Las bajadas no eran difíciles, pero requerían un manejo técnico básico para esquivar algunas piedras, zanjas o ranitas que se atravesaban en el camino de nuestros caballos metálicos. Los más rápidos tomaban las curvas y aprovechaban su inercia para obtener mayor velocidad; los más precavidos, con una velocidad moderada, aprovechaban para platicar y disfrutar de la vegetación.
Al poco tiempo, empezaron los percances. Carlos, al ir grabando un video del descenso, enfatizó el nombre de Cámara Rodante al caer. Su herramienta fotográfica describió varias elipses en el aire antes de tocar tierra. Afortunadamente Carlos la libró y pudo seguir pedaleando; y su cámara sobrevivió (a medias) para contarlo.
Unos Kilómetros más abajo, Héctor sufrió una falla con la cámara de la llanta delantera. Dos largas fisuras impidieron que los parches fueran suficientes. La válvula francesa chueca de la cámara de repuesto hizo lo suyo y nos quedamos varados por varios minutos. Bernardo, quien ya estaba más adelantado tuvo que emprender el regreso con un empalme para solucionar el problema, mientras que Héctor cargaba su bicicleta, enfilándose al encuentro salvador.
"Hasta que ahora pronto comencé a llenarme de sueños, a darle vuelo a las ilusiones. Y de este modo se me fue formando un mundo alrededor de la esperanza..."
----- Extracto de la obra "Pedro Páramo" (1955).
Solucionado todo, retomamos el descenso. Varios Kms. de recorrido gracias a la fuerza de gravedad. A la 1 de la tarde ya estábamos desayuno-comiendo y comentando la primera parte de esta aventura, en un restaurante frente a la plaza principal.
Fotos: Montserrat Figueroa y Bernardo Lizardi
Mañana: CAPÍTULO IV / De lo extremo a lo narco-satánico y CAPÍTULO V / De lo narco-satánico a lo celestial
A todo esto porfavor ve que hay gente que no lleva casco porfavor usuenlo no importa lo bueno que eres USEN CASCO SI NO USAN QUE NO SALGAN ya me toco una caida en la cual el casco si sirve porfavor USENLO.
ResponderEliminarSaludos Atte
: El Tanke