqueta MANZANILLO. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta MANZANILLO. Mostrar todas las entradas

sábado, 18 de febrero de 2017

"CON LA LUNA A CUESTAS" CRÓNICA DE FRANCISCO AVILÉS



Con la luna a cuestas inicia el viaje, amigos, todos tenemos un reto, las horas han terminado, volveremos a pertenecer al viento.

¿Qué es lo que nos impulsa?, ¿ego?, no lo creo, va más allá de ser diferentes, ¿locura?, podría ser y entonces todos sufrimos de este mal, quizás sea el hambre de libertad o simplemente el querer saber y contestarte a ti mismo de que estas hecho.

Oxígeno, para el espíritu dicen algunos, yo lo necesito para mis pulmones.

Fueron solo dos semanas de acondicionamiento y una tercera enfermo, claro que uno duda pero simplemente encara el reto.



Comienza, todo se vuelve claro, ya dimos el primer paso, ya estamos en camino, solo queda resistir, ¿Divertido? claro que es, ¿acaso no te gusta el frío de madrugada?.

Viento en contra, solo se vence trabajando en equipo, pero, ¿conoces a quien viene a lado?, claro que no, pero estos hombres y mujeres conocen el código y la técnica, no necesitamos hablar para saber lo que estamos haciendo, Laguna de Sayula, te hemos dejado atrás.

Velocidad, justo donde todos disfrutamos, dónde nos sentimos vivos y fuertes, al paso la gravilla grita fuerte nuestros nombres, el cuerpo se funde en la bicicleta y uno se convierte en un bólido de libertad.
Vista, el sentido que se regocija y magnifica al ver las paredes de piedra y los cerros a la distancia. ¿Ya has pasado por aquí y alguna vez admiraste el color de la tierra y es matiz de la hierba saludando al viento? Creo que no, nunca se aprecia nada hasta que no ves a través de los ojos de una bicicleta. 

Nevado de Colima, nos saluda al paso, eres un reto vencido pero hoy tenemos algo más en mente; pero gracias por esa imagen, cierra tus ojos y vuelve a contemplarla, la curva de asfalto un ciclista delante de ti, cielo despejado, azul y al fondo tan imponente montaña.

Escuchas la música que te acompaña, que la noche anterior seleccionaste detalladamente, simplemente disfrutas el momento, abres tus brazos y comienzas a bailar sobre la bicicleta. Los conductores en sus autos te saludan y sonríes, estás justo donde quieres estar y haciendo lo que amas, simplemente eres totalmente libre.


Desayuno, nos hacía falta, es bueno encontrar pequeñas ciudades con riquezas culinarias en nuestro camino, un buen taco de chicharrón en salsa roja y unos buenos chilaquiles, gracias Cd. Guzmán. 

Todos, contra el viento nuevamente, ahora son unos cuantos fugados, uno a uno de peleando contra la espesura del viento, toman la carrera y hacen suyo el asfalto, devoran como manada de hienas uno a uno los kilómetros delante de ustedes, todo el grupo sonríe y gruñe ante las corrientes de viento que los hace tambalear, pero están muy atentos y ferozmente confrontan las ráfagas sin titubeos.

Ascenso, comenzamos y el sol ya nos reclama su territorio, el asfalto hierve junto con la piel expuesta, el sudor se evapora en un santiamén, pero... ¿Acaso estás sonriendo? debes estar loco para disfrutar un trago de agua caliente digno del mejor café de tu tierra.

Volteas, ves el cielo y delante de ti, esa pendiente que se pierde entre el sol, que lejos de desanimarte tu corazón se acelera, se emociona y comienza esa fuerte locomoción que hace vibrar tu cuerpo entero, tus piernas comprenden que estas hecho para esto, frenéticamente respiras el aire caliente y sin rastro de humedad, gruñes, aprietas los dientes, nada puede detenerte, nada puede robarte la gloria, rompes las fibras de tus piernas a cada movimiento como mil agujas clavándose en tus muslos y pantorrillas. ¿Crees que es suficiente dolor? entonces comprendes justo en ese momento comienzas a pedalear de verdad.

Montado, en "palancas" te balanceas al movimiento de tu escalada, aún tienes piñones disponibles y un plato pequeño queriendo entrar al juego, pero no lo haces, pues es más tu coraje y en tu mente retiembla la idea "eres ciclista de montaña". Así es como vences San Marcos, así lo haces, a tu manera, así es como te forjas.

Agua, fresca y cristalina, bebes poco a poco, esperas a que el excesivo calor se disperse, lavas tu cara, tu frente y mojas tu nuca, revives con un pequeño soplo del viento. Sin embargo aún no termina la jornada, pero estas mas cerca que nunca y ya no tienes dudas, sabes que terminarás, pues has visualizado tu llegada que por este momento solo existe en tu mente pero estas dispuesto a hacerla realidad.

Subida, ¿otra vez? te cuestionas casi al borde del enojo, pero sabes que refrescarte kilómetros atrás tenía un precio, ahora pagalo con tu sudor, la cadena se estira y chilla, te detienes a lubricarla, el sol es tan fuerte que con el polvo y viento la han dejado seca.

Recorres más y más kilómetros hacia tu objetivo, de pronto un letrero frente a ti te motiva, te da una satisfacción, has salido del estado de Jalisco, has entrado a Colima, con hambre, sed pero aún entero dispuesto a devorar cualquier comida.


En el camino encuentras a una de tus compañeras cansada y casi a punto de rendirse, simplemente haces lo que todos hacemos y han hecho con nosotros los demás ciclistas, la alientas, la esperás, platicas un poco, ofreces algo de los suministros que aún quedan, hasta que agarra su "segundo aire" y nuevamente ves en su rostro la determinación de hacer esto, ¿cómo puedes regocijarte en estas condiciones? piensas, esto no es para cualquiera, esto es nuestro mundo, esto es sólo para ciclistas. Hemos parado en Colima.

Comes, grandes cantidades de carbohidratos, recuperas algo de lo perdido, aún falta la tercera parte, esto se trata de paciencia y fortaleza, quizás otra tostada de marlin te dé más claridad o ese caldito de camarón logre subirte la moral, pues solo estas a 100 km más. Piensas una mañana cualquiera en tu entrenamiento, la misma distancia de tu casa hacia el Lago de Chapala, lo haz hecho miles de veces, que más da.

Prepárate, viene la noche, coges tus cosas y los problemas técnicos de la lámpara quedan resueltos, estás listo, listo para seguir avanzando, listo para terminar tu reto.

Empieza nuevamente el recorrido, todos juntos, la gente los ve y se pregunta ¿en realidad vienen pedaleando desde Guadalajara? ríes por su incredulidad, pero te hace sentir orgulloso de lo que estás haciendo.

Avanzas, mientras el sol retrocede y la luna llena comienza a mirarte, ¿que es eso? tu corazón lo reconoce, es brisa marina, ya puedes oler la sal, el mar, la arena, pero antes nuevamente a subir, fuerte, inquebrantable, ¿pero que pasa? te has rezagado del primer grupo, te sientes pesado, cansado hasta este punto, las piernas no te duelen, arden, es algo que aún no se nombra, ¿te detendrás?, ¿de qué estás hecho?, ¿sufres?, ¿disfrutas?, una piedra te hace perder el ritmo y balance, te asustas por el miedo a caer, pero ¿agradeces a la piedra? sí, soltó tu adrenalina, todo el cuerpo se te puso frío y sudaste exageradamente, pero te dió un poco más de fuerza, sigue! sigue!, gritas por dentro. 

Suficiente, piensas que ya no puedes más, que ya se acaban tus fuerzas, pero aún trepas y trepas, esto se te hace interminable, de repente ves más luces, más brillante, son tus amigos de la barredora, te alientan con un sólo 100 mts más. Sabes lo que significa y ríes con decepción, pero eso te da un respiro, un nuevo aire, te apoyas en el marco de la puerta y preguntas entrecortadamente ¿falta mucho?, vuelven a decirte 100 mts más de subida, estas harto deberías estar en la playa disfrutando una bebida de colores y con sombrillita, pero estás ahí trepando, con las piernas adoloridas y por primera vez en el recorrido estas cansado, pero desde el auto una vez más escuchás, tu puedes! ya lo has hecho!, vamos!, dale!, dale!, no te quedes atrás!, cambias tu mente, te enojas contigo por sentirte débil, ese no eres tú, sacas fuerzas y te montas en palancas nuevamente, comienzas a poner más fuerza; espera, ¿que haces? Lo estás haciendo a tu manera!, uno a uno comienzas a rebasar a tus compañeros, estás furioso contigo, porque te sientes cansado, furioso por sentirte sin fuerzas, enojado porque la pendiente no termina, pero ¿que crees? ya termino esta subida.

Sigues unos cuantos kilómetros más, con mucha cadencia para relajar tus músculos, bebes agua, tratas de estirarte pues el asiento es cada vez más incómodo.

A oscuras, vas sobre la carretera, solo tu lámpara frontal y la luna te alumbran, a tu alrededor solo ves siluetas de palmeras y los autos que pasan a metros de ti, estás solo, delante de ti van unos cuantos fugados pero apenas distingues sus luces traseras, detrás otro grupo pero muy atrás, todo tu entorno son sombras, penumbra.

Voces, escuchas y crees que es tu música, incrédulo sigues adelante e ignoras, pero nuevamente repiten tu nombre, volteas solo la luna te acompaña, pero sigues no ves nada más que el camino, otra vez pero ahora más claro y un escalofrío te recorre el cuerpo, te inquieta, detienes tu música y no oyes nada más que el ambiente a tu alrededor, decides ignorar nuevamente reanudando tu música y justo en ese momento escuchas tu nombre fuerte y claro, pero no ves nada ni nadie cerca. ¿Que es? tu, el escéptico de esas cosas, está dudando, ¿acaso es el cansancio?, ¿de verdad lo escuchaste?, continúas solo ¿en verdad vas solo en medio de la noche en una carretera? De pronto tu lámpara te muestra los enigmas de la carretera, tres cruces blancas sobre el acotamiento, a unos cuantos una pequeña capilla de tu lado izquierdo, ¿que fue eso?, ¿de verdad paso?, no lo sabes y estás confundido pero lejos de asustarte sonríes y te emocionas porque es parte de tu aventura y se convierte en una anécdota más que contar.

Paras al ver a tus compañeros reagruparse en Tecomán, ya solo te quedan 50 km aproximadamente por recorrer, pero aún en tu mente estás buscando explicación al fenómeno sobrenatural de hace unos minutos.

Pláticas, te rehidratas, estás listo para el último estirón y preguntas como son las condiciones del camino, te lo dicen y sabes que es difícil, es subida nuevamente al final de tu camino, lo distraes con varias fotografías con tus amigos y compañeros de aventura.

Juntos reanudamos, nos convertimos en un tren humano, todos al mismo ritmo, misma velocidad, todos latiendo en sintonía, esto es rodar con grandes personas. Vamos uno a uno, hombro con hombro dejando atrás kilómetros, dudas, miedos.

Sin darte cuenta, avanzaste parte del último tramo, ahora comienza lo difícil, dos pendientes y con 265 km recorridos no será fácil, pero piensas: "No recorrí tantos kilómetros para renunciar aquí", alcanzas a dos de tus compañeros de equipo, viejos lobos de mar, te unes en fila india. De pronto otra postal de recuerdo, ahora cierra tus ojos y vuelve a vivir, "el cielo despejado con una pequeña nube, la luna llena brillante, un puente donde vas pasando, el olor a sal y mangle, abajo del puente el río y el reflejo de la luna en el, puedes sentirte alegre, relajado, feliz de hacer lo que amas". Debajo del puente un reflector te saluda, es un "lanchero" gritando y aplaudiendote: ¡eso es, falta poco! grita y agita el reflector de su barcaza.

Subes y subes, rebasas y te dicen: "más adelante hay otra subida", controlas tu ímpetu y vuelves al grupo, todos bien embalados, tu lámpara muestra batería en rojo quizás en unos momentos estés a oscuras, no te debes separar, justo llega el último reto y en el momento de comenzar haces tu cambio y tu cadena cae, te frustra, ¿por qué?, rápidamente gritas que esperen pero tu grito no es escuchado, te olvidas de ellos y acomodas la cadena en su lugar, te montas de nuevo en tu bicicleta y subes a reventarte rebasando algunos compañeros en bicicleta de ruta.

Solo piensas en una frase: "ellos trajeron una bicicleta de ruta, yo una de montaña pero la diferencia es que yo traje piernas", simplemente sonríes ya es lo último así llegas a la cima, así llegas a la entrada y ves el letrero que indica que has llegado a Manzanillo, esperas hasta el último compañero y junto ruedan los últimos kilómetros.



Se paran y despiden, no sin antes la fotografía de recuerdo y una medalla a tal honor, así termina tu aventura, llegando con quien te espera, llevando tu cuerpo al límite, después de vivir estas experiencias uno nunca vuelve a ser el mismo, ya no hay límites, las barreras quedan fuera de tu mente para siempre. Y simplemente terminas pedaleando nuevamente...

Con la luna a cuestas.

Por: Francisco Avilés 

Gracias a: Disidentes por la invitación y soporte. Equipo Pies Negros de Cámara Rodante (amigos y compañeros) Maru Reséndiz por el apoyo y espera Familia por las facilidades prestadas y apoyo incondicional. Amigos...

jueves, 16 de febrero de 2017

RETO CUMPLIDO DE PIES NEGROS:DE CÁMARA RODANTE: 270 KMS, GUADALAJARA . MANZANILLO.



Saludos estimados lectores,compañeros ciclistas, les contaré la historia del gran reto que aceptamos los Pies Negros de Cámara Rodante al nuestros amigos ciclistas DISIDENTES, que consistía rodar 270 kms desde la ciudad de Guadalajara hasta el puerto de Manzanillo, y así celebrar su aniversario.


Todo comenzó con semanas de anticipación, desde la convocatoria nos parecía una locura, pero al fin esas son las locuras que nos gustan, un poco de imposible, otro poco arriesgado y un tanto de ese peculiar.

“Nunca hicimos algo así” y provocó que el reto nos llamara cada vez más la atención, así convencidos entonces iniciamos

 
La primera parte fue la preparación logística, se hicieron un sinnúmero de adecuaciones logísticas, inscripciones y muchos planes para que toda la rodada fuera un éxito, la primera gran motivación fue irnos dando cuenta del gran número de participantes de diferentes equipos que se fueron congregando, a partir de eso, nos dimos cuenta que nuestro primer entrenamiento debía ser psicológico y más que otra cosa aprender a trabajar como equipo.

El segundo gran paso fue el entrenamiento físico, aprendimos a trabajar formaciones, cortes de viento, sprints y otras técnicas necesarias para practicar eficientemente el ciclismo de carretera y no solo eso, sino que cada quien mejoró sus dietas, hábitos y comenzamos a hacer más ejercicio de lo normal, algunos aún no nos sentíamos del todo preparados pero en fin … el reto tenía fecha pactada y no esperaba a nadie.


 
El gran día había llegado, habíamos preparado una gran hielera para llevar nuestras cosas, estábamos todos en el último momento antes de salir, todos corriendo de aquí a allá subiendo cosas alistando hasta el último detalle de la bicicleta, de la indumentaria, del abastecimiento, éramos todos un manojo de nervios.

El momento en el que arrancamos, se sentía la alegría del grupo y toda la frescura de nuestro ánimo, parecía que no sabíamos lo que íbamos a hacer, así pedalada a pedalada nos formamos, lo primero fue buscar a todos los nuestros (Pies Negros) y asegurarnos de ir cerca y así poder mantener nuestra formación.

 
Lo primero por afrontar fue una pequeña subida, enseguida una bajada también pequeña, algunos repechos y una bajada larga antes de entrar a la conocida Laguna Seca, que es atravesada por la carretera recta y plana, larga como para parecer eterna, ahí nos costó a todos más trabajo mantener la formación. Después de eso vino otra subida mediana y un tramo de 30 km hasta Cd. Guzmán, donde pudimos desayunar en el restaurante “El Molino” y pasear brevemente por la nueva ciclovía de la ciudad.

 
Reemprendido el viaje, seguimos por otro plano que más o menos daba la sensación de ir de bajada por un buen rato hasta que de pronto una terrible bajada que nos hizo sudar frío entre la alta velocidad y rodar junto a tráileres, camiones y todo tipo de moles metálicas, bólidos pasando al doble de tu velocidad, no es algo a lo que muchos estemos acostumbrados, pero es parte de los riesgos del camino y hubo que tomar mucho aire, agarrarse muy fuerte del manubrio y no perder la concentración.

 
Enseguida comenzaron las subidas más difíciles del camino, una inclinación difícil y por las horas que llevábamos rodando nos tomaron en el momento más caluroso del día, en solo ese tramo para muchos se nos fue más de la mitad de nuestras fuerzas y estábamos cerca del kilómetro 150 de los 270 necesarios

 
Pasando los obstáculos más difíciles seguimos hacia un larguísimo plano descendente con eventuales repechos pequeños que nos permitió ir muchísimo más rápido, recuperando la motivación y las fuerzas hasta llegar a colima, donde de nuevo pudimos detenernos a descansar y comer, por espacio de una hora descansamos las agotadísimas fuerzas.

 
El tramo final representó la máxima prueba de resistencia mental y sacar fuerzas de donde pudiéramos. Afrontamos el resto del camino ya anocheciendo, primero salir de Colima y enseguida una subida que ya nos cobraba las últimas bocanadas de aire, enseguida una peligrosa y serpenteante bajada hasta Tecomán, ya al nivel del mar nos enfrentábamos a la frustración de estar tan cerca y a la vez tan lejos, manteniendo una velocidad constante en un plano, solo el aviso de una última subida próxima nos daba la sensación de estar tan cerca por llegar.


Al llegar a esa última subida nos salieron fuerzas desconocidas y con todo lo que nos quedaba, nos jugamos una última apuesta por llegar lo más rápido posible a la cima y así corrimos como recién comenzada la rodada hasta llegar a la última cima, desde la cual solo tuvimos que ponernos cómodos para bajar hasta Manzanillo, al fin llegamos, más de 13 horas después, tras muchísimo camino y muchísimas aventuras personales, lo logramos.


 
Nos vemos el siguiente año!

 Agradecimientos especiales:

-Hugo Coutiño, por prestarme la bicicleta con la que pude completar el reto.

-Nancy Gómez, por su liderazgo y capitanía previo y durante el reto.

-Ana Perezlete, Alejandra Martínez, Elea Sandoval, Karina Vargas, Roxx Camacho, Lucy Barajas, Maru Reséndiz y a Antonio Navarro, por ser el staff que nos ayudó tanto en hacer posible este viaje de manera exitosa.

-José Larios, por su ayuda en todos los entrenamientos como nuestro coach.

-Nancy Gómez, Mónica LLaguno, Miguel Ángel Pérez, Gerardo Pérez, Christian Gutiérrez, Francisco Avilés, Luis García, Jaime Quevedo, Javier Quevedo, José Larios e Ismael Pulido por representar orgullosa y eficientemente a nuestro equipo: PIES NEGROS DE CÁMARA RODANTE!

Crónica Ismael Pulido.

martes, 13 de marzo de 2012

CRÓNICA DE UNA RODADA POR MANZANILLO CON EL GRUPO CICLISTA SALTAMONTES....POR EDUARDO FERNÁNDEZ..

Pues aquí platicándoles de este viaje a Manzanillo, para reconocer una nueva ruta de montaña, apoyados por el Grupo Saltamontes y regresar posteriormente con todo Cámara Rodante.

La salida. Viernes 9 de Marzo…

En realidad para mí empezó 2 meses atrás cuando pensé en comprar una bici, pues les preguntaba a muchos de mis queridos amigos ciclistas sus opiniones sobre que bici debería comprar, en fin por fin me fui a comprar la mentada bici y estando aun de vacaciones me llega la invitación de mi Estimado Rodrigo para irnos de fin de semana a Manzanillo, a mi me quedaba perfecto porque me daba tiempo de regresar y tener lista mi bici para ese día, yo estaba feliz porque además de estrenar mi bici lo haria con amigos y que mejor que en la playita.

Pues así fue pasaron por mi Edgar, Sofía, Cristian y Irving, un poco tarde no se si por los Narco bloqueos o porque ya es tradición en Cámara Rodante, el caso es que yo estaba como niño chiquito con juguete nuevo y queriendo enseñárselo a mis amigos ( el juguete ) o sea (la bici) pues llegaron y nos fuimos a reunir con los demás a la gasolinera. Allá estaban Rodrigo, Susana, Chava, Carlitos, Memo y Alejandra, pues compramos lo que hacía falta, las cervezas y vámonos. El camino todo muy bien, claro con la inspección de los militares y una que otra vez al baño, llegamos ya tardecito a Manzanillo a cenar y directo a la casa a instalarnos, Rodrigo muy buen anfitrión nos hizo sentirnos como en casa y ya con calma nos tomamos unas ultimas chelas, después Carlitos Ibarra me hizo favor de acompañarme por Ramón que llego después de las 3 de la mañana,

El relax. Sábado 10 de Marzo

Temprano el sábado ya nos andaba por rodar un rato, así que unos nos fuimos en las bicis y otros de barredora y desayunamos muy rico mientras veíamos las noticias de todos los Narco bloqueos que hubo en Guadalajara.



Después del desayuno llegaron algunos de los compañeros ciclistas de Saltamontes, nos presentamos y Rodrigo Edgar y Carlos hicieron la parte de la socialite y ya quedaron en vernos al día siguiente muy temprano.



Nos regresamos pero esta vez rodamos un rato por la playa pero estaba muy lejos y la arena muy suelta, así que mejor optamos por volver a tomar carretera, por cierto Rodrigo nos dio una demostración de lo que pasa al querer bajarte de la bici sin desengraparte, a todos nos quedo muy claro.

El siguiente paso era irnos a la playa y disfrutar el día, pues compramos chelas por cartones hielera y todo lo necesario para pasarla padrísimo, nos estuvimos muy agusto lo que restaba de la mañana y gran parte de la tarde entre asoleándonos, en la alberca y en el mar, todo estuvo padrísimo, hubo quienes no se metieron al mar aunque usted no lo crea.

Nos fuimos a comer a una palapa a la orilla de Santiago y fue muy divertido porque estábamos amenizados con música de diferentes géneros pero el que más nos llamo la atención e incluso lo contratamos fue un señor que tocaba con puras latas y la verdad era muy simpático, después nos tomamos fotos con los instrumentos de otros grupos como de banda o no se bien ni que música tocaban el caso es que nos prestaron sus instrumentos (musicales)

Pasamos a comprar lo que hiciera falta una vez más eran cervezas ron y una que otra cosa más, yo con todo y pena me tome una siestecita muy rica y ya después me fui a la alberca donde estaban tomándose unas piñas coladas que prepararon Susana e Irvin y estaban muy buenas ( las Piñascoladas)

Como teníamos que madrugar la mayoría se fue a acostar otros seguían en la alberca y otros más nos fuimos a rodar un poco por el club Santiago (Chava Cristian y yo) llegamos a la playa y estaba padrísimo porque nos encontramos una sombrilla con sus sillas, a unos metros del mar y con la luna casi llena frente a nosotros, así que organizamos una ida a la casa por mas cervezas y regresamos a disfrutar el paisaje y el momento.

La rodada con los Saltamontes. Domingo 11 de Marzo.

Pues llego la mañana y muy temprano nos despertaron para irnos a encontrar con los amigos del grupo Saltamontes, que ya nos esperaban con desesperación ya que ellos si son puntuales en sus salidas. Llegamos al “Kiosko” nos presentamos y en un rato ya estábamos todos trepados en las bicis rumbo a varios pueblos.



Los compañeros del Grupo Saltamontes eran todos muy amables con nosotros, hubo varias paradas a reagruparnos y a tomar fotos y chelas, cada vez era más la camaradería y las bromas y nos íbamos sintiendo con más confianza y entre amigos.

Conocimos entre ellos a Don Chuy un señor de la tercera edad muy serio y que nos aclaro desde que lo conocimos que a éll no le gusta llevarse con nadie y que no le gusta que se lleven con él, e inmediatamente nos dimos cuenta que así era ( jejejjeej )



Pasamos por varias localidades, como Chandiablo, El Aserradero, La Piña, Los Otates, Arroyo de Don Tomas y Valle Paraíso, entre un laguito, cruzamos unos ríos, anduvimos por carretera, brechas y unos descensos padrísimos y con unas vistas muy chidas,



El clima estuvo de maravilla porque empezamos con una mañana fresca y conforme pasaban las horas el día fue cada vez más caliente pero nunca insoportable, simplemente a gusto como para rodar y que las chelas te supieran a gloria.



La rodada paso sin contratiempos, es más, creo que ni un solo ponchado hubo, yo feliz con mi bici pues tenía mucha curiosidad como me sentiría ya en una rodada formal y mas porque era la primera vez que usaba grapas, Rodrigo también iba estrenando bici y también estaba muy contento porque todo salió perfecto.

Los amigos de Saltamontes comandado por Gilberto Valdovinos, Luis García, Rafael Mendoza, Ángel Briseño, J. Guadalupe Rosas, Jorge Benítez, Miguel Mercado, Juan José Morales y Chuy, el Vaquero y perdón por no recordar todos los nombres pero todos eran Mayesters y todos sin excepción muy amables y cordiales con todos los de Cámara Rodante, invitándonos a volver a rodar con ellos en otras ocasiones.

Terminamos el paseo en una tiendita y fue muy padre poder convivir con ellos y tomarnos unas chelas platicando los detalles de la rodada y ya después nos fuimos a comer a un restaurant rumbo a la y resulto que a un lado había un lavado de carros el cual aprovechamos para que nos lavaran las bicis, así que llegamos a casa con bicis muy limpias y muy contentos.

Nos fuimos directos a la playa y allá nos estaban esperando Susana, Sofía, Alejandra Memo, Ramón e Irving y nos metimos a la alberca y al mar un buen rato y no nos hacíamos el animo a regresarnos, pero pues con todo y pena pero teníamos que regresar y pues ni modo. Como Ramón se regreso con nosotros íbamos 6 en el chevy de Edgar y veníamos apretaditos, cansados asoleados y con muchas ganas de llegar a casa,

El viaje estuvo padrisimo, les agradezco a todos por sus atenciones, espero se repita muy pronto, aqui les dejamos la ruta que se hizo.

Crónica por Eduardo Fernández. “El Mayester”
Cámara Rodante