Tengo que confesar que me la pensé mucho para asistir a la segunda rodada de este set de cinco rodadas organizadas por Cámara Rodante; me preocupaba mi condición física, pero me dio mucho gusto haberme dado la oportunidad de experimentarlo.
Primero que nada la levantada, temprano a las 6:30 am pa’poder llegar en tiempo a La Primavera, que ya eso para mi es un reto y de ahí el “pinshiiiii” frío que estaba haciendo, pues tampoco me apoyaba mucho para salir de mi cama.
Y por supuesto que logre levantarme temprano, está primero mi amor propio que las ganas de quedarme en la cama dormida, no vaya ser que mi amigo Rich me eche carreta por coyotearle al recorrido.
Aclaro que no soy una experta de la bikla y hace muy poco me enseñé a subirme a ella, pero me gusta mucho rodar en compañía de mi amorrrs y andar en la aventura de caminos sinuosos y paisajes majestuosos.
Comenzamos el recorrido pasadas las 8:30 am y con toda la actitud de subir al 8 1/2 y llegar a lo que le llaman El Kinder; déjenme decirles que esos 3 km, que parecen 10 km de la caseta al 8 ½, son la pura chavochura, me propuse subirlos siiin bajarme de la bikla (nadie dijo que sin parar) y ándale que llego, ¡¡¡caaañóooon!!! esa subida estuvo matadora.
Ahí la selfie, la sonrisita, la cara de no pasa nada (aunque sentía que moría) y listo, vámonos pal’kinder. Nadie le avisa a uno como estarán los caminos, pero ya que estas ahí te das cuenta que esos 3 kilometritos sólo eran el comienzo, el calentamiento; camino parejo un ratito, luego una bajada (como si no supiera que todo lo que baja tiene que subir, en este caso específico, claro!!), subida, vueltita, subida, vueltita de subida y máaaas subidaaaa, luego una bajadota, Diooos! ahora si sentía que no llegaba (como en en el primer recorrido con Cámara Rodante también). El caso es que el paisaje estaba chidísimo, la experiencia mucho más, pero la maldita subida... no abusen. Y que crees? lleguéeee, a pesar de todas las estadísticas que me hacía en mi cabeza, llegué al famoso Kinder!!!! gracias Dioooos!!
Y que crees? como dije anteriormente, todo lo que baja tiene que subir, bonito recreo el que nos echamos en El Kinder, pero teníamos que regresar, entonces comenzó el regreso.
El regreso para mi fue lo difícil, el verdadero reto, porque todo ese recorrido ahora sería de regreso y con subidas inolvidables. Sinceramente le batallé, y bastante, mi condición no es la mejor; entonces, esta vez si tuve que bajarme de la bikla para caminar a lado de ella, no caminé mucho, peeero si tuve que hacerlo. Disfruteé mucho y me reí más en el regreso, es una mezcla entre impotencia de ya no poder y querer llegar al final del recorrido.
Y no me importa nada, voy a asistir a la tercera rodada de Cámara Rodante, porque me gusta, porque es un reto, porque tengo ganas y porque a pesar de todo, lo disfruto; aunque quiera agarrar a golpes a alguien a media subida ... y principalmente regreso porque he conocido personas increíbles en Cámara Rodante, tooodos los padrinos son la onda y han estado en mi recorrido personal, siempre conmigo, nunca me dejaron ahí, a pesar de ser la última por lo general, ellos siempre me decían: “a tu ritmo y contigo siempre”, son una chingonería.
Esperamos con ansias la siguiente sesión!!!
Hasta pronto!!
Crónica por: Nancy Meza Tapia
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