COLECTIVO

Guadalajara, Jalisco, Mexico
Somos un grupo de amigos amantes a la fotografía y a la bicicleta, de ahí el nombre de este blog. Cada domingo vamos a pedalear por diferentes rumbos de la ciudad y fuera de la misma. Hacemos tanto ciclismo de montaña, ciclismo urbano y biciturismo. Con esto queremos fomentar el uso de la bicicleta como una herramienta viable de movilidad, de salud y de diversión. ¡¡¡Animate a rodar con nosotros, saca tu bici a pasear!!! Escríbenos a camararodante@hotmail.com
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martes, 15 de junio de 2021

MI EXPERIENCIA CON “MI FAMILIA” CÁMARA RODANTE

 






Mi aventura inició cuando mi hermano, que digo mi hermano, mi sangre, mi cuate, mi compañero de vida y niñez me confirmó que no saldría a rodar el domingo.

 

Nada desalentado le pedí a Edgar Fidalgo (guía de Cámara Rodante) informes sobre la invitación de rodar a Potrerillos para el domingo 13 Junio, casi de inmediato, muy explicito me responde mi solicitud enviándome lugar de encuentro y hora de salida.


A las 8:00 am de ese día estábamos en el punto de encuentro en el ingreso del fraccionamiento Agua Escondida frente al poblado de Ixtlahuacán de los Membrillos. El equipo de Cámara Rodante nos da la bienvenida e indicaciones, explicando el recorrido de 50 km; quien sería el guía y equipo de apoyo (barredora).



Partimos hacia la cañada con un cielo nublado, cruzamos el poblado Aguilillas hacia Potrerillos con cierto  grado de dificultad, en un momento me acerque a  un compañero americano, Jey 10 años mayor que yo, un hombre muy serio y de pocas palabras pero con una vitalidad barbará.


De ahí sería un camino de subidas, caminos planos y muy pocas bajadas y una amplia brecha, en una subida me coaching Ara, también se me empareja un compañero, Francisco, por todos conocidos como “Hervi”, sugiriéndome controlar mi respiración y guardar energía, platicándome la ruta donde hay caminos planos donde me guarde para las subidas etc. Aquí es donde enfatizo “Mi Familia” Cámara Rodante que parece que nos conociéramos de mucho tiempo, su estilo, su camaradería es sorprendente y ¡¡¡no es broma!!! En una subida literal, nos empujó a una compañera y a mí para agarrar vuelo, que claro, más tarde después de un descanso sus músculos le cobrarían factura con sus calambres. 





Fue muy gratificante que entre la reagrupación, los descansos, las fotos en distintos puntos y los ponchados, entablé plática con varios bikers, la mayoría muy amistosos y espontáneos, es algo increíble la camaradería, como se desparrama en el grupo en esos tramos agobiantes de subida-subida los comentarios, las pláticas, hacen que la ruta sea amena y recreativa, en especial en el tramo de regreso de potrerillos PARA MI con alto grado de dificultad por pavimento pasando la población de Las Trojes.





Aquí es donde se representa a LA FAMILIA, la preocupación por los compañeros “salimos en equipo, regresamos en equipo” el coaching constante de Hervi, Adriana, Araceli Robles, Edgar, Juan, francisco, Humberto, dos angelitos más que evitaron me accidentara al desprenderme del grupo y al quebrarse mi tijera, NO ME DEJARON, me respaldaron, me cobijaron, gracias de nuevo equipo, excelente organización, seguridad, comunicación constante entre el staff  ¡¡¡FELICIDADES!!!.


Espero acomodar pronto mi Trek para seguir la aventura con mi familia Cámara Rodante.


Crónica por: Gerardo Trujillo








jueves, 25 de mayo de 2017

"EN BICICLETA SE DESCUBRE LUGARES HERMOSOS" CRÓNICA DE ALEJANDRO MURUETA


Me complace mucho compartir la experiencia que tuvimos este pasado domingo 21 de mayo al acompañar a pedalear a los amigos de “Cámara Rodante”. calculo que el grupo de ciclistas lo formábamos alrededor de 40, cabe destacar la puntualidad, buena organización y sobre todo la calidez del grupo. el buen Carlos Ibarra hace las veces de “jefe de la tribu”, cuidando y atendiendo a todos los participantes.


Nuestro recorrido comenzó temprano en la zona de Ixtlahuacán del Río, a unos 45 km de Guadalajara. partimos de un restaurante llamado “Mesón Real”, donde nuestros vehículos quedaron en buen resguardo.


Esta zona se encuentra bordeada por las barrancas del río Santiago y del río Verde, muy cercana a la ciudad en distancia pero muy lejana en cuanto al ambiente campirano y rural de la región; todos los caminos acompañados de calzadas de bellos árboles, alternando con ranchos y granjas, un paisaje muy jalisciense, ya con sabor a los altos de jalisco.


Nuestro trayecto fue calificado como apto para principiantes pero a mi no me pareció poca cosa pedalear esos 35 kilómetros de recorrido; hicimos cicloturismo, donde se combinaron la exigencia atlética y el recorrido por el paisaje.


Nuestra ruta se formó de caminos pavimentados, empedrados y terracería, visitando los pintorescos poblados de Mascuala, Trejos y Tlacotán (lugar donde se dio la segunda fundación de Guadalajara); no se puede dejar de mencionar que nos acompañó un calor intenso, propio de la época.


Muchos de nosotros no conocíamos las bellezas que la zona guarda, fue muy agradable e interesante descubrir el templo abandonado en el poblado de Trejos y las ruinas de adobe que encierran un panteón de más reciente construcción en Tlacotán, un escenario muy subjetivo, donde cualquier fotógrafo pasaría una jornada entera dándose gusto.


En resumen fue una delicia acompañar a “Cámara Rodante”.

 Por Alejandro Murueta Aldrete
Cámara Rodante

miércoles, 12 de octubre de 2016

"QUE BONITO ES EXPLORAR LUGARES FUERA DEL MAPA" CRÓNICA DE ADRIANA QUIRARTE.


El domingo pasada (9-Oct) fue mi primer día con Cámara Rodante. Me sentía como niña exploradora. Llegué sola a las 6:55 am al Parque Rehilete Alcalde y me acerqué a un grupo de personas que muy sonrientes me dieron la mano. Se empezó a organizar la salida y la guía dio indicaciones y arrancamos en nuestros coches rumbo a la carretera a Saltillo.

Entre el Parque y la granja acuícola a la que llegamos a estacionarnos, hubo una parada para esperar a todos los coches de nuestra comitiva. Los guías ponían atención de cuidar que todos llegáramos al mismo lugar y nadie se perdiera; uno de ellos al frente de la comitiva y otro al final. Por fin llegamos a un jardín muy bonito que resultó ser nuestro estacionamiento y ahí empieza la rodada.


Un paisaje hermoso, la carretera para nosotros solos, pasaba un carro cada 5 minutos, yo emocionada por lo veloz que iba, tomando en consideración que soy más bien novata en el tema de bicicletas. En eso, alguien se le rompe la cadena e inmediatamente más de uno se acerca a ayudarlo. Como un km adelante el resto del grupo nos reagrupamos, nos desentumimos y ya luego llega el aviso de que ahí vienen los del percance. Seguimos nuestro camino hasta entrar a Mazahuala (creo que ese era el nombre, pero iniciaba con Maza…) y nos dirigimos en directo al mirador, no antes sin pasar por una pendiente de miedo, o para otros “emocionante”. ¡Una vista de la Barranca de Huentitán espectacular!


Alcanzamos a ver claramente el edificio de arquitectura de la U de G pero con una barranca de separación. Disfrutamos tomándonos fotos. Nuestra guía Laura nos invitó a que dejáramos el mirador mejor que antes de nuestra llegada; en pocos minutos dejamos el lugar sin botellas ni papelitos marinela que rondaban por ahí.


Y ahora si el regreso… oh ohhhh, la bajadita tan “emocionante” al mirador se convierte en una subidita que yo por mi novatez decido aventármela a pie. El resto de expertos la sube con algo de esfuerzo, pero la suben.


Nos reagrupamos en la plaza de Maza…, fluyen las galletas y la fruta; ya teníamos hambre creo que todos.


La guía indica nuestro siguiente poblado a visitar: Trejos. Tres buenos charcos en el camino, algunos los pasé lo más rápido que pude y por lo mismo me embarré con más ganas de agua con lodo, pero muy feliz y satisfecha que salí de esos charcos.

En Trejos nos esperaba una iglesia abandonada, de muy bonito diseño, y también unos árboles frutales en el patio de esa iglesia que les hacía falta que alguien los cosechara, y pues ahí estábamos nosotros. Toronjas, guayabas y limas fue nuestro souvenir.


Y ahí vamos a nuestro tercer poblado: Tlacotán. Entramos a su cementerio, donde vemos tumbas de lo más elaboradas, y una muralla altísima de los vestigios de construcción de lo que iba a ser la Catedral de la Capital de la Nueva España… upsss… el Virrey cambió de decisión y la dejó a medias.
 

Y me puedo imaginar que por la necesidad de los pobladores de enterrar a sus muertitos en un terreno sagrado, el cementerio se expandió cuesta arriba hasta el punto en que hay tumbas muy modernas dentro de las paredes de lo que iba a ser la Catedral.


Terminada la visita nos enfilamos rumbo al restaurante donde teníamos nuestros coches y ahí es cuando se presentan más pendientes “emocionantes”. Nuevamente oh ohhh para mi. Aún no logro saber cómo lo hacen, con que nervio se dejan ir a toda velocidad!!! Es algo que les envidio, jeje. Si yo, en lo poquito que me animaba a ir a mayor velocidad me llenaba de una sensación de libertad y de plena emoción, me imagino lo que sintieron los demás.


A la llegada, degustamos rico pescadito en el criadero acuícola, una heladísima cerveza y una plática muy agradable con los nuevos amigos.


Hoy busco en el mapa a Mazahuala, para corroborar que así se llamaba ese primer poblado… y no lo encuentro; con eso confirmo que a esos lugares no hubiéramos podido llegar si no fuera por la iniciativa de nuestros guías, son lugares que puede que no aparezcan en el mapa.

En todo el trayecto hubo algunos percances menores; cadenas rotas, llantas ponchadas, pedales en la mano; yo vi que siempre hubo manos amigas que ayudaban y en pocos minutos hasta el de la bici sin pedales pudo andar.

Linda experiencia, excelente ambiente de compañerismo ¡Ahhh y Qué bonito es explorar lugares
fuera del mapa!

Adriana Quirarte
Cámara Rodante