UNA RODADA A TODA MADRE: GUADALAJARA-BOSQUE DE LA PRIMAVER-TALA....

Hay aire y sol, hay nubes. Allá arriba un cielo azul y
detrás de él tal vez haya canciones; tal vez mejores voces…
Pedro Paramo: Juan Rulfo

La mañana se nos presentó obscura y húmeda, y el sol
nos salió al paso en el camino cuando llevábamos un buen trecho recorrido.
El Refugio del fuego: Antonio Sarabia

Antes que nada dejen me reírme, porque traigo esta idea de solemnidad que no puedo sacármela de la mente, mi colega de rodada Hugo me dijo que no escribiera tan solemne y me pregunto, a ca… ¿de verdad soy tan solemne? Hugo lo intentaré pero creo que el fracaso se anuncia anticipado.

Es curioso pero ahora que lo `pienso, nunca duermo bien antes de una rodada, será la emoción, las chelas de horas antes, en fin, me desperté a las 2, a las 3, 3:30, 4, hasta que por fin y sin que sonara el despertador decidí levantarme, preparar mis chivas y salir tranquilamente a las 6 de mi casa. La mañana con un clima perfecto, 0 grados (ni frio, ni calor), toda la ciudad tranquila y las calles todas ellas para mi, con paso de gallo gallina (como se vería una gallina en bici)…

Llegué 5 minutos antes y Jacobo ya estaba entretenido con su celular. A la media, las lucecitas se comenzaron a ver, llegaron los tocayos Carlos Vázquez, Carlos Ibarra, Pepe (buscando a Willy) Adrián Ignacio, Fernando, LOS RAMONES: Ramón Ramírez (y no el jugador), Ramón García, Ramón Espinoza, Fernando Muñoz, Rodrigo García, Ricardo López, Gerardo Segura y demás!! En total salimos como 16 del refugio, rumbo a los postes. Magui Arana se nos unió es Vallarta y Chapultepec. La ciudad seguía en la oscuridad y las calles como cueva de lobo. Adrian Ignacio y Hugo Rodríguez se nos unieron en Mariano Otero y finalmente Daniel el 20 (aunque creo aun no tiene la mayoría de edad), Omar Sandoval, amigo y Eduardo (el poli) llegaron a los postes.

Como siempre yo soy de los más lentos, las viejitas, las niños de 4 años y las gallinas flacas me arrebasan, soy lento en eso de las subidas, así que tomé mi tiempo para subir al 8 ½, ya Jacobo, Pepe y Carlos Vázquez estaban esperándonos (para variar) en cada punto de parada. Seguimos la ruta que nos lleva a la entrada de los toboganes, hasta eso momento todo era perfecto, 0 bajas de guerra, no heridos, no mutilados. Ya ahí, Ricardo López, amigo de Pepe o de Carlos V. (creo) se nos unió.


La mitad del grupo decidimos adelantarnos y los otros esperar a Omar S. Así que el nuevo guía fue Ricardo, quien dando muestras de ser un guía experimentado en el arte de las caídas, azotó delante de todos cuando aun no comenzábamos a entrar al bosque… claro que no quisimos seguir el ejemplo y proseguimos.

Como ya saben los que han tenido la experiencia de bajar por los toboganes, las caídas, madrazos, pedalazos y hasta árbolazos son lo más común, uno entra enterito y sale como en pelea de gatos, todo rasguñado!!, a diferencia de otros días las aguas hicieron mella en las bajadas y había un buen de zanjas y raíces salidas, así que no fue nada fácil sortear la evidente vida del bosque, digo esto porque como en la historia interminable a Hugo se le atravesó un árbol en al camino… bueno eso no lo supimos hasta después que llegó como 15 minutos después.

Llegamos al Kínder y Hugo no llegaba, yo preguntándole a todo mundo si lo había visto, pero no, estaba un poco preocupados porque él era de los punteros y como tragado por el bosque dejamos de verlo, pues resulta que se desvió un poco y por ir viendo donde íbamos, un árbol como salido da la nada se le cruzó! Y le dijo “a donde vas!!!” así que el pobre de Hugo llegó semi golpeado del brazo y sobre todo con un pedalazo en la espinilla que al recordarlo me duele (auch!).



Llegando mi tocayo y después de ver la situación, con cierta mirada sadista sacó su maravilloso ungüento cura todo -“si usted pierde una mano, le sale una, si pierde los dientes les salen nuevos”- eso decía la etiqueta, lo juro. Así que Jacobo y pepe lavaron bien al herido que perdía litros y litros de sangre, Carlos discretamente seguía sonriendo, porque él sabía muy bien el dolor que causa el maravilloso ungüento… una vez lavado se aseguró que las cámaras estuvieran grabando y documentar con placer, el dolor de Hugo. Hugo se metió el guante a la boca y se preparó para darle la bienvenida al ungüentito, no sé si lloró, pero el sudor frio le salía por los ojos… el pobre Hugo casi muere, pero porque casi se traga el guante, después se puso su manga como venda y parecía como venido de un partido de futbol llanero, de esos que ya traen una calceta por aquí otra por allá, ya medio borracho.

Después de curar a los heridos de guerra, parecía que la banda sonara mejoraba, partimos ahora sí hacia Tala. Antes de llegar a obsidianas Luis perdió la manija de sus cambios, así que llegó caminando a la subida antes, de inmediato Carlos V y pepe como buenos y experimentados baikeros le arreglaron el problema, Hubo una breve plática y algunas recomendaciones para bajar la famosa obsidiana.


Ya para ese entonces Omar no estaba, el se quedó en el Kinder, pero dejó recomendaciones de no rompérsela al bajar, nos indicó que había zanjas, deslaves y mal camino. Yo me puse mis rodilleras, no sin antes recibir carrilla de unos y miradas extrañas de otros, pero me conozco así que tomar precauciones nunca va de más y si… porque de no ser por una pared de tierra me salgo del camino, afortunadamente sólo tuve un ligero golpe, una tragada de tierra y usar pañal de adulto después del susto.

El regimiento seguía avanzando, algunos pequeños golpes, raspadas pero todos enteros y calientitos (no es albur), para continuar por el río seco, de nuevo más subidas que te hacen desear no haber ido, pero eso si unos paisajes increíbles, la geografía te muestra muchas cosas, grandes extensiones de bosque, las nubes perdiéndose entre las cerros, los zopilotes en asecho planeando por las corrientes de aire…Yo siempre mezclo todo, y como arte de magia la música hace el soundtrack perfecto y todo se combina, se representa, se desplaya para la pupila... aunque desgraciadamente había una zona que al parecer fue devastada por un incendio.

Llegamos hasta la puerta verde, una señal que nos indica que a pocos metros está la desviación que nos lleva hacia nuestro destino, ahí Ramón E. Llegó con la llanta ponchada, magi le hizo unos ajustes a su bici, Daniel enderezó su rin, los demás vimos el paisaje, comimos galletas, en fin todas las cosas que se hacen en la infantería para seguir ganando terrenos.


Jacobo se adelantó para estar seguro de la ruta para no perdernos, a pocos metros de la puerta, una nuevo camino y a unos cuantos kilómetros un pequeña vereda que se perdía entre los pastos crecidos por la lluvia.



Seguimos por ahí, una ruta con piedras y caminos de todo tipo, justo ahí, en medio de la nada, en uno de esos lugares traicioneros (dicen las males lenguas que Jacobo escavó la zanja) mi tocayo se volvió a romper su mandarina en gajos, no pudo evadir una de las dos zanjas que había, y precisamente se volvió a raspar en el mismo lugar donde sucedió aquella caída en Mazamitla ya legendaria por aquél grito que desde ese día sigue asustando por las noches a los niños de aquella región.

Después de eso mi tocayo no fue el mismo, iba callado, meditabundo, introspectivo, filosófico, hasta podría decirse que un poco deprimido. Seguramente pensaba –por qué a mi Dios mío!!!!- qué le he hecho al Dios bicicletero, si lo único que yo hago son buenas obras, fomento el deporte y el “sano esparcimiento”… desde ese momento habíamos perdido al Carlos que nos grita “animo”, ya no fue el mismo, algo y en ese instante murió dentro de él, dos veces en casi un mes, dos veces en el mismo lugar, a diferencia ahora ya no tenía fuerza para asustar a las bestias del bosque y a los niños con su grito, ahora su dolor fue silencioso y solitario …hasta que se tomó dos tecates de medio litro en Tala, después de eso había regresado a ser él: el positivo y dicharachero de mi tocayo.

Bueno sigo no me brinco, ya casi llegando a Tala está uno de mis paisajes favoritos del recorrido, una montaña que se ve al fondo, entre nubes, una gran planicie de pasto, muchas vacas y chivos, nunca he estado en suiza pero, por qué no hacer comparaciones, nosotros íbamos por un camino junto a bardas de piedra y numerosos árboles que marcan el sendero, al fondo y en medio de aquella planicie un árbol sólo como los que describe André Velter, con forma redonda, solitario, perfecto anteponiéndose a la montaña, digno de ser admirado y fotografiado.

Ya acercándose a Tala, se comienza a ver civilización, gente haciendo día de campo, basura por el camino, camionetas que pasan, casas multicolores al fondo, más basura, charcos gigantescos que pepe sufría por no pasar sobre ellos, pero fue obediente y temeroso de Jacobo y por más que le insinué, no se comió la manzana de la tentación, y no se baño en aquellos charcos. Esperamos a Carlos que aun seguía triste (recuerden, todavía no llegaba por las chelas) y magi se veía feliz y ansiosa por llegar a Tala. Hago mención que magi fue digna representante de las mujeres bicleteras: “ruedo por todas las mujeres que no vinieron y se lo perdieron”.

Por fin Tala, después de 52 kilómetros desde el refugio habíamos llegado a Tala, aunque tengo que confesar el patio trasero del pueblo no es muy bonito, de hecho es muy feo, pero no importa los loches planchados nos estaban esperando y la señora de la lonchería hizo su agosto al igual que el chofer que nos trajo y que nos hizo el favor por la módica cantidad de 32 pesos de traernos con todo y nuestro medio de transporte.


Algunos hasta casi Plaza Galerías en donde magi, le dio cascasos y manubriasos a todos los chavos raves que venían todos desvelados y aun con los efectos del alcohol y las drogas de la noche anterior.

A otros nos llevó hasta frente a la central donde nos aventó en una gasolinera donde pudimos sacar nuestras bicis y refugiarnos de la lluvia que caía. Algunos otros tuvieron que irse en otro camión porque el chofer no fue codicioso y quiso repartir la tajada con su compañero, así que salió huyendo de la central de Tala donde Hugo, Ramón Ramírez (no el jugador), Daniel y no me acuerdo quién más se quedaron abandonados, tristes y en espera de otro chofer.

Para concluir y para los que no fueron y quizás aun sigan leyendo esto, quiero decir que fue una de las mejores rodadas, en donde el clima, el ambiente y todo el contexto hicieron un gran día. Y como dice Daniel, me quedé con ganas de más.

Estadísticas finales:
• Caídos: 4
• Ponchados 1
• Fallas mecánicas: 2
• Contentos: un chingo.

Rodanteros: Carlos V., Jacobo Díaz, LOS RAMONES: Ramón Ramírez (no el jugador eh!!), Ramón E., Ramón G., Rodrigo 75, Pepe (buscando a willy), Fernando 23, Adrian P., Ricardo L., Magui, Carlos I., Hugo R., Luis C. Rodrigo G. Daniel el 20 (que tiene 16), Gerardo. S. Omar Sandoval, Eduardo el poli, el compañero de la playera de las chivas, su amigo y yo mero Carlos Limón ‘eda. Si omito a alguien mil disculpas.

P.D. Hugo, creo que aun siguió solemne esto.

P.D. 2 les anexo el link de lo mejor de mi banda sonora jaja: soundtrack tala septiembre de 2009
http://www.gigasize.com/get.php?d=r5lwrtf42vb

Pasos: 1 le das link al hipervínculo, 2) escribes las letras y/o números que te piden que pongas 3) aceptas y esperas como un minuto y listo 4) le das descargar a cualquier archivo en tu computadora 5) viene en un archivo .rar que es un comprimidor como el zip, si de casualidad no lo tienes aquí lo bajas www.winrar.es/ no pesa nada, ni alenta tu compu.