COLECTIVO

Guadalajara, Jalisco, Mexico
Somos un grupo de amigos amantes a la fotografía y a la bicicleta, de ahí el nombre de este blog. Cada domingo vamos a pedalear por diferentes rumbos de la ciudad y fuera de la misma. Hacemos tanto ciclismo de montaña, ciclismo urbano y biciturismo. Con esto queremos fomentar el uso de la bicicleta como una herramienta viable de movilidad, de salud y de diversión. ¡¡¡Animate a rodar con nosotros, saca tu bici a pasear!!! Escríbenos a camararodante@hotmail.com
Mostrando entradas con la etiqueta TEPIC. Mostrar todas las entradas
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jueves, 1 de diciembre de 2022

EN SAN BLAS, LAS RODADAS SON MÁS SABROSAS



Como ya es tradición, Cámara Rodante te invita a su rodada anual Tepic - San Blas, una ruta que te llevará a cruzar la jungla con dirección a la playa. 80 km de pura aventura.

La fecha será el primer puente del año, 3, 4, 5, 6 de febrero, donde saldremos la tarde noche del viernes para llegar a Tepic a pasar la primera noche. Al día siguiente se arranca de Tepic para llegar a San Blas. El domingo será libre para que realices las actividades que más prefieras y el lunes de regreso a Guadalajara.

La ruta se recomienda para un NIVEL INTERMEDIO con condición, ya que, además de ser 80 km de recorrido, el terreno requerirá de dominio de bajadas técnicas con condiciones de terracería y empedrado.

Comenzaremos a rodar por ciudad y de ahí subir alrededor de 9 km de zona boscosa, donde finalizamos el ascenso con un  desayuno en la Noria y de ahí continuar la aventura para cruzar la sierra y así ir cambiando los paisajes paulatinamente. Jungla y rancherías hasta llegar a la cascada Del Cora; pasaremos por el túnel del Murciélago y cruzar un par de ríos. Saldremos de la vegetación para dar rienda suelta a los últimos 30 km de camino, que será en parte carretera hasta desembocar a nuestro destino final, las playas de San Blas.

Aparta tu lugar lo antes posible, ya que habrá cupo limitado para 30 ciclistas. OJO, puedes invitar a tu familia y amigos aunque no rueden, es un evento 100 % familiar.

Además de la rodada, puedes disfrutar de las actividades que hay en el puerto de San Blas, como el festival de aves y avistamiento de ballenas, cocodrilario, Tovara, etc… (costo de actividades no incluído en el paquete). 

ITINERARIO

Viernes 3 de febrero salida Gdl - Tepic donde pasaremos la noche (el lugar de salida se dará a conocer a los que confirmen su participación).

Sábado 4 de febrero rodada Tepic - San Blas.

Domingo 5 de febrero rodada por la sierra de San Blas (opcional) o puedes disfrutar de las actividades playeras.

Lunes 6 de febrero regreso San Blas - GDL.

COSTO DEL EVENTO POR PERSONA EN HABITACIÓN DOBLE: $2,900.00

El paquete incluye:


-Estacionamiento seguro para dejar los vehículos en Guadalajara

-Transporte redondo en autobús de lujo (A/C, TV, WiFi)

-Seguro de viajero

-Una noche de hospedaje en Tepic (3 de febrero)

-Dos noches de hospedaje en San Blas (4 y 5 de febrero)

-Barredora todo el trayecto de Tepic - San Blas

-Hidratación y fruta durante la rodada


Para tomar en cuenta: 

-La alimentación corre por cuenta de cada asistente.

-Importante puntualidad durante a la hora de salida de la ciudad y de la rodada.

-Salida a Tepic: Al llegar al punto de encuentro, subiremos las bicicletas desarmadas al   camión en la parte baja del mismo, desde las 18:00 horas podremos hacerlo; arrancaremos a las 19:30 horas directo a Tepic (15 minutos de tolerancia).

-Es de vital importancia que lleves tu bici a mantenimiento previo  para que tengas una rodada más óptima y así evitar contratiempos. 

-OBLIGATORIO bici de montaña, casco, guantes, cámara de repuesto y/o herramienta.


Sugerencias: 

*Cámara fotográfica

*Herramienta de ser posible 

*Llevar agua o de ser posible mochila de agua

*Bloqueador

*Llevar algún gel de carbohidratos o barra de energía

*Llevar celular

 *REPELENTE PARA MOSQUITOS, ES ALTAMENTE RECOMENDADO QUE EN TODO MOMENTO USES REPELENTE.

Se podrá confirmar asistencia vía telefónica o WhatsApp con Edgar Fidalgo al https://wa.me/5213336670041 o directamente en el Santuario de la Bicicleta (González Ortega 466, GDL, centro) con un anticipo de $1,000,00 pesos por persona y liquidar antes del 20 de enero de 2023.


Una vez inscrito no se aceptan cancelaciones, en caso de no poder asistir puedes transferir tu reservación, previa notificación a más tardar el día 27 de Enero de 2023



AGENDA TU CITA AL 3314870466


 

jueves, 10 de febrero de 2022

SAN BLAS, UNA AVENTURA QUE DEBES DE VIVIR POR LO MENOS UNA VEZ EN TU VIDA



La vida te puede ofrecer un sinfín de placeres, y entre esos, escoges lo que más felicidad te de; la bicicleta ha sido la dicha que más ha conjugado en mi vida.

Desde hace varios años me había hecho el propósito de que algún día realizaría la rodada  Tepic-San Blas, este año pude concretar ese deseo, sin imaginar lo que me esperaría.

Había escuchado lo maravillosa que era la ruta y que razón tenían.

La aventura inicia desde que llegas al punto de salida, cuando comienzas a saludar a los colegas ciclistas, colaboras en el montaje de bicicletas y te presentas, instante clave, porque en ese momento llegas solo y regresas con una docena de nuevos amigos. 

Partimos de GDL con rumbo a Tepic y al llegar nos fuimos a cenar la mayoría de turistas del pedal, lugar donde se reafirmaron varias amistades; terminando, regresamos al hotel y a descansar, ya que al día siguiente arrancaría la aventura.


Partimos alrededor de las 7:00 am, atravesando la ciudad de Tepic hasta salir a la carretera y comenzar una leve subida de 4 km. Reagrupamos para que nos explicaran que “aquí comienza la primera subida y la más pesada del recorrido”, señaló Edgar. 8 km, en curvas con un nivel de inclinación equitativas al sufrimiento vivido. Ya se me había advertido de esa parte, por lo que iba bien mentalizada en eso.

Subidas sabrosas, que por cada kilómetro recorrido sentías las piernotas bien trabajadas. Llegamos a terracería, lo que hizo la subida más ligera -para mi, porque rodar en carretera no se me da mucho-. Llegamos al punto más alto sobre el nivel del mar, a la Noria, una cabañita con comida a la leña donde hicimos una breve parada para desayunar y recobrar fuerzas.


En la Noria, buscaba desesperada la barredora, porque al inicio le dejé mi chamarra, y el lugar era en la punta del cerro rodeado de bosques y, por supuesto, frío y yo venía caliente de rodar y ya comenzaba a sentir la garganta rasposa. Pero me refugié a un lado de la estufa de leña y del sol hasta lograr entrar en calor.

Ya trabajada la pierna en subida, seguía trabajar el brazo con la bajada, terracería y piedra fue lo que predominó en descenso, donde me tuve que parar un par de veces a descansar las manos, ya que el bajar de manera rápida e intentando dominar la técnica, hace que vayas bien fija en los puños y se entuman las manos. 


Conforme la ruta avanzaba, los paisajes cambiaban de manera paulatina, ciudad, sierra, bosque, hasta comenzar con el panorama tropical, al dejarse ver los cultivos de plátano, yaca, coco y demás delicias costeñas.

Al terminar la bajada, aterrizamos de nuevo en carretera, donde nos advirtieron que por la bajada podríamos alcanzar velocidades de hasta 70 km/hr y claro, la advertencia incluía que tuviéramos cuidado para no caer o ser atropellados por algún automóvil, que en esta ocasión no topamos con ninguno.


En el descenso, las balatas de mi bici iban cambiando el sonido al frenar y recordé las últimas palabras de mi mecánico “ya hace falta cambiarle las balatas”, por lo que le puse rienda a la bici para rendir el resto del camino. Concluyendo esta parte del recorrido, paramos en un pequeño poblado para iniciar con otro descenso, hacia la maravillosa cascada, que por guardar las zapatas evite bajar; ahí, Rocío también iba batallando con el mismo tema, sin embargo, sus balatas no sobrevivieron y me quedé con ella en lo que se las arreglaba Jaime.

El hacer esa parada tuvo dos acciones, una, que reanudaramos la rodada un pequeño grupo de 10 ciclistas y el trayecto fuera más rápido y aventajado; la otra, que nos dividieramos y se postergara convivir con el resto de los compañeros.

Continuamos con la mejor parte del recorrido, la selva; cada kilómetro recorrido se sentía la brisa del calor, y eso me hacía querer ver el mar. Cada cerrito que subíamos, deseaba ver el mar al horizonte y no, solo se divisaban más cerros.


La selva se hacía cada vez más presente y al cruzar el primer río y mojar los pies, no solo refrescaba mi cuerpo, si no el alma. Seguimos por un sendero, que al parecer, después de las últimas tormentas destrozó el camino, pero no lo hizo imposible de rodar.


Llegamos a un momento clave de la ruta, la Cueva de los Murciélagos, un túnel de unos 25 metros que había que cruzar y que al final te despedían los vampiros revoloteando a tu alrededor. Ya entendí el por que del nombre del lugar.

Terminando la cueva, continuaba un camino que te llevaba a cruzar el último río, donde descansamos un poco y nos refrescamos la cara y brazos, una vista maravillosa que te ofrecía, agua cristalina, palmas, fauna endémica de ahí; agricultores con su cosecha sobre su burrito cruzando el río. Estas experiencias son las que complementan el recorrido, disfrutar los paisajes y vistas que vienen incluídas en el paquete.


La ruta continuó hasta salir a una carretera que te llevaba a la autopista principal, donde llegamos a hidratar con unas cervezas para continuar por la carretera. Reagrupamos de nuevo todo el grupo y seguimos. Ahora sí, sí pude ver el mar a la par de la rodada; no negaré que unas lágrimas quisieron salir de mis ojos, quizás de la emoción que ya estábamos más cerca o la nostalgia que me abordó porque mi hijo, el menor, no conoce la playa y la nostalgia de no poderlo llevar me carcomía.

Ya solo faltaban los últimos 30 km -de 80 km- del recorrido (casi lo que hacemos un domingo cualquiera), y mi ritmo comenzaba a bajar, llegó un momento que ya no vi a nadie delante ni tras de mí, llegando a creer que era cola. Iba sola por las curvas y con tráfico pesado en la carretera, ahí fue cuando me dije “¿dónde está la barredora?”, iba a declinar y subirme, recorrí alrededor de 15 km, hasta llegar a un entronque y radié para preguntar indicaciones, me contestó Pablo “ahí espera, voy para allá”. Creí que iba a regresar por mi, pero no, venía él con otros 15 ciclistas detrás de mi; reagrupamos y continuamos por el camino entre playa y estero, el cielo se cubría de los manglares que acompañaban el trayecto, dando la sensación que en cualquier momento te saldría un cocodrilo.


Para ya no hacercelas larga, por fin entramos al pueblo de San Blas, directito rodamos hasta la playa donde nos esperaban unas chelas bien frías y una horda de jejenes, por lo que apuramos la comida y nos fuimos al hotel, donde convivimos todo el grupo y compartimos nuestra experiencia, que fue ex-tra-or-di-na-ria.


El resto de los días compartimos en familia ciclista las actividades que ofrece San Blas, muchos nos fuimos a una playa deliciosa, libre de concurrencia y bullicio; otros fueron a La Tovara y los más afortunados, al avistamiento de ballenas.

La ruta Tepic-San Blas es un evento que por lo menos una vez en tu vida deberías de concederte, la aventura vivida, la experiencia que te llevas de nuevas amistades y recuerdos es invaluable. Ya borré de mi lista de deseos esta ruta, pero sigue latente para volver a realizarla en un futuro no muy lejano. 

Gracias Edgar y Sofía por hacer posible este viaje.

Próximo objetivo: Vallartazo

Crónica por: Ara Robles


PRÓXIMO TALLER DE FOTO CON EL MAESTRO DE LA LENTE ABRAHAM PÉREZ


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martes, 28 de diciembre de 2021

VÁMOS A LA PLAYA EN BICICLETA

 



¡A rodar en el primer puente del año 2022! Rodada por los caminos de Nayarit: 4, 5, 6 y 7 de Febrero de 2022. Vamos a hacer Biciturismo con Cámara Rodante. 


Como ya es tradición, Cámara Rodante te invita a su rodada anual Tepic - San Blas, una ruta que te llevará a cruzar la jungla con dirección a la playa. 76 km de pura aventura.


La ruta se recomienda para un NIVEL INTERMEDIO con condición, ya que, además de ser 76 km de recorrido, el terreno requerirá de dominio de bajadas técnicas con condiciones de terracería y empedrado.


Comenzaremos a entrar por montaña para adentrarnos a la jungla, donde llegaremos a la cascada Del Cora; pasaremos por el túnel de Murciélago, para cruzar el río y aterrizar directamente a la playa de San Blas.


Aparta tu lugar lo antes posible, ya que habrá cupo limitado para 30 ciclistas. OJO, puedes invitar a tu familia y amigos aunque no rueden, es un evento 100 % familiar.


Además de la rodada, puedes disfrutar de las actividades que hay en el puerto de San Blas, como el festival de aves y avistamiento de ballenas, cocodrilario, Tovara, etc… (costo de actividades no incluído en el paquete). 


Viernes 4 de febrero salida GDL - Tepic donde pasaremos la noche (el lugar de salida se dará a conocer a los que confirmen su participación).

Sábado 5 de febrero rodada Tepic - San Blas.

Domingo 6 de febrero rodada por la sierra de San Blas (opcional) o puedes disfrutar de las actividades playeras.

Lunes 7 de febrero regreso San Blas - GDL.


Costo del evento por persona en habitación doble: $2,850.00


El paquete incluye:


-Estacionamiento seguro para dejar los vehículos en Guadalajara

-Transporte redondo en autobús de lujo (A/C, TV, WiFi)

-Seguro de viajero

-Una noche de hospedaje en Tepic (4 de febrero)

-Dos noches de hospedaje en San Blas (5 y 6 de febrero)

-Barredora todo el trayecto de Tepic - San Blas

-Hidratación y fruta durante la rodada


Para tomar en cuenta: 

-La alimentación corre por cuenta de cada asistente.

-Importante puntualidad durante a la hora de salida de la ciudad y de la rodada.

-Salida a Tepic: Al llegar al punto de encuentro, subiremos las bicicletas desarmadas al   camión en la parte baja del mismo, desde las 18:00 horas podremos hacerlo; arrancaremos a las 19:30 horas directo a Tepic (15 minutos de tolerancia).

-Es de vital importancia que lleves tu bici a mantenimiento previo  para que tengas una rodada más óptima y así evitar contratiempos. 

-OBLIGATORIO bici de montaña, casco, guantes, cámara de repuesto y/o herramienta.


Sugerencias: 

 *Cámara fotográfica

 *Herramienta de ser posible

 *Llevar agua o de ser posible mochila de agua

 *Bloqueador

 *Llevar algún gel de carbohidratos o barra de energía

 *Llevar celular

 *Repelente para mosquitos


Se podrá confirmar asistencia vía telefónica o WhatsApp con Edgar Fidalgo al https://wa.me/5213336670041 o directamente en el Santuario de la Bicicleta (González Ortega 466, GDL, centro) con un anticipo de $1,000,00 pesos por persona y liquidar antes del 28 de enero de 2022.


¡Gracias y te esperamos!



¡GRAN RIFA SOLIDARIA! Tendrás la oportunidad de ganar una de las dos piezas fotográficas o uno de los 4 premios de consolación,


viernes, 7 de febrero de 2020

"UNA RODADA ESPECTACULAR, VALIÓ LA PENA". CRÓNICA DE KARLA REYNOSO


¡Hola amigos de Cámara Rodante! Yo aquí redactado algo de mi super experiencia en esta nueva ruta, que ¡¡por supuesto volveré a hacer todas las veces que la vida me lo permita!!


Ha sido fenomenal la gente que me acompañó, los organizadores, ¡¡¡las vistas que nos ofreció la madre naturaleza… tengo muchas palabras para describir la satisfacción y lo padrísimo que fue haberlo logrado!!!


Un reto más que me llena el alma, pues rodar es una satisfacción, que como muchos de ustedes ya saben, uno se siente liiiiibreee, lleno de una actitud positiva y de seguir rodando con mi queridísima cleta.


¡¡Aunque troné cadena dos veces!! apunto de rendirme y muy agotada de las piernas, mis compañeros no me dejaron. Por favor, que nunca termine Cámara Rodante, que pueda seguir rodando con ustedes, conocí gente maravillosa (Morelia), gente de calidad humana, el pueblo fantástico!!

¡¡Las fiestas de San Blas, la comida, los lugares hermosos, las playas y qué decir del trato que nos dieron en los lugares que asistimos... de verdad que muchas gracias por organizar y tomarse de su tiempo y poder hacer estos viajes inolvidables y posibles!!


¡¡¡Gracias don Chava, que aunque poco lo conocimos, nos dimos cuenta de la persona tan linda que es!!!


 Y no podían faltar las risas los chistes las cervecitas, los premios que nos ganábamos después de cada rodada, cansadísimos, ¡¡pero con una sonrisa en la cara llena de satisfacción!! ¡¡Así los recuerdo a TODOS!!


Aquí las imágenes de esta gran rodada: https://photos.google.com/share/AF1QipNMIzmxc-WYhe4te6WL1oZWKRnKuEqhmCZheAbRpop2vYwFrSe3AomLl1fmEJnEDg?key=WDhMSko3dEJWX2JmelpiZUpLQTJqVDM3cnBhdjNR 

Gracias Cámara Rodante, ojalá cumplan más de 12 años, para que sigan fomentando e impulsando a los jóvenes a conocer lugares inimaginables y que más, que haciéndolo con la bicicleta.

Crónica por: Karla Reynoso
Cámara Rodante

Próximamente en el corazón de la ciudad de Guadalajara se abrirá una nueva cafetería, en donde se unirán tres pasiones: El café, la fotografía y el ciclismo. 

sábado, 9 de febrero de 2019

EXPERIMENTANDO EL CICLISMO DE MTB EN SAN BLAS, NAYARIT



Todo empezó cuando un amigo de Guadalajara me comentó de este evento, porque él hace
ciclismo de montaña y yo hago de ruta y triatlón, y le pregunté si me presumía o me estaba invitando porque en el mes de febrero es mi cumpleaños. Me dijo: “lánzate y vamos al evento” y así comenzó la aventura, de empezar a preparar todo porque no tengo bici de montaña.

Viernes 1 de Febrero:
Fui con mi amigo a una tienda donde nos rentaron una bici para mí de mi tamaño. Me la
prestan, yo traje zapatillas, pedales, casco y guantes, le acomodamos el asiento a mi altura y listo, la subimos a la camioneta; al llegar al punto de reunión subimos todo el equipo y nos lanzamos a Tepic en el camión que se había rentado para el evento, creo éramos como 20 ciclistas de los cuales no conocía más que uno y los nervios comenzaron pues no era mi bici, por lo tanto no la conocía, especialmente el asiento, que miedo, porque el rodar en una bici que no es tuya, normalmente terminas como mandril jejejeje.



Llegamos a Tepic a bajar bicicletas y a armarlas. Por fin me pude subir unos 10 minutos, le di unas vueltas en el estacionamiento y me subí a una pequeña rampa con miedo a no poder, bueno, ¿¿porque no poder?? Pues por la sencilla razón de que donde vivo, en Playa del Carmen, es todo completamente plano, solo tenemos una mini subida de un
puente jajajaja, wowwww sorpresa subí peroooo con mis tenis y yo había traído clips los cuales en bici de montaña nunca he usado.

Sábado 2 de Febrero:
6:00 am y yo despierta con el ojo pelón. La cita era 7:00 am para arrancar, pues me levanté y creo en 15 minutos ya estaba lista.
6:45 baje la bici y mi maleta, hacía frío o eran los nervios, seguro los dos.
7:00 am ya todos con bicicleta y listos para empezar.
7:30 am ¡¡¡Arrancamos!!! En este tramo aproveché para conocer los cambios de la bici, que no cambian mucho a mi bici de ruta pero había que checar.



Primer parada Oxxo y ahora sí, instrucciones del Edgar, pues ya venía lo bueno que eran las subidas y no había que rajase, pues arrancamos y me comenta mi amigo, “no te preocupes, si no puedes está la barredora”, en mi mente me dije: “no vengo desde tan lejos para subirme al carro, así que a darle, que tienes condición”. Empezamos a subir y sin darme cuenta empecé a pasar a muchos, esta parte era carretera pero pura subida, la verdad ni yo me la creía al pasar y subir muy bien; en un momento me sentí sola y no veía a nadie ni adelante ni atrás, entonces aproveche para hacer unas fotos del hermoso paisaje desde la montaña y la gran altura que ya habíamos alcanzado, también, claro, recuperar un poco el aliento, pues al checar mi reloj estaba yo en zona 5 jejeje, me recuperé y
seguí, más adelante otra parada por que no veía yo a nadie y decidí esperar a los que vinieran y así aproveché para tomar otras fotos del paisaje y también de los compañeros que venían.

Cada vuelta en la subida yo esperaba ya ver una bajada o por lo menos plano y ¡¡¡oooh
sorpresa!!! seguían más subidas jajajaj pues ni modo, así fueron 17 km hasta llegar a un lugar donde nos esperaba un rico desayuno, me tomé un jugo recién exprimido y unas pellizcadas que son muy parecidas a los sopes que yo conozco, además me tomé un delicioso café de olla. Así como fuimos llegando, fuimos desayunando, después de una hora o poco más retomamos el camino; continuaron unas subidas pero ya con terracería y luego pura bajada y ahora si a sufrirle, porque cada piedra que veía la sentía en cada parte de mi cuerpo, sentía que saldría volando, afortunadamente no fue así, solo apliqué bajar más despacio por la falta de experiencia en rodar con tantas piedras y hoyos. Pasamos muchos tramos, que al mirar alrededor no podías creer que fueran tan hermoso, realmente hermoso, no había basura, bueno si encontré varias latas de cerveza de algún borracho pero en general estaba limpio.



Llegamos a un túnel lleno de murciélagos, afortunadamente no me dan miedo jejejejeje, era
completamente negro, sin embargo alcanzabas a ver la salida del otro lado, fue increíble al pasar, ver cuanto murciélago vuela a tu lado y no te tocan. Seguimos el camino y más adelante paramos, una buena hidratación y a seguir, venía la parte más rocosa del camino, así nos lo explicó nuestro guía Edgar, y yo solo pensé en “¿¿SERIOOOOO?? Más piedras de las que ya pasamos, wowwww”, pues ni modo, a darle y si, en verdad si había mucha piedra y muy difícil pasar, y al ver otras compañeras que se bajaban de la bici decidí hacer lo mismo, pues si ellas que hacen MTB se bajan, pues yo más, que es mi primera vez.



Llegamos a un camino donde teníamos que cruzar un riachuelo de más de 20 m de ancho, no era profundo, pero sí tenía muchas piedras; conforme fueron llegando, fueron
pasando, enfrente de mi pasó una compañera y no lo logró, sin embargo, logró bajar los pies y no se cayó, al pasar yo, me frené un poco y al no poder des-enclipar caí al agua, jajajaja bueno, no estuvo mal, una refrescada, tenía que caerme, era parte de la diversión jejejeje, el gran problema era que mi celular lo traía en la espalda, si se mojó pero como estaba dentro de una bolsa, ayudó un poco, lo malo fue que se dobló pero sigue funcionando, así que no hay problema a seguirle.



Después de eso salimos a bajada pero ya de carretera, donde todos logramos alcanzar
velocidades arriba de 60 km/h fue divertido, hicimos otra parada frente a la playa ya en San Blas, una playa donde en lugar de arena, tenía rocas tipo piedra de río; realmente la vista era especular.

Continuamos, ya faltaba menos, ya llevábamos más de 7 horas, las provisiones ya se
habían terminado, por lo tanto empezaba la tripa a hacer de las suyas y no dejaban de hacer ruido.

Poco tiempo después llegamos a otro lado de la playa de San Blas, donde rodamos un rato sobre la playa, salimos ahí y ya faltaban como 15 km según dijeron, seguimos y cada vez más hambre, nos dirigimos a la playa pero del otro lado y justo nos tocó ver un hermoso atardecer y ver como el sol entraba al mar, era una agasajo de vista, la arena era tan fina y hermosa, se me figuró a ceniza de volcán.



Una cena deliciosa, gente con un mismo amor a la bicicleta, 9 horas y medias para llegar con todo y paradas, 71 km rodando entre grandes subidas y bajadas muy
prolongadas, gente con la misma pasión, no estaba cansada, solo hambrienta y feliz de haber logrado una aventura que me propuse por que no hago MTB, ese atardecer fue el mejor momento para la satisfacción de un logro más.

Una aventura que puede ser para principiantes porque hay una barredora (camioneta) que sí quieres descansar puedes hacerlo y regresar más adelante. Lo que sí se recomienda es tener condición y afortunadamente la tengo, intermedios y avanzados por tanto camino TAN divertido jejejeje.

GRACIAS CÁMARA RODANTE, FUE UN SUEÑO HECHO REALIDAD



Crónica por: Alma Esparza Iturralde

domingo, 11 de febrero de 2018

"RODANDO AL MUELLE DE SAN BLAS" POR CINDA LUZ

Se acuerdan de la canción del Muelle de San Blas, de Maná? Bueno, pues resulta que la “loca” del muelle de San Blas sí existió!!, se llamó Rebeca Méndez y de hecho tiene pocos años que falleció

 

Bueno, dato cultural aparte, pero es que cuando viajas y más si andas en bicicleta, se viven y se aprenden tantas cosas… bueno, ay! pero ¿Por dónde empiezo?

Bueno, pues mejor por el principio, y es que desde que vi la publicación del viaje, ya estaba ansiosa por ir. No sabía si mis amigas iban a ir también, así que le pedí a Pepe (mi novio) me acompañara (él no suele rodar, pero a lo mejor esta vez lo convencía jeje). Afortunadamente, unos días antes, Gis (una querida amiga mía) también decidió ir, así que más contenta y ansiosa de que ya empezara el viaje no podía estar.

Llegó el día y desde las 6:30 pm que llegamos, ya nos estaba esperando Edgar, muy atento y amable. Poco a poco fueron llegando más ciclistas y a las 8:00 pm salimos rumbo a Tepic. Después de descansar en el hotel en Tepic, salimos tempranito la mañana del sábado con rumbo a San Blas. Empezando, nos esperaba una subidita de 17 km.


La verdad sí que la sentí pesada, pero con los paisajes que se encontraba uno en el camino, el cansancio se amortiguaba. Lo que no sabía es que la recompensa comenzaba en la cima: un campamento en pleno bosque donde nos sirvieron un desayuno buenísimo y muy reparador.


Después de desayunar con mucha calma, reanudamos el viaje, donde ya sólo nos esperaría pura diversión: entre piedras, arena, agua, asfalto y lodo de casi puras bajadas.


Comenzando desde clima boscoso en la cima, fuimos bajando y se sentían, se veían, se olían los cambios de clima, entre la vegetación y humedad.

Desde estar rodeados por pinos, hasta sembradíos de Yaca y plátano. Una de las partes más impresionantes fue atravesar un cerro a través de una cueva, una cueva un poco obscura donde habitan murciélagos, los cuales al detectar nuestro paso, comenzaron a volar, haciendo una experiencia muy espectacular.


También en otra parte del camino, desde lo alto de un cerro, nos sorprendió una vista espectacular del mar a lo lejos. Otra cosa muy divertida fue que tuvimos que atravesar dos ríos y ambos eran cristalinos. Pero lo más bonito de pasar todos esos lugares, era saberse apoyada por los compañeros que ya estaban esperando, echando porras y cuidando que todos pasáramos sin contratiempos.


También pasamos alguno que otro poblado, donde era necesario conseguir provisiones (un poquito de agua de cebada fermentada, nunca cae mal!).


Después de un poco más de bajada con piedras, lodo y una pequeña caída que tuve, al fin llegamos al hotel, donde encontramos a Pepe, que había tenido una gran aventura y tenía muy poco de haber llegado, también en bici, pues los habían desviado una parte en el camino con todo y camión.

Fue entonces que decidimos seguirnos derecho en bici hasta donde se había quedado el camión para ir por el equipaje (afortunadamente ya no era muy lejos).


Afortunadamente ya sólo fue paseo y el camión pudo llegar solo, pero esa vueltita extra fue también de lo más divertido, pues rodamos en la mera playa, al atardecer, una de las experiencias más bonitas. Y ahora sí, ¡a descansar! Qué más podía pedirle a la vida en ese momento? Sólo podía hacer una cosa, disfrutar de lo que quedaba de la tarde frente al mar.

 

 Al otro día nos pusimos de acuerdo para ir al tour de avistamiento de ballenas, así que desayunamos y llegamos a San Blas.

El mar estaba neblinoso, era un paisaje muy particular y de repente ahí estaba una ballena con su ballenato saltando, el espectáculo fue hermoso.

Yo no podía sacarme de la mente la canción de Maná del Muelle de San Blas, siempre me ha gustado mucho esa canción, así que esa era la ocasión para irme a tomar la foto. Al fin lo conseguí y seguimos el camino.

Terminando el avistamiento de ballenas, nos reunimos con los demás para ir a La Tovara, que es un paseo por el manglar donde pudimos observar cocodrilos, tortugas, aves y patos. De ahí subimos a un antiguo fuerte, desde donde se tiene una vista muy impresionante a toda la costa cercana a San Blas, todo muy recomendable!

El último día con toda tranquilidad recorrimos la playa, tomamos algunas fotos y nos alistamos para partir. En el ambiente se sentía pura buena vibra, la tranquilidad y calma que te da el haber llegado hasta allá en bici.

Los que de inicio eran desconocidos, ahora eran compañeros e íbamos cotorreando.

Por mi parte, en el camino de regreso, mi mente al mismo tiempo hacía un recuento de momentos bonitos de mi vida, que es lo que me deja andar en bici.

Desde cuando hace años, cuando era niña y acompañaba a mi papá en bici para ir por leche a los establos allá por Chapulco en Puebla, hasta cuando pedaleaba lo más rápido posible para llegar a clase allá en Cuernavaca, Morelos.


Una buena historia más en bici, y espero muchas más!

Gracias Cámara Rodante por ayudarme a construir más historias.

Hasta la próxima.

Cinda Luz
Cámara Rodante

sábado, 10 de febrero de 2018

"UNA RODADA CON MUCHA ADRENALINA Y COMPAÑERISMO: SAN BLAS" CRÓNICA DE PAULINA ROSALI



“Ah, ¡cómo quisiera ir!... Pero, ¿con quién? Sólo un par de personas de mi círculo social tienen bicicleta de montaña, les voy a decir”. Fue lo primero que pensé cuando vi el post del evento en Facebook. En ese mismo momento compartí a estas dos personas la publicación para saber si querían ir conmigo. Ninguna podría hacer el viaje.

Yo creo que todos los que nos subimos a una bicicleta por primera vez, descubrimos una inquietud que siempre había estado ahí, latente, esperando la primera oportunidad para sobresalir. Me refiero a la inquietud de desprenderte por fin de factores externos que te habían estado impidiendo todo este tiempo tener control de tu movilidad, de tu curiosidad por el entorno, vaya, ¡de control sobre ti mismo!

 

Las personas más independientes, sentipensantes, empáticas y generosas que he conocido no están en una iglesia, ni en el trabajo, ni en mi coto (con sus extraordinarias excepciones, claro). Están en los grupos ciclistas (y los que no pertenecen a uno, también). Me he movido en bici por casi 3 años ya dentro de la ciudad. Uno y medio en mi natal Tuxtla, Gutiérrez y uno y medio más en Guadalajara-Zapopan.

 

Cicloturismo como se dice cicloturismo, sólo una vez en Chiapas y otra ahora, a San Blas, con Cámara Rodante.

El temor de ser la nueva siempre me pone de nervios, pero con el historial de una comunidad de ciclistas como Cámara Rodante, me sentí aliviada desde un inicio porque sabía que encontraría personas muy, muy humanas.

 

Y ni modos, tuve que ir sola sin conocer más que por teléfono a Edgar a este paseo a San Blas. Salimos a las 8:00 pm del punto de encuentro en Guadalajara (que por cierto, Toño no dejó pasar la oportunidad para recordarme que llegué al último y que por eso salimos más tarde jajaja! Aunque en realidad él se fue a cenar).

Llegamos al hotel en Tepic para pasar la noche, y a pesar de tener mucho sueño, la emoción por la rodada del día siguiente no me dejó descansar al 100. Pero no importaba, porque sabía que al llegar podría relajarme todo lo que quisiera.

 

La mañana del sábado 3 comenzamos atravesando Tepic por la Av. Insurgentes para salir a la carretera que nos llevaría a San Blas. La primera parte, de unos 10 km, era pura autopista, y la parte más empinada la sentí demasiado pesada, así que me senté porque me estaba faltando el aire. Chava “Cheves” me acompañó todo ese tiempo hasta que Lucy fue la primera en aparecer donde estábamos y seguimos a pie hasta alcanzar la barredora para subirnos. Naturalmente, fui la última en llegar y casi todos ya habían desayunado en La Noria.

Lo bueno es que después de esta parada, el resto fue bajar, bajar y bajar por terracería. Hubo unas cuantas paradas en poblados, pero la parte más divertida fue después del pueblo que tenía su calle principal toda empedrada (no recuerdo el nombre).

Coincidí en esto con Edgar, era ya más montañosa pero no tan extrema para “newbies” como yo.

 

Conforme vamos bajando, se nota más y más el cambio en la vegetación, y el calor es ya bochornoso, húmedo. Me recordó mucho al clima de Tuxtla, y aunque a muchos les irrita este tipo de calor, yo me sentí un poquito en casa.

 
Preferimos ir a la ciclovía de San Blas y a la playa en vez de ir directamente al hotel, tanta era la emoción y todos estábamos en buena forma para seguir rodando unos kilómetros más.

Llegamos al atardecer a la playa, sacamos unas fotos, rodamos por la playa hasta el muelle y sólo entonces dimos la vuelta para regresar al hotel.

 

Luego de bañarnos y cenar, pedimos taxis para ir al pueblo, pues era el mero día de su santo patrono. ¡Y menudo taxista que nos llevó! Nooo bueno, ¡parecía salido de una caricatura!

 

Y los que ya saben cómo es Toño (que iba de copiloto junto a Chava Cheves), se encargó de darle cuerda al “Guapo”. Sí, así se hace llamar el don. “¿Y cómo se llama?”, preguntó Toño: “A mí me dicen El Guapo mijo”, respondió el tío. Obviamente todos en el taxi estallamos en carcajadas, porque si conocieras a este personaje, te darías cuenta de la paradoja de su apodo.

A partir de ahí, no paró el chacoteo, el albur, ni la cantadera (ah, porque “El Guapo” trae un abanico de música, desde Taylor Swift hasta Gente de Zona). Llegamos al pueblo y de El Guapo nunca me enteré su nombre verdadero.

El pueblito de San Blas es básico, había mucha gente reunida en el quiosco y música en vivo, pero les recomiendo mejor que visiten Chiapas (pequeño comercial). Total que yo ya estaba muy cansada y como no soy tan amable cuando tengo sueño y no puedo dormir inmediatamente, preferí irme buscando mi taxi para volver al hotel.

Nos regresamos cinco de nosotros y se me hizo larguísimo el trayecto de vuelta, ya nadie ni hablaba de lo zombies que estábamos.

En fin, creí que podría dormir de lo lindo, pero no. Tuve problemas para conciliar el sueño por causas de fuerza mayor (ejem, ejem, alguien roncaba).


Así que al día siguiente cuando todo mundo tenía planes de salir a visitar otros lugares, yo decidí quedarme todo el santo día en el hotel y en la playa.


Ese domingo ha sido el mejor autoregalo de lo que va del 2018. Dormir plácidamente, caminar por la playa, comer, dormir más, comer, ver el canal alemán en la tv donde tenían buen rock, y aunque parezca un poco huraña, sin tener que andar lidiando con mucha gente a mi alrededor a cada segundo.
En la noche, ya de regreso los demás, estuvimos “viendo” el superbowl (pero la verdad estaba mejor el chacoteo con Gis, Toño y Chava Cheves).

Quiero agradecer a Edgar por su grandísima amabilidad y atención hacia una novata como yo, y a todos en general por su apertura y compañerismo. Como ya dije al inicio, la comunidad ciclista es de las más humanas con las que me he topado, y te hacen sentir a salvo a pesar de ser una foránea y de mal carácter cuando está cansada y quiere dormir.

San Blas con Cámara Rodante es un paseo altamente recomendable si quieres divertirte, subir la adrenalina, relajarte y conocer personas chulísimas.

Por Paulina Rosali
Cámara Rodante