COLECTIVO

Guadalajara, Jalisco, Mexico
Somos un grupo de amigos amantes a la fotografía y a la bicicleta, de ahí el nombre de este blog. Cada domingo vamos a pedalear por diferentes rumbos de la ciudad y fuera de la misma. Hacemos tanto ciclismo de montaña, ciclismo urbano y biciturismo. Con esto queremos fomentar el uso de la bicicleta como una herramienta viable de movilidad, de salud y de diversión. ¡¡¡Animate a rodar con nosotros, saca tu bici a pasear!!! Escríbenos a camararodante@hotmail.com
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jueves, 19 de diciembre de 2024

UNA RODADA MÍSTICA

Para entonces un domingo de temporal muy fresco recibiendo el alba con entusiasmo que la rodada de hoy me han propuesto ir a Tala por una ruta muy gustada que anteriormente he compartido con los camaradas de Cámara Rodante, que el día de hoy se espera una ruta muy demandante la cita en el acceso de Postes junto al fraccionamiento de los Robles en el Bosque de la Primavera, que hoy lo partimos a la mitad solo usando nuestras ruedas.

Hoy que ya se siente cercano el invierno me he venido bien cubierto, traje completo de pies a cabeza y el balaclava. Estamos de lujo pues andamos estrenando juego de ruedas entero y transmisión, y por su puesto he incluido buen equipo de soporte mecánico como ya lo tengo acostumbrado. No pueden faltar un buen café para antes del arranque y para llevar unas cuantas calorías en forma de barras de cereal. También las experiencias pasadas me han enseñado que a veces los 2 Litros de agua de la mochila pueden ser apenas justos, por lo que también incluimos ánfora por si las moscas. 

Como he llegado tarde, me va a tocar pisarle a fondo a los pedales, me aviento la primera cuesta arriba con ritmo constante y para cuando llego a la estación de Estéfano he agarrado calorcito y se me ha quitado el frio en las manos, ¡ya tenemos puesta la máquina a punto! Cerca de 1 kilómetro delante del “sal si puedes” me encuentro al contingente de 10 integrantes al que se le suma el 11vo, va la foto de bienvenida con el camarada Cristobal, acto seguido continuamos que ya pasan de las 8am. Enseguida nos propusimos hacer una parada de 15 minutos en la cabeza de mono para toma de fotos, refinarnos un tentempié y esperar otra parte del grupo tuvo alguna dificultad, metros atrás.

Anteriormente habíamos tenido dificultades para encontrar sendero al cruce de un arroyo y su represa, pero en esta ocasión fue muy fácil, sin embargo, el siguiente reto fue cruzar un terreno plano de pastizales espesos, de pronto nos vimos cubiertos por un tipo de cañaveral por encima de nuestras cabezas en un largo segmentos singletrack que apuraba más por la falta de visibilidad por el peligro de topar de frente con paseantes en sentido contrario. Salimos bien del paso, Joaquín nos tomó fotos chidas y nadie se nos quedó olvidado en aquel laberinto (hasta donde sabemos).

Por fin llegamos a Tala y primeramente nos tomamos la foto junto a las letrotas junto al templo; aun me quedaba 1L de agua de la mochila y toda el ánfora de reserva, pero mucha hambre se sentía, por lo que nos fuimos tres compas a buscar tacos de carnitas que nunca encontramos, por lo que tuvimos que improvisar y llegar a la carnicería a armarnos un itacate de carne, chicharrón y pepena, complementarlo con tortillas, salsa y frijol, y echar taco en compañía de los locales y el resto del grupo de ciclistas en las bancas de la plaza principal.

Antes de partir nos tomamos otra foto grupal aprovechando el entarimado que colocaron quién sabe para qué evento, nos le trepamos y posamos como las estrellas que somos, claro que sí, y fue entonces que de la nada se nos aparece un ángel con sus alas y amuletos colgados por todos lados, nos dedicó una plegaria y una danza mística de la fortuna… muy buena onda el ente espiritual aquel. Y que conste que también salió en las fotos para que quien lea esta crónica nos crea y no me tome de loco, les digo que sí, ¡Yo lo vi!

El retorno como nos lo prometieron fue por Obsidianas, prolongadas colinas cuesta arriba con suelos sueltos, tapizados con filosas escamas de roca volcánica, a marcha constante pudimos llegar sin muchos retrasos al camino principal, y tal como lo hicimos en abril de este año, le dimos una rasurada al bloque de hielo de los riquísimos helados raspados, que en esta ocasión de no tan altas temperaturas, contaba con el surtido completo de jarabes y bebidas para socorrer al necesitado paseante. Yo duré casi 30 minutos, pues esperé que la última parte del grupo regresara por si se ofrecía algo, parece que hubo que mandar pedir una barredora, pues algún compañero se quedó sin galleta kilómetros atrás, pero ya no supe en que terminó el asunto. 

En el ultimo tramo de regreso tomamos Joaquín y yo en la estación de Estéfano la vereda que le llaman “arenas”, yo no la conocía y me gustó mucho, está muy dinámica y excelentemente trabajada, con sus rampas y curvas entarimadas, es necesario traer buena bici para sacarle todo el jugo.

En el recuento de los hechos, el regreso de todo el grupo se completó hasta las 15:30hrs, creo que el saldo de la rodada fue totalmente blanco, 0 ponchaduras, sin descomposturas, las pocas detenciones solo fueron requeridas para tomar agua, agarrar aire o cotorrear mientras se compacta el contingente disfrutando un excelente clima fresco y muy despejado. Mención honorífica para Adrián, que hoy vi que en comparación con la última vez ha subido mucho de nivel, tanto así que en varios tramos nos largaba a todos.

 Muy satisfecho quedé, gracias Cámara Rodante.

Por Arturo González 



miércoles, 1 de mayo de 2024

UNA RUTA RETADORA, LO BAILADO YA NADIE NOS LO QUITA



Fue una mañana dominical templada con cielo despejado, así como lo han sido todas últimamente en esta temporada de estiaje, sin embargo, el día de hoy es especial, pues me he decidido a salir a rodar con Cámara Rodante, se espera una ruta muy demandante partiendo de prolongación Mariano Otero con dirección a Tala atravesando por la mitad las entrañas de nuestro emblemático Bosque de la Primavera.

La ocasión amerita no menos que equipo completo y es bien sabido que hombre prevenido vale x2, y el que no, podría valer…. fracción de 1, me refiero a la herramienta básica y un poco más. Refacciones como la cámara o los chicotes, materiales para prevenir desajustes o roturas de tu máquina o en tu indumentaria, créanme que unas bolsas, trapos y cinchos no se notan y un tiempo después podrías ni recordar que los traías contigo de tan discretos que son. No olvidar ser generoso con las provisiones: agua y calorías, no es complicado elegir, solo tener en cuenta que sean de tu agrado y fácil digestión, a mí me gusta cargar mezcla de frutos secos. Para antes de la salida es recomendable activarse con 1 o 2 tazas de café y algo de carbohidratos para ayudar nuestras reservas, unas galletas multigrano, ¿Por qué no?

He llegado al estacionamiento pero no veo a nadie, pues me encuentro en la terraza donde sirven los lonches y se destapan las caguamas al cierre de las rodadas al medio día (ya quiero terminar la ruta), entonces reviso el post y me doy cuenta de que el grupo partiría de la caseta de ingreso más delante, por lo que tuve que abordar de inmediato mi bicicleta y apretar el paso hasta que afortunadamente les alcancé en la estación de Estéfano.

De mis cuentas veo que hubiéramos sido un grupo de por lo menos 14 personas, menos un camarada mío que se enfermó y una muchacha que no llegó resultamos siendo un grupo de 12; ya contados y motivados salimos a la aventura cerca de las 7:30am.

Para mí esta ruta sería muy esperada pues no me había tocado adentrarme por el lado Oeste del bosque, hasta la fecha solo había explorado partes del Norte, Sur y Este. Por lo demás puede ver muchas cosas parecidas a las que existen en el resto de este bosque, sin embargo, nunca serán las mismas, tanto por los laberinticos trazos que te arrastran a las profundidades de una cañada como por las pequeñas trampas que se esconden a la vista del distraído por lo que fue indispensable mantener la atención en todo momento por el bien propio y del grupo en general. 

Fueron abundantes los segmentos singletrack, las veredas cubiertas por hojarasca y los pasos técnicos que pusieron a prueba la habilidad y sensatez del ciclista. 

Puedo decir con toda seguridad que sin la guía de nuestro compañero Joaquín y el sabio consejo de los compañeros experimentados, en determinados puntos como fue el paso de los arroyos, donde la vegetación se tornó exuberante mientras las veredas se desvanecían, una persona como yo sin la ruta precargada ni puntos de referencia en el entorno, pudo haber quedado varado por muchas horas o quizás nunca encontrar la ruta con dirección a Tala, ¡Que gusto haber acudido con ustedes!

Como toda aventura, no tardaron en llegar las dificultades, entre las que puedo mencionar: dos ponchaduras, una llanta baja, un zapato roto y una billetera extraviada; ninguna de ellas consiguió arruinar el disfrute de nuestro paseo, pues siempre encontramos pronta solución en conjunto manteniendo esa atmósfera de camaradería, pues en las numerosas detenciones nunca se desaprovecho un momento para tomar agua, agarrar aire, decir unas bromas o echar una platicada a la sombra de algún árbol, pues el calor estaba a tope, yo diría que cerca de los 36°C a la 1pm, pero en momentos se sentía como 40°C al paso por tramos ausentes de vegetación con caminos de tierra blancos como la harina de tan seco el clima que permitían que el sol te pegara por arriba, por debajo y por los lados, si no fuese por el bendito viento juraría que estábamos en un horno.

A esas horas los suministros de líquido se comenzarían a agotar precipitadamente, pues en mi caso, hasta Tala llegué con 1.5L de 2L de agua, y al regreso ya no tenía reservas a partir del 2do tercio del camino; que bueno que lo que complementé con 1L de deliciosa bebida con ciruela para acompañar el lonche de pierna frente a la plaza principal en compañía del grupo que también aprovechó para almorzar y posar para la foto del recuerdo junto a “las letrotas” del municipio.

Mas tarde durante el retorno, las cuestas del camino de Obsidianas se sintieron tan desgarradoras como filosas son las piedras que tapizan los suelos de esa parte del bosque, poco a poco volvimos a atravesar los pequeños valles donde se ven los potreros y los bancos de arena parecen propuestos a tumbar al ciclista en su afán por cruzar; así fue como logramos incorporarnos nuevamente al camino principal que nos conduce al ingreso de “Postes”, sin embargo ya sin agua la mayoría de los integrantes de la rodada, el desgaste había sido tal que al punto de sobrellevar el avance en silencio, no por enfado ni pesimismo, sino porque el polvo del camino y las gargantas secas dificultaron el poder conversar sin sentir ganas de toser; cual va siendo nuestra fortuna el encontrar un puesto de helados de hielo raspados como si se tratase de un espejismo, sentimos tal atracción que de inmediato y sin averiguar más nos fuimos deteniendo uno a uno para solicitar animosamente una, dos o tres veces una ración de tan anhelada golosina. 

Fue en ese momento que el grupo se volvió a compactar, durante 30 minutos comimos, bebimos y revivimos una vez mas para entonces reanudar la ruta que habríamos de culminar cerca de las 4pm.

Lo que se pronosticaba iba a ser un recorrido con duración de 5 horas se convirtió en uno de 9; ¡valla experiencia! Por sus condiciones climáticas y nivel técnico, creo que sido muy retadora, pese a que no se contó con tiempo para hacer el convivio de clausura, el saldo fue blanco por lo que considero que el paseo estuvo excelente, en fin, lo bailado ya nadie nos lo quita.

Por Arturo González 

lunes, 29 de abril de 2024

Y SE LLEGÓ EL DÍA DE LA RODADA: TALA, IDA Y VUELTA


Preparándonos para este día esperado. El domingo 28 de abril para rodar ida y vuelta a Tala por Obsidianas, por el Bosque La Primavera. El día previo checando la condicion de la bicicleta, y lo necesario para salir sin problema, ya que la ruta seria demandante y por lugares pintorescos del bosque de la primavera, pero que a la vez no se tendría a disposición nada que no se llevara en la mochila por algun imprevisto. 

Llegamos al punto de encuentro a las 6:45 am y tratandome de comunicar con Joaquin, el guia de la rodada, sin haberlo previsto le mandé  mensaje para contactar el punto real.  Me llamó la atencion que no recibía respuesta, y nunca me percaté, hasta la tarde del termino de la rodada, que mi celular tenía problemas con el sim, por lo que tome mis cosas y monté bicicleta y me dirigí a la caseta de acceso, en Los Postes, como se indicó en la convocatoria y en efecto ahí estaban ya reunidos varios compañeros y joaquin  el guia. Con un saludo nos ubicamos todos y en espera de más compañeros de rodada, esperamos 5 minutos más y arrancamos en un grupo de 9 personas hacia el 8 ½ indicándonos que ahí parariamos para reagrupar. Seríamos un total de 12 integrantes. 

Arrancamos por el camino principal hacia el inicio de la ruta de Obsidianas, como toda condicion con un poco de nervios y un buen clima aun fresco que nos invitaba a rodar, nos adentramos a la ruta de obsidianas y empezó  la vista de paisajes del bosque de la primavera, que bien valió la pena. 

Comento que actualmente ruedo en bicicleta de ruta y tenia rato de no hacerlo en montaña, ya que al iniciar el descenso los nervios me llegaron en cuanto a la condicion del camino, debiendo  estar muy atentos a toda condición que pudiera afectar.

El guia de la rodada estuvo al pendiente de todos los ciclistas participantes iba y venía, o en su caso tomando fotos y videos del camino y dando ánimos siempre. 

Al término de la ruta de obsidianas paramos la marcha y se platicó las opciones posibles para continuar rumbo a Tala,  aquí se nos hace el comentario por parte de Joaquín que el regreso sería por esta ruta, upsssss el regreso….., se decidió hacerlo por el lado del vivero  considerándose por este lado que habría puntos donde nos tendriamos que bajar de la bici por cruce de riachuelos. En lo personal no habiendo problema ya que era parte de la ruta. 

Al llegar al paraje del vivero, se detuvo la marcha para consultar a los ciclistas la ruta a seguir.  Si nos mojabamos poco o rodeabamos para cruzar por un lugar seco. Aquí la hojarazca del bosque cubría los caminos y al ser tanta, daba un poco de nervio, pero al estar acompañado de ciclistas con experiencia en la zona, solo fue cuestión de tiempo para cruzar sin problemas y continuar con la travesia. 

Esta vez hacia el rumbo del rostro del mono por camino con todas las condiciones que son parte de una buena rodada, ascensos, bajadas tranquilas y otras un poco más tecnicas y siempre estar al tanto en las hojarazcas ya que siempre guardan secretos que hasta no estar ahí lo sabes como lo es una piedra oculta, una sanja, un bache pero con la actitud. 

Continuamos el grupo siempre compacto y fuerte, llegando a la piedra del rostro del mono, hicimos parada para la foto del recuerdo, rehidratacion y algo de lunch ya que se comentó que el objetivo, que era Tala, ya no estaba tan lejos y más por la descripción de unos lonches planchados que allá hacen y que bien valía la pena llegar a probarlos, por lo que arrancamos.

En esta parte, una compañera se ponchó y detuvimos para auxiliarla, en la platica y cambio de la llanta, y devorados por los moscos, pero todo en un ambiente padre de intercambio de experiencias y anécdotas por parte de los participantes.

Continuamos el camino y por fin llegamos, nos adentramos hacia el centro de Tala y ahí estaban los famosos lonches, nos sacrificamos y en mi caso con uno de panela y una agua mineral, siendo similar por los demás ciclistas.

Una vez que desayunamos, nos trasladamos a la plaza principal por la foto del recuerdo y en las letras de Tala y comenzó el regreso, provisionando compañeros con agua y habiéndonos el comentario de reabastecernos bien con liquidos, ya que el sol estaba fuerte y el camino de regreso estaria la mayor parte soleado y seria en ascenso. 

Nos volvimos adentrar en el bosque, tomando una ruta alternativa para hacerlo un poco más transitable para el beneficio de los participantes. Llegando a obsidianas pensé que todo el descenso que habiamos realizado por la mañana lo haríamos hacia arriba y pues a darle poco a poco.

Iniciamos la ruta, en su caso me uní en la marcha con la compañera Alexa,  quien con su paso llegamos a la cima entre porras y muchos ánimos. 

El calor está en  su punto, pero no fue limitante para continuar y continuar. Poco a poco se irían consumiendo los liquidos, a la mitad del ascenso se optó por cortar un tramo de camino y bajar por una ruta técnica en cuanto a descenso pero no pasó que en algún punto me bajé de la bici y continuar, a las 2 terceras partes sentí al tomar agua que ya se me estaba terminando por lo que opté con aguantar lo mas posible y continuar.

En este punto que hicimos reagrupación, los comentarios más sobresalientes eran el reabastecer liquidos, pero en especial llegar a los cocos y más con una agua mineral asi como el tiempo que nos esta consumiendo, de lujo pero la realidad era que aun nos faltaba algo de camino. iba con la idea de llegar a los cocos y más ganas, pues se me había terminado el agua que llevaba. A lo lejos escuchamos ruidos parecidos al sonido de cuando parten un coco, y dedujimos que habiamos llegado a tan mencionado lugar, pero no siendo asi resulto que unas personas estaban vendiendo raspados y los compañeros que llegaron antes ya se encontraban degustando de un buen raspado. El objetivo fue preguntar si se vendían agua, a lo una señora nos dijo que si, que podíamos tomar de los garrafones y cooperarle, a lo que posteriormente hasta comida les ofrecieron a algunos de los compañeros. 

En pocas palabras fue un oasis por el calor tan fuerte que se sentia, al termino ya se ubicaba lo que hacía falta de camino por lo que nos encausamos hasta Los Postes, lugar de reunión de esta aventura y retornar a casa, por lo que la experiencia fue excelente, a todos gracias siempre…..

Por Rafael Ávila González 

miércoles, 22 de marzo de 2023

AFERRADO Y LISTO PARA LA SIGUIENTE SUFRIDA



Era el día del 15 aniversario de Cámara Rodante y la rodada masiva antes del convivio era hacia Torre 2, que si bien no es un “flan” de ruta ya que tiene pendientes pronunciadas y continuas, habemos algunos que nos gusta sufrir un poquito más de la cuenta. 


Para ese día Cámara Rodante había programado una rodada alterna, para avanzados y fuimos únicamente 9 los guerreros que emprendimos esa aventura: Nancy, Faby, Monse, Alexa, Alex, Cristian, Jorge, Juan y un servidor. El objetivo era ir y venir a Tala cruzando el Bosque de La Primavera, y lo complicado sabíamos que sería subir de regreso por Obsidianas, un tramo que la mayoría la habíamos bajado muchas veces, pero pocos de este reducido grupo la habían tomado de regreso.


Iniciamos pasadas las 7:00 horas desde postes y en la subida por camino ancho hacía la Estación de Estéfano, nos sorprendimos varios porque Monse nos rebasó en esa pendiente de manera brutal, en ese momento caí en cuenta de que el grupo traía un buen nivel y que habría que estar a la altura.


Avanzamos todos a buen ritmo por camino ancho y llegamos hasta la cima dónde iniciaría el descenso por Obsidianas, ahí tomamos un pequeño descanso, y los que no traemos dropper (mecanismo para subir y bajar automáticamente el asiento) bajamos el asiento manualmente y emprendimos la bajada. 





En abril de este año cumpliré 16 años rodando en el Bosque de la Primavera y varias veces me he ponchado por las filosas piedras de este tramo (y no soy el único). Fui el primero en comenzar a bajar y después del primer segmento sentí inestable la bicicleta y veo que la razón es que se le estaba saliendo el aire de la llanta delantera. Rápidamente se quedó sin aire, no hubo ni posibilidad de que el líquido, también conocido como “leche” hiciera su trabajo y sellara. 


Al ver que me había detenido todos los demás participantes se pararon para ver qué sucedía. Comenzamos a echarle aire y a girar la llanta, pero los esfuerzos eran en vano, todo el aire se salía, señal que estuvo brava la pinchadura. 





Es en este el momento en donde acepto toda mi culpa y aprendo la lección ya que malamente no cargaba ni con bomba, ni cámara de repuesto, confiando totalmente mi suerte en mis llantas tubeless. Tache para mí ya que en las instrucciones previas que envía Cámara Rodante a todos los participantes enlista claramente que hay que llevar estos artículos de emergencia.


Todavía para echarme más tierra les cuento que aun sabiendo que soy de los pocos de la “vieja escuela” que todavía usamos llanta de 26” (ya todos usan 29” o 27.5”), deposité toda mi suerte y confié de más en la mentada leche. Lógicamente, nadie, pero nadie de los 8 riders contaba con una cámara 26” de repuesto que me pudiera prestar.


Decepcionado por la situación (y conmigo mismo), supe que tenía que abandonar la rodada, me despedí del grupo deseándoles suerte, ya que los esperaría más tarde en el cumpleaños de la quinceañera (Cámara Rodante). Tomé mi bicicleta, di media vuelta y comencé a caminar mientras pensaba que tendría que llegar hasta el final de toboganes y ahí con suerte alguien podría pasar en camioneta para acercarme a postes. 


Mientras yo ya estaba en camino de regreso, los demás continuaron con el descenso, pero Juan y Alex, comentaban “Y si le ponemos una cámara de 29 (a mi llanta de 26)”, “total, lo peor que podría pasar sería que funcionara”. Los escuché gritarme ya a metros de distancia “Joaquín, ¡¿Quieres que probemos con una cámara 29?!”.




Como si fueran pits de Fórmula 1, los tres colocamos la cámara de 29” de Juan en mi llanta 26” con una velocidad impresionante, a primera instancia se veía bien, todo en orden, pero la encomienda sería continuar la rodada con mayor cautela que de costumbre.


Juan, Alex y yo terminamos el descenso y en Río Seco ya nos esperaba el resto del reducido contingente sorprendidos del milagro y continuamos todos la rodada hacia Tala.


Llegamos a Tala ya sin contratiempos e hicimos escala en una afamada lonchería frente a la catedral que ya conocían Juan y Nancy quienes eran los guías de esta rodada. En ese momento se estaban yendo unos ciclistas ruteros que ya habían terminado de desayunar y que llegaron por carretera desde Guadalajara, ambos grupos nos deseamos suerte. Siempre he valorado la camaradería y apoyo que generalmente hay entre bikers. 





Mientras echábamos lonche, nos enteramos de que los que hicieron la rodada hacia Torre 2 ya habían llegado a la torre, lo cuál significaba que iban a llegar mucho, pero mucho antes que nosotros al convivio final. Nos tomamos la obligada foto antes de emprender el regreso y bromear un poco de lo que se nos avecinaba (subir por Obsidianas).


Seguíamos rodando todos a muy buen ritmo, las esperas para el reagrupamiento eran mínimas. Durante el recorrido nos encontramos con otros buenos amigos con los que hemos rodado en ocasiones anteriores. Comenzamos la subida de Obsidianas y la realidad fue que en varias ocasiones paramos para tomar aire y algo de ánimo. Si bien fue difícil esta subida, no fue imposible, algunos habíamos subido peores (Cerro Viejo, Torre 3 vía larga, etc).





Jorge y yo nos adelantamos, y aunque yo ya estaba algo mermado físicamente, decidimos irnos por hermosísima, pinitos, vaca muerta y arenosas. Si bien, estas rutas están muy arboladas y te protegen del sol (a diferencia del camino ancho), las subidas y bajadas las hacen más agotadoras. En cuanto a mi llanta, después de algunos kilómetros de haber colocado la cámara ya me había olvidado de que andaba rodando con un invento de emergencia, subía y bajaba como de costumbre.


Jorge y yo culminamos Arenosas y al mismo tiempo estaba llegando el resto del grupo que había tomado el camino ancho. De ahí la mayoría nos fuimos al convivio de los 15 años de Cámara Rodante, el cual estuvo a reventar y eso que nos comentaron que muchos en ese momento ya se habían retirado. 


Que gusto volver a ver y saludar a grandes seres humanos y amigos tan entrañables que se han ido formando gracias a la bicicleta. Larga vida a Cámara Rodante. 


PD: A partir de ese día cargo siempre con mi equipo de emergencia completo (aunque traiga llantas “tubeless”). Sigo cazando al buen Juan para regresarle su cámara de 29” que amablemente me prestó.


Cónica por Joaquín García Pedroza




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jueves, 16 de febrero de 2023

A RODAR POR EL BOSQUE HASTA TALA



Este 19 de febrero te invitamos a la rodada de Aniversario (alterna) de Cámara Rodante, con rumbo a Tala, con el equipo Pies Negros, así que será una rodada exclusiva para AVANZADOS para calar la pierna y cadencia.


Saldremos de Postes del Bosque de la Primavera, para adentrarnos por el corazón del bosque hasta llegar al pueblo de Tala. Ahí haremos un breve descanso para tomar regreso por el bosque y terminar en la tiendita y reunirnos con el resto del grupo de Cámara Rodante para celebrar sus primeros 15 años de incursionar al mundo ciclista.


Lugar de salida: Postes


Hora: 7:00 am Se exige puntualidad


Distancia: 69 km


Tiempo estimado: 6 hrs


Nivel: Avanzados


Favor confirmar asistencia al número de Cámara Rodante únicamente por vía  WhatsApp: 📲  https://wa.me/5213324403461 menciona tu número telefónico, así como datos completos de sus acompañantes, si es su caso. CON ESTE REGISTRO PODRÁN PARTICIPAR EN LA RIFA DE ANIVERSARIO, SOLO CON REGISTRO VIA WHATSAPP




¡ATENCIÓN!


POR TU SEGURIDAD, EL USO DE BICICLETA DE MONTAÑA, CASCO Y GUANTES ES OBLIGATORIO


De la manera más atenta pedimos que tu bicicleta se encuentre en condiciones óptimas para rodar, de lo contrario nos veremos obligados a regresarte, por tu seguridad y la de los demás, ya que la ruta contará con terrenos irregulares que pudiera poner más vulnerable la bicicleta y tu integridad.


¡ATENCIÓN! Cámara Rodante se deslinda de cualquier tipo de accidente, afección o incidente de cada participante, así como daños, robo, total o parcial de vehículos como de bicicletas.


Asimismo, te recomendamos tomar en cuenta el tiempo ya que se estima una duración de 6 horas aproximadamente del evento.


QUÉ LLEVAR:


La rodada será larga y con mucho sol, por lo que llevar agua y suero será de vital importancia, así como su respectivo snack; ropa cómoda; bloqueador solar; teléfono con batería; cubrebocas y/o bandana; cámara de repuesto y herramienta básica de contar con ella, y dinero extra por si te apetece tomar o comer algo en los lugares de convivio y descanso.

*CLASIFICACIÓN DE NUESTRAS RODADAS / CONOCE EN QUE NIVEL TE ENCUENTRAS




1. NOVATOS: Aquel que no tiene experiencia alguna.




2. PRINCIPIANTES: Lleva al menos de 6 meses a un año rodando constantemente.




3. INTERMEDIOS: Lleva mínimo un par de años rodando constantemente.




4. AVANZADOS: CUENTA CON AMPLIA EXPERIENCIA DE AL MENOS 4 O 5 AÑOS RODANDO CONSTANTEMENTE.




El nivel en el ciclismo de montaña es como en la escuela, toma su tiempo para que puedas pasar al siguiente año. ¿Cómo medimos qué nivel tenemos ?




1.-Tiempo, Constancia y Distancia: No es nada más cuánto tiempo tienes con tu bici sino que influye que tanto la usas, con qué frecuencia sales a rodar y cuanto y en donde.




2.- Tipo de Caminos: usualmente ruedas en lugares con poca dificultad técnica, por lo tanto no tendrás el mismo nivel de manejo que los que acostumbran rodar por terrenos difíciles.




Al asistir a una rodada y revisar para qué nivel está convocada debemos ser honestos con nosotros mismos de EN QUÉ NIVEL NOS ENCONTRAMOS y reflexionar si podremos sortear todos los factores que influyen en ella.




Siempre que asistamos a una rodada debemos reflexionar primeramente si la podremos concluir en tiempo y forma ya que además de poner nuestra salud en riesgo afectemos a los demás participantes.




Averigua con los organizadores más detalles e información sobre la rodada a fin de que lo compares contra lo que realmente acostumbras tú hacer.




Moverse a lo largo de los 4 niveles del ciclismo de montaña toma su tiempo, de ti depende que tan rápido lo logres.




¡HASTA EL DOMINGO!






sábado, 30 de noviembre de 2019

¿ACEPTAS EL RETO?


Los primeros comentarios que escuché, fuero: “Es muchísimo; esta pesado; no está tan fácil…”
Me animé por los 60 km, pero 60 los haces fácil, y me decían: “Anímate a los 10, kml verás que si puedes; es un reto, ve por aquello que te cueste mucho trabajo”. Después vi un video de Yokoi Kenji diciendo: “Ponle a tu juego en modo difícil, porque el fácil sabes que lo puedes hacer”, así que... EL RETO ERAN LOS 100 KM.

Meses de preparación para un inexperto que empezó en las rodadas de novatos con Cámara Rodante, buscando la técnica, la cadencia, el ritmo, altura del asiento, pedales automaticos o normales, hidratación ideal, que si el gel, que si la barra etc, etc…



Días antes al evento, me vieron entrenando y los comentarios fueron: “Con esa bici te va a costar trabajo subir; a puro corazón y pierna;, pero traes buena condición”.



Me di cuenta de lo que es entrenar por un objetivo, de la disciplina que se necesita para tener buena alimentación, logré bajar 10 kilos y mejorar mi colesterol y triglicéridos sin necesidad de medicamentos, es el mayor logro para mi, tener buena salud que se pierde con los malos hábitos.

LLEGÓ EL DÍA



A las 6:30 am estaba en Postes pedaleando rumbo al Pic Nic, a la meta de salida con los nervios de ya empezar. Salimos a las 7:15 am, yo en los primeros puestos con los élite, bien seguro los primeros metros adelante y de repente la fuerza experta se dejó ver, pasaban rebasando de subida rumbo a Torre 2.

A los 46 min alcancé mi primer objetivo, Torre 2; “pista, pista, que vienen bajando”, se escucha. 9:22 am, estaba subiendo rumbo a Torre 1, me sentí bien al ver que tenia buen tiempo, “ahorita llego con el Chester”, pensé, que estaba en el primer punto de control.



Bajando Torre 1 bien hasta llegar al Down Hill, a caminar un poquito porque está cañón y no quería tener una lesión.



Llegué al primer punto con 20 minutos de ventaja, que chido me recibieron Chester y Sofía  Pía. Ches diciéndome “come jitomate, toma agua, etc, etc.” Pía me pregunta ¿quieres un gu?,  -sí a todo lo que me decían, y lléname la bolsa de powerade.

Salgo con buenos ánimos a Torre 3, pero el camino a Cornisas se me hizo eterno, empecé a perder fuerza en las piernas. Llegué al Árbol y empecé a subir para Torre 3. Ya de bajada estaba en el Árbol hidratandome y comiendo unas tostadas, seguía, bajada ya me la sabía, pura diversión  bajando.

Compañeros quedaban pocos, fuimos de los últimos, me preguntaban cuánto falta, ni modo de mentir, aún no llegamos al Aeropuerto y al Vivero, falta mucho, les dije “¡vamos, vamos!” trataba de dar ánimos, pero todos estábamos ya cansados.

Llegando a un abastecimiento, nos desviaron para hacer más kilómetros, como 20 minutos más para llegar al camino a Tala; pues a correr, porque ya eran las 2:15.

Los compañeros ciclistas: “Oye, ¿falta mucho?” me preguntan, -sí muchachos, falta Obsidianas-, contesté, todos casi al mismo ritmo pero ya muy cansados ¡MUY!. OBSIDIANAS era pura subida, por lo que las llantas rechinaron al rozar las piedras, solo pensaba que no se me fuera a reventar una llanta; también me comenzaron a faltar, los 12 no eran suficientes, por lo que rode a paso lento, muy lento. Comencé a desesperarme y a sufrir y sufrir, ya que mis tiempos ya no me cuadraban, mis cálculos me fallaron, por lo que casi no me detuve. Empecé a perder con mis pensamientos, error, ya no era hora de pensar en eso. Llegando al final de Obsidianas respiré, ya la veía cerca, solo pensaba “Ya llegué, ya llegué”, con pocas fuerzas a darle por el Sal Si Puedes, ya casi llegamos les dije a los compañeros, todo derecho, “¡vamos, vamos!”, agarré fuerza y a darle. Llegué sin fuerzas y feliz de terminar. Ver que nos esperaron hasta el último.



¡¡¡Gracias a todos!!!
A mi mamá que me enseñó a nunca rendirme, a luchar por mis sueños y que en todo momento estuvo presente.

A Martín Sandoval, que a pesar de las circunstancias me llevó a conocer la ruta.

¡Chester Camacho, Pía García, Ada Luna! gracias por todas las porras, me ayudaron a llegar a la Torre 3, pero las Obsidianas me terminaron de tronar. Mi Strava se apagó a los 74 km.



Y a todos los que en el camino nos encontramos para darnos ánimos,  y a Francisco Casillas y a Jorge Ruvalcaba por los consejos, ¡gracias!.
Nos vemos en el 2020

Crónica por: Daniel Lomelí