Se lanzo la invitación de cámara rodante “A Rodar por Nayarit”, paseo que no puedes dejar pasar ya que esta mas extremo que los retos Burundis. Comenzó el terror para mi cochinito de porcelana ya que le llegó su hora, con ello aparte mi lugar para asistir. Las ansias durante el transcurso de la semana empezaban a devorar mi tranquilidad, ya quería estar ahí. La cita fue el día Viernes 31 de Enero y no hay día que no llegue, con maleta en mano y mi coqueta partimos al punto de reunión. Cuando arribe había compañeros desmontando sus ruedas para poder ingresarlas al camión, fue llegando más gente, para mí que tengo poco tiempo en participar en las rodadas muchas caras eran nuevas, previo a la partida adquirí un poco de liquido “alegra gentes”, esto para que se corrigiera mi cara de mal encachado por ser tipo del norte. Compartí asiento con un buen amigo el Neri que lo conocí en estas rodadas. Se encendió el motor de 400 caballos de fuerza y con todo ese ímpetu tomo camino el autobús, una vez en camino empezó el convivio en el camión, se escuchó a lo lejos el grito de SALUD y el resplandor de las latas se dejo ver.
La gente y me incluyo empezamos a destrozar nuestras cuerdas vocales sacando el sentimiento en cada letra que coreábamos de las canciones que tocaba un mp3 acoplado a una bocina, no había pasado ni una hora y ya requeríamos más provisiones -exclamo el general. Surtimos y continuamos con nuestro viaje, misma historia de los canticos pero ya todos éramos como hermanos, ya que hasta papi y mami iban en el camión, realmente el viaje detuvo el tiempo ya que las horas pasaron y no se sintió hasta que llegamos a Tepic. Ya en el hotel Villa Las Rosas cada quien partió a la habitación que se le tenía asignado, se formaron algunos grupos para ir a cenar, y conocí los tacos de chorizo con sabor a salchicha asada, en fin muy buenos. La calle principal a reventar de jovenzos en los antros, quise participar en la bailada pero me di cuenta que la edad me había comido mi energía hace unos ayeres, las fuerzas se me habían ido y debía descansar para mi gran reto de al día siguiente, finalmente Morfeo me secuestro y termino nuestro primer día de viaje…
Sábado 1 de Febrero, las trompetas del regimiento militar de mi celular indicaban la hora para alistarme, 7:30 AM todos nos encontramos reunidos y listos para partir, podría decir que no existe mejor manera de iniciar el día y un mes que con una rodada extrema, que nos demandaría el fuaaaaaa a la mayoría de nosotros. Fotos por aquí y por allá, la pose del recuerdo.
La ruta a realizar 72 km aproximadamente Tepic- La Noria- Cuarenteño -Palapitas -El Cora- El Túnel -El Llano- Santa Cruz- Miramar- San Blas. Listos partimos con la bendición y ánimos de Sofi. Venga!!! el reto comenzó, el corazón empieza a bombear de manera más continua la sangre por todo el cuerpo, la visualización de la meta se presenta en tu cabeza, todo se veía tranquilo, paramos en un oxxo para comprar un poco de bebidas hidratantes (de las legales), en esos quince minutos el sol combinado con la humedad te advertían que ibas a tener una gran experiencia. Llegamos al entronque rumbo a la Noria, conocimos al buen Chava y a su hijo, él iba a ser nuestra barredora. Se nos comentó que este tramo era de pura terracería y en ascenso, alrededor de 8 km según nos comentaba Edgar nuestro guía. Seguía mentalizado para lograr la primera etapa, los paisajes empiezan a darte cosquillas ya que no paras de asombrarte de la belleza que estos te brindan. Al comienzo lo tropical se veía por alrededor de los primeros 4 km de ascenso, después el paisaje dio la vuelta a la página, y nos brinda una zona serrana, que hermosura de paisajes.
El cansancio se empieza a presentar en los últimos kilómetros pero la motivación seguía ya que el punto de parada era un pequeño lugar con comida casera, que todo mundo hablaba de el por su excelente comida, kilometro seis ánimo, no parare, más trabajo demandado, sentí el infarto ya que durante el transcurso del camino estaban señalizados los kilómetros y nunca vi el kilómetro siete, de repente a lo lejos se apreciaba la señalización del km 8, y ese aroma característico de la buena comida casera de pueblo, a tronar la energía con todo ese último tramo. Finalmente llegue a la fondita y eran pocos los que habían llegado, de hecho solo recuerdo a Chava Islahuaca buen amigo y a otros dos chavos, bien no estuvo tan mal. Mi platillo una quesadilla con carne asada, frijoles, panela y un buen jugo de naranja pa la calor… la gloria con esa comida todo recién hecho. Empezó a llegar la gente y Omar los motivaba por radio comentándoles que solo quedaban dos quesadillas, que extraño, de un de repente todos llegaron, si llegaron pero hechos bolas en la barredora.
En fin cargamos baterías en ese ranchito, y la gran incógnita surgía donde esta Ricardo? Creo que quería aventajarnos y no se detuvo para desayunar. Venia la dosis de adrenalina al por mayor ya que se aproximaba nuestro descenso, antes de partir mi respectiva bendición enfrente de una cruz que se encontraba a las afueras del rancho, listo todo en orden. Empieza el descenso, los brincos, derrapadas, tembladas de cachetes aumentan con el desarrollo de velocidad, sensación inexplicable, mis respetos para esa gente que en los descensos los tomaron como todos unos profesionales. El ultimo empedrado de descenso fuerte antes del punto de reunión me hiso ver mi suerte, las muñecas se fatigaban pero termine con toda la actitud, esperamos a las demás y una vez reunidos segunda dosis del coctel. Para el relax una carretera poco transitada y en descenso no había poder que te impidiera imprimirle más velocidad a esas curvas de señorita de 18 años, éxtasis total, las lágrimas brotaban de mis ojos de tanta emoción acumulada y vistas panorámicas, chulada de rodada. Llegamos al Cora, Omar se encontraba esperándonos en ese punto, me toco la fortuna de ver los rostros de los que venían descendiendo transformación total. Finalmente apareció Ricardo, y se presenta el terror para todos ya no habría más barredora a partir de ese punto, los que pretendían caerse ese era el momento, y que creen pues alguien lo hizo no pondré nombres para no herir sentimientos, en buen plan espero que te estés recuperando --saludos.
Bueno ya advertidos solo un poco de aire y seguimos rumbo al túnel de los murciélagos algo novedoso que tenía que ver, es asombroso el pasar por el túnel saludando a los chavitos de Batman, las fotos no podían faltar en este punto. Rumbo al rio, nos toco una especie de charco muy lodoso, se decidió de que Roy pasara primero, todo parecía ir bien cuando resbala y se da su baño de pureza en el lodo, se te agradece por permitirnos tomar el correcto camino.
Con todo el calor de nuestros cuerpos llegamos al paraíso, ese rio que nos brindo refrescarnos y hacer busitos en el agua, de los mas delicioso. Solo algunos decidieron meterse, claro que no me perdí de esta acción.
Ya con las baterías recargadas, comenzamos a darle con todo rumbo a san Blas, hasta llegar al último punto de combustible, parada obligatoria. Recargamos y partimos con toda la decisión de terminar la rodada. De este punto ya era directo hasta San Blas, las últimas expulsiones de energía para completar el recorrido, esta última ya era por la carretera un poco más “sencilla”, pero combinado con la fatiga y el sol podría resultar lo más difícil. Los demás compañero que no rodaron nos estarían esperando en la palapa Caballito de Mar, al llegar a San Blas, el grupo con los que iba no parábamos con bola para encontrar la palapa, realmente recorrimos el pueblo buscando el lugar, fue ahí cuando se me prendió el Check Engine de mi cuerpo, este ya comenzaba a cobrar factura del recorrido, pero fue pasajero por que la satisfacción de completar algo que inicias es lo mejor y el ser recibido como estrella Rock Star con porras y aplausos es realmente lo mejor. Ahora así a disfrutar de una respectiva biki (cerveza) y un platillo de camarones con queso que no tenían madre ya que están sabrosotes, venían llegando compañeros e igualmente se recibían con aplausos y porras. Esa vista al mar comiendo y con tu respectivo trago son eventos inolvidables y mas con excelente compañía como mis amigos de cámara rodante. De ahí nos dirigimos al hotel a Neri, Gustavo, Arturo e hijo y yo nos mandaron a otro hotel por ser personas VIP. A bañarnos para dar la vuelta ya listo se me quedan dormidos mis dos roomies, le habrá caído de peso la comida?, seguro fue eso, sin más ni menos contacte a chava y poncho ya que se les vea la actitud en su caras y nos fuimos a la plaza de San Blas, por cierto estaba un festival de las aves migratorias algo así recuerdo se titulaba, muy buen grupo el que amenizaba, cenamos y nos retiramos a las habitaciones…
Domingo 2 de Febrero, algo temprano salimos mis compañeros de cuarto y yo a desayunar en el camino nos topamos a Hugo (el cual sufre de insomnio) y nos comento de algunos lugares para desayunar, en eso una señora que iba en su bicicleta escucho y nos recomendó un lugar para desayunar que había buffet llamado el Velero, les soy sincero desconfié por que la apariencia de la señora no brindaba mucha confianza, pero igual fuimos y nos topamos con excelente lugar muy limpio y muy rica la comida y lo mejor a buen precio, pensé dentro de mí que desgraciadamente a lo mejor la mayoría de nosotros seguimos juzgando a las personas por su apariencia, buena lección que me dieron ese día. Nos topamos ahí en el lugar al buen Pablo y compartimos mesa con él.
De ahí nos preparamos para ir a la tobara y al cocodrilario, en el camino compramos algunos viáticos y se surtió una hielera de vitamina pura, la cual parecía el cofre que contenía el tesoro porque nadie se quería apartar de ella, pero al abordar las lanchitas salieron los piratas del bajo mundo y la secuestraron subiéndola en la lancha que abordaron ellos, pero al final de cuentas nos compartieron algunas monedas que contenía este tesoro. Al iniciar el recorrido en las lanchas motorizadas vas viendo los paisajes y empiezas a tomar ruta en estrechos caminos algo que no se pueden perder. Enseguida se empezaron a ver algunos cocodrilos, muchos de ellos eran difíciles de ver debido a que se confundían con la misma naturaleza o las piedras que tenían los lugares. Llegamos a un punto donde descendimos para hacer las necesidades fisiológicas del cuerpo y comprar algunos souvenirs, pues yo vi unos hermosos tarros de bambú que me encantaron y aparte uno de ellos, le pague el dinero al señor por adelantado ya que aun le faltaba terminar ese tarro, vendría por el de regreso a la ruta que estábamos realizando. Bien no fuimos rumbo al cocodrilario, y antes de llegar a él, un buen cocodrilo nos esperaba a las afueras como dándonos la bienvenida.
Era momento de disfrutar nuevamente de la frescura del agua, en este punto solo teníamos veinte minutos por que de ahí nos iríamos a la tobara. Ya en la tobara, juntamos las mesas y el grupo de cámara rodante realizo presencia exterminado todo el alcohol de lugar, nos dimos nuestro buenos chapuzones, y el columpio me hacia ojitos pispiretos a lo cual no me pude resistir y puse en práctica mis cualidades de acróbata mal pagado las cuales fueron un desastre, buen convivio el que se vivió.
Nos empezamos a regresar y nuestra lancha no regresaba duramos alguna media hora esperándola y no daba señal, así que decidimos irnos en otra pero nuestro grupo se separo por el cupo de personas pero igual nos íbamos a juntar de nuevo en el punto de los souvenirs. Lo primero que hice pisando el lugar fue ir por mi tarro y cuál fue mi sorpresa que al señor que se lo había encargado ya se había marchado y todo los tarros que tenia se los vendió a un negocio que estaba en el misma área, incluyendo mi tarro, lo mas irónico que el emblema tallado en el tarro que había comprado decía HECHO EN MEXICO, ni hablar me la aplicaron, es aquí donde fue mi segunda lección del viaje.
Una vez ya en San Blas fuimos a comer y ver el Super Bowl en una palapa que estaba en el camino al hotel. Una vez que nos alimentamos nos fuimos al coliseo donde nos recibió Chava nuestro anfitrión y barredora en San Blas, ahí terminamos de ver el juego donde vimos la desastrosa participación de Denver. Llego el momento de alistarnos para dar la vuelta en la Plaza ahí, junto con unos compañeros nos fuimos y me toco la fortuna de conocer a tres chicas lindas con las cuales convivimos parte de la noche, a lo lejos se escuchaba la banda tocar y como zombies nos acercamos al lugar junto con nuestras nuevas amigas, y pues que mas a pulir el piso buena bailada la que se obtuvo esa noche, se les agradece a las chicas por participar dentro de esta crónica –saludos, bien era momento de partir, y así fue nos retiramos al hotel a descansar.
Lunes 3 de Febrero, ultimo día en San Blas y no podía dejar de escapar la oportunidad de irme a ver un amanecer rodando por la orilla del mar, así que fue lo que hice una vez allá le tome fotos a la coqueta ya que esta estaba posando para mí. Me encontré al buen Hugo y compartí la rodada con él, después se nos unió poncho y seguimos rodando lo más hermosos señores es realizar este tipo de actividades.
Finalmente nos fuimos al hotel para que cada quien fuera a desayunar y así lo hicimos. Una vez ya desayunados fuimos al fuerte de San Blas, y al estar en el lugar puedes apreciar unas vista increíbles de todo San Blas, magnifico lugar con historia y cultura. Llego la hora para retirarnos y habría que acercarnos al hotel para empezar a colocar nuestras bicicletas y equipaje en el camión. Finalmente partimos alrededor de las 4 de la tarde ya todos con el cansancio reflejado en sus rostros, mas adelante el camión sufre una avería por lo cual tuvimos que descender de él, para que fuera reparado no fue si no media hora lo que demoramos y a proseguir con el camino, de aquí ya no hay mucho que contar si no que volvimos a la triste realidad de la rutina y ciudad. Lo que les puedo decir es que las emociones de esta rodada imagino que son como las que se viven cuando te casas, tienes un niño son momentos inolvidables y que se tatúan en tu alma y corazón.
Gracias Cámara Rodante por compartir con nosotros este tipo de Rodadas. Éxito!!!
Crónica por Alejandro López Armendáriz.
Cámara Rodante
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