RODANDO AL CIELO... CRÓNICA DE PEPE GUDIÑO. V COLECTA NAVIDEÑA DE CÁMARA RODANTE

Cámara Rodante pedaleó una vez más, pero esta vez no fue al bosque entre polvo y tierra. No hubo brechas, ni sol inclemente, ni caminos largos. Esta vez, no se trató de esfuerzo, de sudor, de compañeros caídos o bicicletas ponchadas.

Esta vez, Cámara rodó con causa y lo hizo por el camino de las sonrisas y la alegría. Esta vez tomó la ruta de la solidaridad y el apoyo hacia una meta más noble, con más causa… La Casa Hogar “Un Cielo para un Ángel”.

Todo comenzó con la publicación de la convocatoria un mes antes, anunciando la causa, la respuesta de compañeros y amigos fue casi instantánea. GRACIAS A TODOS LOS PADRINOS, GRACIAS A TODOS LOS QUE APOYARON Y CREYERON ESTE GRAN PROYECTO, DE HACER SONREÍR, POR UN INSTANTE, A CADA NIÑO.

Después con el ímpetu de los organizadores, se fue dando el acopio hasta cerrar el día de nuestra posada. Cabe reconocer a los organizadores por su esfuerzo, como si no fuera poco levantarse cada domingo a rodar con nosotros, todavía organizan posadas y se dan el tiempo para realizar una tarea más importante, apoyar a los que menos tienen.

El día del acopio fue perfecto, rodamos un poco más tarde de lo normal y lo hicimos por ciudad, cosa rara para el grupo. Cuando llegamos a la Casa Hogar, la incertidumbre nos invadió un poco, ya que no había niños en la Casa para recibirnos.

Después de unos minutos, anunciaron que salían los ahijados y ahí, empezó la algarabía. Los niños extrañados y hasta cierto punto impactados por ver a tantas personas ajenas a su entorno y ¡todos en bicicleta! Empezaron a preguntarnos: ¿Quiénes son? ¿Por qué traen guantes? ¿Por qué usan lentes? ¿Qué traes en tu mochila?

Los regalos comenzaron a llegar, la camioneta tomo su sitio y la expectativa empezó a crecer. Ya con todos los niños presentes, empezó la organización y la entrega de regalos.

La emoción y el entusiasmo reinaban en el lugar, cada padrino conoció a sus ahijados y les entregó sus obsequios. Las fotos, los gritos, la manera tan peculiar que tienen los niños para abrir sus regalos, esa desesperación tan alegre, fueron protagonistas esa tarde.

Los regalos fluían, los abrazos, los aplausos y las risas fueron los ingredientes que faltaban para preparar una tarde sin igual. Una tarde que los niños y nosotros jamás vamos a olvidar.

Carlos me pidió que escribiera esta crónica, creo yo que es una de las más significativas del año, por “la causa” y porque con esta, Cámara Rodante cierra sus actividades en 2013.

Por esta razón, quiero agradecer y reconocer el esfuerzo de toda la gente que participa para que cada domingo rodemos con Cámara. A los organizadores, a los padrinos, a los compañeros, a los amigos, a la gente que se va, a la gente que se queda… A todos, gracias.

Hoy es tiempo de celebrar, es tiempo de abrazar a los seres queridos y de perdonar en silencio a los que nos hicieron daño. Es tiempo de encontrar la paz y la salud para que el próximo año, seamos bendecidos haciendo lo que más nos apasiona… Pedalear.

Mi nombre es Pepe Gudiño y a nombre de todo Cámara Rodante, les deseo a todos una Feliz navidad y un próspero año nuevo.

Cámara Rodante