Me parece que lo mejor de las semanas es que tienen Domingos.
En éste día, cuando el tráfico vehicular baja, nos llegan los beneficios ecológicos, económicos y de salud ¿O no has sentido el aire más limpio y menos presión al circular por las calles de Guadalajara? También éste día, ya libres de compromisos laborales y/o estudiantiles, es una buena oportunidad para convivir con la familia o con los amigos, y que mejor manera que hacerlo a bordo de una bici.
Los espacios que he encontrado para ello son varios: La Vía RecreActiva, las ciclorutas de los parques Metropolitano o Solidaridad, la ruta a Chapala, Los senderos del Bosque La Primavera... o mejor aún, una mezcla de todos los anteriores: "Cámara Rodante". Y es que cada vez que voy con los "camarones" es una adictiva aventura ciclista formada por rodadas urbanas y rurales, que sólo Dios sabe cómo acabará.
En esta ocasión Bernardo nos propuso ir al pueblo de Sta. Anita, al sur de la ciudad. Para ello nos quedamos de ver en la estación 'Periférico sur' del tren ligero, aprovechando que, precisamente los Domingos, permiten subir las bicis a los vagones (¿Por qué no toda la semana? - pregunta para Diego Monraz, director del tren). A las 8:50 nos encontramos Bernardo y yo, y decidimos acompañar la espera de los demás participantes con un pan de la empresa "Panechitto". Unas mordidas después llego el legendario Alfredo "Gary Fisher" y luego hizo su aparición Malena; el grupo de este día estaba completo.
Comenzó la rodada por el Periférico para llegar a lo que Bernardo considera un tunel peatonal... En fin, agarramos valor y aire para atravezar el "Caño Peatonal"; en unos segundos, que parecieron horas, ya estábamos del otro lado del periférico sin haber arriesgado el pellejo con los minibuses y camiones, sólo la salud pulmonar con los tufos 'underground'. Luego luego hicimos una pequeña escala para recargar las efectivas "barracudas" (barritas energéticas) que nos brindarían la energía para el pedaleo que se avecinaba. Al principio todo transcurrió tranquilo, pedaleamos sobre el camino Real a Colima mientras Bernardo nos explicaba los lugares a los que conectaban las desviaciones y cruceros con los que nos topabamos. Así, aprendimos que ésta es una mejor ruta para llegar a Solectrón, que la Av. López Mateos. Después de unos minutos ya estabamos en la entrada de Sta. Anita y sin comer siquiera una sola "barracuda", por lo que decidimos seguir hasta San Agustín. Pero de igual forma llegamos rápidamente y con mucha energía todavía. Nos miramos a los ojitos y comprendimos que este recorrido no era todavía suficiente; las señales que nos indicaban que deberiamos seguir era la adrenalina contenida en nuestros cuerpecitos y las "barracudas" almacenadas en nuestras bolsas...
Continuará.
Juan Garciia
No hay comentarios:
Publicar un comentario