CHAPALA-JOCOTEPEC, EL ENCUENTRO DE CAMARA RODANTE Y GDL EN BICI

Foto: Raúl Méndez.

Que bonito es regresar a la ciclovía de Chapala-Jocotepec en donde nació el nombre de este colectivo: Cámara Rodante y que mejor compartir este viaje con nuevos integrantes y a la vez con invitados de lujo, como es el grupo de Gdl en Bici. En esta ruta participamos 24 personas.

Los nuevos integrantes fueron: Tonatiuh Ibarra, mi sobrino, el más pequeño del colectivo, un niño de seis años, que con toda la energía y a su ritmo, llegó a la meta, a Jocotepec; así como Verónica Amezcua, Mónica Quijas, Cecilia Aguilar y Arturo Campos. Los demás que asistieron a esta ruta fueron: Estefanía Contreras, Víctor Ibarra, Rafael del Río, Eduardo Domínguez, Roberto Antillón, Raúl Méndez, Refugio Ruiz, Luís Fernando Moreno, Héctor Guerrero, Tonatiuh Figueroa, Francisco Inzunsa y Carlos Ibarra. Por parte de Gdl en Bici participaron Margarita, Patricia Martínez, las hermanas Brenda y Paola Solís, David, Yeriel y Juan García.

Llegamos a Chapala alrededor de las diez de la mañana, algo tarde de lo previsto, pero bueno era domingo y algunos al parecer no teníamos prisa, solo queríamos disfrutar el momento. Dejamos los carros y camioneta afuera del fraccionamiento de donde vive el Héctor, nos dispusimos a bajar las bicicletas, nos tomamos las fotos de rigor, del recuerdo y agarramos la ciclovía para pedalear rumbo a renovado pueblo de Jocotepec.



Fue un día con mucho sol, la caravana de bicicletas avanzó, todos estábamos alegres y dispuestos a la aventura. El trayecto es sencillo, con unas subidas y bajadas leves, algunos tramos incómodos por falta de ciclovías y que es riesgoso por lo estrecho de la carretera. Todos llegamos a la meta, cada quién agarró su ritmo, sin presiones, eso fue lo importante. Algunos muy adelantes, algunos muy atrás, pero todos unidos con el mismo objetivo.



Los últimos en llegar fueron la familia Ibarra Quijas pero en realidad fueron los primeros, el esfuerzo del pequeño Tonatiuh mereció el primer lugar, como un gran ciclista, agarró la playera del líder.

Ahí en el nuevo malecón del pueblo, pintoresco por sus esculturas acuáticas y con sus palmeras, nos tomamos la foto del recuerdo, para después llegar a comer al Paraíso, un restaurante con una vista maravillosa de lo que queda del Lago de Chapala.

Por Carlos Ibarra.