Joel Estrada y Gaby López recorrieron el Centro tapatío y hasta La Minerva para festejar su unión, provocada por las dos ruedas de sus bicicletas.
Norma Zúñiga / Mural
Guadalajara, México (13 octubre 2013).- Su pasión por la bicicleta unió a Gaby y Joel desde el día en que se conocieron y con el tiempo los llevó al altar. Amantes de los paseos nocturnos sobre ruedas, ambos coincidieron en un reunión del grupo ciclista un 13 de mayo. Todo comenzó con una pregunta, ¿bailamos?, para continuar la noche "rodando" juntos por las calles del Centro de Guadalajara; siete días después ya eran novios. Por lo que en su boda, Joel Estrada, mejor conocido como "Pilón Pilas", relató que protagonizarían uno de los primeros paseos ciclistas de "pipa y guante" en la Ciudad. Al terminar la ceremonia religiosa recorrieron en caravana junto a sus invitados, las calles del Centro tapatío, rumbo a la Glorieta Minerva, pasando por avenidas como Vallarta, Libertad y Chapultepec.
Todos, como predijo Joel, iban de traje o vestido, ataviados para la especial ocasión. "La bicicleta es muy noble, y entre nosotros se nos ha dado mucho, y es tan noble que la vamos a hacer parte de eso (en la boda)", aseguró el integrante de Bici 10. Desde Santa Tere el novio llegó al templo de San Diego de Alcalá, ubicado en la Calle Garibaldi, en el Barrio Capilla de Jesús, en bicicleta, acompañado de otros ciclistas, entre los que se encontraba su Padrino de Puntualidad. Gaby López arribó al templo en automóvil, pero salió sobre dos ruedas, con su ahora esposo, sobre una bicicleta Tándem.
"El hecho de unirnos e irnos juntos en la bicicleta a comenzar una nueva vida, es un símbolo de un todo", dijo la diseñadora gráfica. Cuando iniciaron su noviazgo aprendieron a pedalear juntos la Tándem, bicicleta con dos asientos, y así también se enseñaron a compartir. A bordo de ésta pudieron depender y confiar en el otro, pues mientras él manejaba, ella disfrutaba otra de sus pasiones: la fotografía. Aunque hace algunos años para "Pilón" un matrimonio no estaba en sus planes, ahora es una decisión que lo hace feliz.
"Ha sido un cambio en mi vida, yo hace dos años no iba a pensar que me iba a casar y de repente aparece esta gran mujer y todo cambia, son un montón de cosas, de echarle ganas", aseguró. De ahora en adelante, mencionó Gaby, sólo les queda continuar con la aventura en que se topan día a día.
"Yo lo veo como una infinita aventura y locura, con el que quiero estar haciéndolo", finalizó. Para su luna de miel también eligieron un sitio apto para pedalear, la Isla Holbox, en la Rivera Maya, donde sólo hay bicicletas y carros de golf para realizar los traslados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario